martes, 27 de diciembre de 2016

Parashá De La Semana, Miketz (Bereshit 41:1-44:17) 10

Miketz

Excursión Feliz

¿Deberíamos simplemente vivir el momento? Si todo está bien ahora, entonces, ¿para qué planear el futuro?
En la parashá de esta semana Yosef le advierte al Faraón de Egipto que, a pesar de que había mucha comida en ese momento, una hambruna se acercaba, y pronto no habría nada para comer. Yosef idea un plan para almacenar comida. Al final, su plan salva a Egipto de la muerte, e incluso sobra comida para vender a los países alrededor.
La Torá quiere que aprendamos que una persona sabia siempre mantiene sus ojos abiertos para ver el futuro y planifica con anticipación.
En nuestra historia, un chico aprende el valor de planificar con anticipación y de estar preparado.
"Excursión Feliz"
Steve y Barry eran dos buenos amigos con una cosa en común: amor por la naturaleza.
"Las computadoras y las películas simplemente no me interesan", solía decir Barry con voz fuerte. "Prefiero una montaña o un lago".
La habitación de Steve era prácticamente una escena de "National Geographic", él había empapelado los muros desde el techo hasta el piso con bellas imágenes de la naturaleza que había recortado de las revistas de su padre.
De esta manera, cuando Barry sugirió ir de excursión al monte Wichita aquel domingo, Steve estuvo absolutamente de acuerdo. Barry, que era un excursionista más experimentado, le recordó a su amigo que debía empacar todo lo necesario para el agotador paseo de medio día de duración. "Uno nunca sabe lo que puede pasar", advirtió.
"No te preocupes", aseguró Steve.
Aquel domingo, de acuerdo a lo estipulado, los chicos se encontraron muy temprano en el estacionamiento a los pies del monte, en el costado sur. Era un día cálido y soleado. "Clima perfecto para salir de excursión", pensó Steve, que llegó primero, mientras esperaba a Barry. Unos minutos más tarde, su amigo apareció cargando una gran mochila que era tan grande como él.
"Hey compañero", saludó Steve a su amigo. "Me alegra que hayas llegado. Pero, ¿por qué andas con tu casa en la espalda?, bromeó.
"Muy gracioso", respondió Barry. "Más vale que nos apresuremos, las horas pasan volando. ¿Donde está tu mochila?
"A que te refieres", sonrió Steve. "Aquí está", dijo, apuntando a una pequeña bolsa que colgaba de su hombro derecho.
"Estás bromeando". Preguntó Barry. "En esta época del año debes prepararte para cualquier tipo de clima. ¡Debes traer al menos dos litros de agua potable y también tu ropa abrigada!"
Pero Steve encogió sus hombros y dijo, "Mira, es un día soleado, y en el mapa dice que hay un arroyo con agua cristalina que corre a lo largo de todo el sendero. ¿Para qué voy a cargar una mochila gigantesca? Voy a arriesgarme pensando que el clima se va a mantener así como está".
Barry lo miró con incredulidad. "Pienso que estás loco, pero haz lo que quieras. Vamos andando, el tiempo vuela"
Los chicos partieron entusiastamente por el sendero de la montaña. Al comienzo Steve, con su liviana carga, subía mucho más fácilmente que su amigo Barry, quien respiraba profundamente con su enorme mochila en la espalda. "Que lástima que te has sobrecargado a ti mismo", incitó Steve.
Pero Barry sólo movió su cabeza y dijo, "ya verás", con un tono de voz que puso un poco nervioso a Steve, a pesar de que no lo demostró.
A medio camino, comenzaron a aparecer nubes grises, y bajó la temperatura. Barry se detuvo y se puso su atuendo para el frío, el cual Steve observó con avidez ya que vestía sólo una delgada camiseta. Los dos cansados excursionistas finalmente llegaron a la cima de la montaña, y tomaron un descanso antes de comenzar el descenso.
Barry se sentó cómodamente en una roca y bebió de su cantimplora mientras que Steve salió a buscar un poco de agua del arroyo, que terminó no estando tan cerca del sendero como aparecía en el mapa, sino que a una distancia bastante grande, a través del campo de rosas con espinas.
"¡Uhh!, ¡auu!", exclamaba Steve con cada paso que daba a través del campo con espinas. Cuando Steve finalmente regresó al sendero, comenzó a temblar con el fresco aire de la montaña. Justo en ese instante, los muchachos fueron sorprendidos por un trueno y por la lluvia que cayó a continuación.
Barry buscó en su mochila y rápidamente armó una pequeña tienda de campaña que había empacado para tal eventualidad. Steve observó a su confortable y seco amigo. Él trató de pretender que la lluvia no le molestaba. Pero después de unos cuantos minutos el se arrodilló a la entrada de la tienda y dijo con una avergonzada sonrisa, "Mmm... Barry, ¿tienes espacio extra dentro de tu tienda de campaña?".
"¡Seguro!, ¡métete adentro! La lluvia se detendrá pronto", respondió su amigo.
Y así fue, después de unos momentos el sol comenzó a brillar a través de la neblina montañosa. Los chicos empacaron las cosas y comenzaron a descender.
Steve se dio vuelta hacia su amigo y mostrando sus ropas mojadas dijo, "Barry, tenías razón, debería haberme preparado mejor. Estoy empapado. Desde el comienzo tú ya sabías que yo estaba "con el agua hasta el cuello".
Los muchachos rieron mientras descendían alegremente por el sendero.
De 3 a 5 años
P. ¿Cómo se sintió Steve cuando comenzó a hacer frío y no tenía ropa para abrigarse?
R. Se sintió muy mal, él deseó haber planeado desde antes la excursión para haber empacado todo lo necesario.

P. ¿Es una buena idea estar atento y planear para lo que pueda ocurrir después?
R. Sí. Cuando planeamos con anterioridad estamos preparados para cualquier cosa que pueda ocurrir.

De 6 a 9 años
P. ¿Quién crees tú que se divierte más, alguien que actúa espontáneamente y hace cosas sin pensar, o alguien que piensa con antelación y trata de planear el futuro?
R. A pesar de que siempre es importante disfrutar el presente, es una buena idea pensar con antelación y anticipar las posibles consecuencias. Por ejemplo, puede parecer divertido dejar todo de lado y partir a la playa espontáneamente. Pero cuando lleguemos allí probablemente desearemos haber llevado los trajes de baño y también cosas para comer y tomar. Pensar nuestras decisiones y hacer planes puede marcar la diferencia, puede hacer que el día, la semana, incluso la vida entera sea mucho más entretenida. Es una aproximación madura y considerada que paga grandes dividendos.

P. En la historia, Steve no sabía que haría frío y comenzaría a llover. ¿Es posible saber exactamente que ocurrirá en el futuro para estar totalmente preparados?
R. No. Pero lo que si podemos hacer es mantener nuestros ojos abiertos, pensar que es lo más probable y actuar consecuentemente. Así como enseñan nuestros sabios, "Una persona sabia trata de ver las futuras consecuencias de sus acciones". El futuro generalmente esconde sorpresas inesperadas, y nunca podemos saber con certeza si estamos realmente preparados. Al final, debemos depositar nuestra confianza en Dios y debemos confiar en que podremos manejar las cosas que se presenten en nuestro camino. Pero Dios también quiere que actuemos responsablemente y que hagamos planes razonables para estar preparados. Steve debería haber entendido que, considerando la estación del año en la que estaban, el clima podía cambiar, y por lo tanto debería haber empacado acordemente todo lo necesario.

10 años y más
P. Según tú, ¿quién demuestra tener más fe, alguien que planea para el futuro, o alguien que deja todo en manos del "azar"?
R. La fe no debe ser ciega. Dios nos ha dado mentes para que nuestras vidas tengan sentido y sean agradables. Parte de esto es planear razonablemente. Pero cuando nuestros planes no resultan como esperábamos, debemos tener fe y debemos creer que Dios hizo que las cosas fueran de ese modo por una razón específica. Por ejemplo, podría haber ocurrido que, después de desempacar su tienda de campaña, Barry descubriera que la tienda tenía un gran agujero y que iba a terminar empapado de todos modos. Fe en Dios en ese momento, habría sido tratar de pasar un buen momento y no quejarse, ya que Dios seguramente tenía una buena razón para hacer que las cosas ocurrieran de esa manera.

P. ¿Cuál, en tú opinión, es la diferencia entre planear el futuro y preocuparse del futuro?
R. Planear es un acto positivo que indica que tenemos confianza en nosotros mismos y en el mundo. La preocupación en cambio, es una emoción negativa y paralizante que nos hace perder energía. Cuando nos preocupamos, en general nos paralizamos con ansiedad y no hacemos nada; de esta manera, renegamos nuestra responsabilidad de mejorar el mundo. Como dice el dicho, "cuando fracasamos en planear, en realidad estamos planeando fracasar"

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Parashá De La Semana, Vaieshev (Bereshit 37-40) 09




Saliéndonos de nuestro propio mundo


Hacia el final de la parashá, Iosef se encontraba en una situación desesperada: llevaba 10 años en prisión y no habían perspectivas de una pronta liberación. Pero en ese momento ocurrió el incidente de la interpretación de los sueños de los ministros del Faraón, el cual dio comienzo al proceso de su meteórico ascenso que culminó con su nombramiento como virrey de todo Egipto.
Hay un versículo en particular que señala el comienzo del drástico vuelco de la fortuna de Iosef. Después de tener sus respectivos sueños, ambos ministros estaban muy apesadumbrados por no saber sus significados. En ese momento, Iosef vio sus rostros alicaídos y les preguntó: "¿Por qué sus rostros están decaídos hoy? (1)". Esta pregunta, que pareciera irrelevante, llevó a la interpretación de los sueños que eventualmente resultó en la liberación y el increíble ascenso al poder que vivió Iosef.
Si Iosef nunca les hubiera preguntado por qué estaban alterados, entonces los ministros probablemente nunca le habrían contado sus problemas y Iosef hubiese perdido la gran oportunidad para ser liberado.
Pareciera que el pequeño acto de consideración que tuvo Yosef no es particularmente destacable. Pero la verdad es que, considerando su situación en ese momento, sí lo es: Iosef llevaba 10 años viviendo en pésimas condiciones y no tenía una posibilidad realista de ser liberado. Por lo tanto, tenía todo el derecho a estar absorto en su propia situación y consecuentemente a no advertir las expresiones faciales de quienes lo rodeaban. Es más, Iosef debía servir a los dos ministros, quienes eran personas muy importantes en Egipto, y por lo tanto es muy probable que ellos lo hayan tratado con desprecio y que no le hayan prestado nada de atención. Sin embargo, él se sobrepuso a todos esos factores y mostró interés por ellos.
Es muy tentador vivir absortos en nosotros mismos y no reconocer las necesidades de los demás. Una de las claves para ser verdaderamente generosos es superar nuestra absorción en nosotros mismos y advertir el mundo que nos rodea. En ocasiones, esto requiere incluso que ignoremos nuestras propias necesidades por el bien de los demás.
El ejemplo más obvio de esto lo encontramos un poco antes en nuestra misma parashá, cuando Tamar estaba siendo llevada a la hoguera. Ella podía perfectamente salvar su vida si decía que los ítems que estaban en su posesión eran de Yehudá. Sin embargo, ella le dio más importancia a la vergüenza que sentiría Yehudá si lo delataba y por eso no lo hizo (2).
La Guemará aprende de esto que una persona debe dar su vida antes de avergonzar a alguien (3). Esto nos enseña que hay ocasiones en las que estamos obligados a darle más importancia a los sentimientos de los demás que a los propios.
Los hombres rectos personifican esta capacidad para dejar de lado las necesidades propias en favor de los demás. En una ocasión, un estudiante iba a llevar a Rav Moshe Feinstein en su auto. Cuando el rabino estaba subiendo al auto, el estudiante cerró la puerta e inadvertidamente le apretó los dedos, ante lo que Rav Moshe permaneció completamente silente como si nada hubiera pasado. Un confundido observador le preguntó por qué no había gritado, a lo que el rabino le respondió que el estudiante se hubiera avergonzado mucho por haberle causado dolor y, por lo tanto, lo mejor era controlarse y permanecer en silencio. Esta es una historia muy conocida, pero vale la pena analizarla: Rav Feinstein demostró la capacidad para ignorar sus propios sentimientos con el objetivo de evitar el sufrimiento de otro judío.
Pero no es sólo en tiempos de dolor que deberíamos enfocarnos en los demás. Rav Aharón Kotler fue con su hijo Rav Shneur a ver a Rav Isser Zalman Meltzer (el suegro de Rav Aharón) para saludarlo antes de viajar a Israel para la boda de Rav Shneur. En lugar de escoltarlos a la calle cuando se iban, Rav Isser Zalman se detuvo a mitad de camino, en medio de la escalera. Cuando le preguntaron por qué se detenía, él explicó: "Mucha de la gente que vive en esta zona tiene nietos que fueron asesinados por los nazis, imaj shemam. ¿Cómo podría yo bajar a la calle y abrazar a mi nieto, haciendo públicamente alarde de mi alegría, cuando esta gente no puede hacer lo mismo? (4)".
Estas demostraciones sobrehumanas de generosidad pueden servirnos como inspiración. Hay muchos ejemplos en los que podemos superar nuestra absorción en nosotros mismos y ser conscientes de las necesidades de quienes nos rodean. Cuando caminamos por la calle, tendemos a estar absortos en nuestros propios pensamientos, pero es bueno advertir a la gente que tenemos alrededor; puede que haya alguien que esté llevando una carga pesada y que apreciaría nuestra ayuda (5).
Hay muchas ocasiones en las que, a pesar de no estar sintiendo una gran alegría o dolor, tendemos a enfocarnos en nuestras propias vidas y no en las de los demás. Por ejemplo, en la Ieshivá Torá Vedaas había ocasiones en las que no había suficientes sillas en un aula, por lo que los estudiantes tenían que traer sillas desde otra. Rav Shraga Feivel Mendelowitz, el fundador de la Ieshivá, solía decir que quien traía sólo una silla para sí mismo era meramente un shléper(alguien que se gana la vida llevando cosas), mientras que quien traía dos, una para sí y una para un amigo, era un báal jésed (una persona bondadosa) (6).
Hay numerosos ejemplos de pequeños actos de consideración que pueden traerle alegría a la gente. Además, aprendemos de Iosef que nunca podemos saber las consecuencias que tendrá un acto de bondad. El Alter de Slobodka zt"l dice que tampoco podemos saber la magnitud de la recompensa que recibimos por un pequeño acto de bondad. Él cuenta sobre la vez en que Yaakov quitó la piedra de la boca del pozo para que todos pudieran beber agua; este pequeño acto de bondad no parecería ser muy importante en comparación a las muchas mitzvot que hizo Yaakov en su vida. Sin embargo, es una fuente de gran mérito para el pueblo judío. Cada año recitamos una plegaria especial para la lluvia, Tefilas Guéshem. En esta plegaria mencionamos algunos de los grandes actos de los patriarcas, como cuando Yaakov venció al ángel de Esav. Sin embargo, también recordamos cuando Yaakov quitó la piedra: "Él [Yaakov] dedicó su corazón e hizo rodar una roca [para retirarla] de un pozo de agua". Todo acto de bondad que es hecho de todo corazón tiene un valor incalculable.
Espero que todos podamos aprender de nuestros patriarcas y llegar a ser realmente bondadosos.

(1) Vaiéshev 40:7.
(2) Vaiéshev 38:25.
(3) Baba Metzía 58b.
(4) Kaplan, Major Impact, p.53.
(5) Esto está muy relacionado a la mitzvá de priká (bajar de un animal su pesada carga) y pese a que puede que no constituya el cumplimiento técnico de la mitzvá, ciertamente refleja el cumplimiento del espíritu de la misma, que es preocuparse por el malestar de otro.
(6) Oído del Rav Isasjar Frand Shlita.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Parashá De La Semana, Vayetze (Bereshit 28:10-32:3) 07

SACARLO DE LA IESHIVA
¡VIDA O MUERTE!
“porque con mi vara crucé el Iarden”
(Bereshit 32,11)

Contaba el rab hagaon Iaacov Galinsky ztz”l: entré al cuarto del Staipeler ztz”l, que se adelantó saludándome con alegría y me dijo: siéntate, por favor, te contaré una novedad maravillosa que solamente descubrí hoy…
Cuando Abraham Avinu envió a Eliezer, su siervo, a buscar una mujer para su hijo, no lo envió con las manos vacías. Diez camellos completamente cargados, regalos, joyas, y hasta un pagaré firmado que atestiguaba sobre el regalo de todas sus propiedades (Bereshit 24,10).
Y cuando Itzjak Avinu envía a Iaacov a Jaran para casarse, ¿lo mandó sin nada? ¡Jalila Vejas! Seguro que no. Desde luego que salió con gran cantidad de regalos.
Pero llegó a Jaran despojado de todo: porque con mi vara crucé el Iarden, no llevaba conmigo ni plata ni oro, tampoco ganado, solamente mi vara (Rashi), y por eso me vi obligado a trabajar siete años (que en realidad fueron catorce) por Rajel.
¿Por qué?
Escribió Rashi (Bereshit 29,11): porque lo persiguió Elifaz, el hijo de Esav, y él tenía que cumplir un precepto, la orden de su padre, perseguir a Iaacov y matarlo. Lo alcanzó. Y cómo Elifaz creció en las rodillas de Itzjak, eso lo salvó. Le dijo Elifaz a Iaacov: ¿qué puedo hacer con la orden que me dio mi padre? Le contestó Iaacov: tú eres estudioso, así que toma todo lo que tengo, porque ya sabes que un pobre es considerado como un muerto.
Por favor, presta atención, me dijo el Staipeler.
Itzjak, su padre, la columna del temor a Hashem, como está escrito: “Pajad Itzjak”. Un profeta, poseedor de “Ruaj Hakodesh”, una Santidad espiritual que lo comunicaba permanentemente con Hakadosh Baruj Hu.
También si le ocultaban desde el Cielo, por un momento, el estado de corrupción de Esav, porque querían que así, de esa forma, Iaacov recibiera las bendiciones, eso fue solamente para el bien de los dos. Porque después de darle las bendiciones a Iaacov, cuando llega Esav y recién allí, Itzjak toma conciencia de todo, puede ver con claridad, a pesar de su ceguera, que el Gueinom está abierto bajo los pies de Esav, mientras que el Gan Eden lo acompañaba siempre a Iaacov.
Con todo eso, vemos que Itzjak Avinu tiene un nieto como Elifaz, que hoy era bueno, pero en el futuro cometería pecados muy graves…
Y dijimos, Itzjak Avinu, la columna del temor, y su pariente, su nieto, que creció en sus rodillas…
Aquí viene lo mejor, prosiguió…
Así Itzjak salvó a Iaacov Avinu de la muerte, y salvó a todo el pueblo de Israel: porque haciendo crecer a Elifaz sobre sus rodillas, le tendió una mano…
Vinieron a verme dos muchachos, con lágrimas en sus ojos, los habían expulsado de la Ieshiva, los mandaron de vuelta a sus casas.
¿Por qué?, les pregunté.
Porque no estudiaban, perdían el tiempo, tal vez hacían tonterías, y no se comportaban correctamente. ¿Y cuál es la respuesta a todo esto? Mandarlos a la calle, ¿tirarle una piedra al que se está cayendo? ¿Acaso están dispuestos a ahogarlos en el mar o atarlos a las vías del tren? Si ellos no estropean a los demás alumnos, ya hemos visto que vale la pena educar a un “Elifaz” sobre nuestras rodillas. Y con eso podemos ganar, que en lugar de que sea un asesino, no llegue a ser peor que un ladrón…
Y son conocidas las palabras del “Jazon Ish” ztz”l, que arrojar a la calle a un alumno de la Ieshiva, porque se debilitó en su estudio o en su espiritualidad, es como si un hospital enviara a la casa a un pobre enfermo que no pueden curar, simplemente para dejar que se muera en su casa y no en el hospital. Porque si muere en el hospital, esto puede significar una falta de confiabilidad o un desprestigio para la institución. La gente puede decir que el porcentaje de muertes en ese hospital es muy alto…
Y yo quise agregar, dice rabi Iaacov.
Jizkiahu, fue un rey justo. Poseedor de “Ruaj Hakodesh”. Hasta fue digno de ser el Mashiaj, así está escrito en la Guemara (Sanhedrin 94a).
Jizkiahu se enfermó, y estaba a punto de morir. Ieshaiahu, el profeta fue a verlo en nombre de Hashem: sal de tu casa, porque ya eres un muerto, y no vivirás (Melajim 2 20,1). ¿Por qué? Porque no has formado un hogar.
Jizkiahu se excusó, y le dijo que su comportamiento no fue un capricho. Por el contrario, él solamente pensó en el Honor del Bore Olam, porque llegó a ver, por profecía, que sus hijos no serían buenos, que serían un mal para el pueblo de Israel.
Ieshaiahu le contestó: ¿quién eres tú para investigar y meterte en los secretos de Hakadosh Baruj Hu? Tú tienes que cumplir con tu obligación y nada más. Hashem nos manda a casarnos y a tener hijos, el resto, corre por cuenta del Creador…
Muy bien, dijo el rey, entonces, dame a tu hija y me casaré con ella. Tal vez, con tus méritos y los míos, tendremos hijos más dignos.
El rey se curó de su enfermedad y se casó con la hija del profeta. Tuvieron dos hijos: Menashe y Ravshake. Un día, los subió sobre sus hombros y los trajo al Beit Hamidrash.
Uno de ellos dijo: la cabeza de papá está buena para asar pescados sobre ella.
Y el segundo agregó: yo creo que podríamos ofrendarla a la idolatría.
Los lanzó al piso. Ravshake murió y Menashe siguió con vida. Se llamó a sí mismo, un instrumento malo, que crea cosas malas (Ieshaiahu 32,7). O sea, él quiso evitar este precepto, y no casarse. Hasta que por orden de Hashem se casó, y se casó con la hija del profeta. Pero eso no lo ayudó, y salieron de él hijos malos (Ben Iehoiada, Berajot 10a).
Y, en efecto, Menashe ingresó ídolos al interior del Beit Hamikdash, mató a su abuelo Ieshaiahu, y cubrió de sangre toda la ciudad de Ierushalaim. Finalmente fue atrapado por los soldados del rey de Ashur, lo colocaron en un tanque de cobre agujereado y por debajo, encendieron fuego para quemarlo.
Cuando vio el sufrimiento que estaba por llegar, no hubo idolatría que no recordara, para que vengan a salvarlo, pero, ninguna cosa que no existe podría salvarlo…
Al ver que todo eso no lo ayudaba, dijo: yo recuerdo que papá siempre me leía un versículo: cuando te sientas angustiado y te ocurran todas estas cosas terribles, finalmente volverás a Hashem, Tu D-s y escucharás Su Voz. Porque Hashem es Misericordioso, no te dejará caer ni te hará mal… (Devarim 4,30-31).
Y en forma milagrosa, Hashem creó, en el mismísimo Trono Celestial, algo que lo ayudó a Menashe a salir de allí, y lo devolvió a su reino(Pesikta).
Y estudiamos de aquí, que a pesar de que la noticia haya llegado a través del Ruaj Hakodesh, que Menashe no sería bueno, a pesar de saber que Menashe estaría tan lejos del mundo de su padre, Jizkiahu nunca dejó de enseñarle y leerle versículos, y estudiar con él.
Así fue, que Menashe destruyó todo lo que tenía delante, pecó e hizo pecar, fue malvado con el Cielo y con las creaciones…
Y después de decenas de años, en un momento de sufrimiento, recordó un versículo que le leía su padre, y ese versículo lo atrapó, y se arrepintió, volvió a sus fuentes, y fue un buen rey durante los siguientes treinta y tres años (Seder Olam, y Sanhedrin 103a).
Podemos ver más, ¡qué maravillosas las palabras del Midrash!(Devarim Raba 2,20) sobre el versículo (Mishle 10,16), que dice: el trabajo en la vida del justo y la cosecha del malvado en sus pecados. El trabajo del justo, es Elifaz, que creció en las rodillas de Itzjak. La cosecha del malvado, es Amalek, que creció en las rodillas de Esav.
¡Cuánta responsabilidad tiene un padre y un abuelo! Y en nuestros días, también el jardín de infantes, el Jeider, el Talmud Tora, la Ieshiva Ketana y Guedola, todos los que hacen que los niños crezcan en sus rodillas…


Traducido del libro Vehigadta

lunes, 28 de noviembre de 2016

Parashá De La Semana, Toldot (Bereshit 25:19-28:9) 06

Parashá De La Semana, Toldot.


El rol de Itzjak

La Torá dedica varias parashiot a la vida de los patriarcas Abraham y Yaakov, mientras que sólo una parashá, Toldot, se enfoca en Itzjak. E incluso en esta parashá, sólo hay una historia que involucra a Itzjak y que no involucra a algún otro patriarca: la historia del período que vivió en Guerar, la tierra de los filisteos.
Esta historia relata cómo Itzjak se vio forzado por una hambruna a mudarse a Guerar, lugar en el cual tuvo que decir que su esposa Rivka era su hermana, tal como había tenido que hacer su padre muchos años antes. Luego la Torá explica largamente cómo los filisteos sellaron los pozos que Abraham había excavado y cómo Itzjak los volvió a excavar. Itzjak se encontró con mucha hostilidad por parte de los filisteos nativos y finalmente hizo un pacto con Avimélej, el rey de los filisteos.
Es muy difícil extraer alguna lección significativa de esta historia en un análisis superficial. Pero en realidad, si profundizamos un poco, esta historia nos entrega la clave para entender a Itzjak. El aspecto más llamativo del actuar de Itzjak es que fue muy similar al actuar de su padre. Cuando hubo una hambruna en la época de Abraham, éste se dirigió a Egipto; Itzjak planeaba hacer lo mismo hasta que Dios le dijo que no dejara la tierra de Israel. A continuación, Itzjak volvió hacia los pozos que había excavado su padre, pero que ahora estaban sellados, los volvió a excavar y les puso el mismo nombre que su padre les había dado anteriormente1.
Rabeinu Bejaie comenta que las acciones de Itzjak que acabamos de describir nos enseñan el concepto de mesorat avot, que es el seguir las tradiciones de nuestros padres a lo largo de todas las futuras generaciones del pueblo judío2.
Itzjak no quiso desviarse ni un centímetro del camino que había recorrido su padre. Rav Matitiahu Salomon explica el rol que tuvo Itzjak entre los patriarcas: Abraham fue el pionero; sentó los precedentes y puso las señales en el camino. El rol de Itzjak fue consolidar todo lo que había hecho su padre, seguir sus pasos con precisión y, de esta forma, establecer para todas las generaciones futuras la primacía de seguir la mesorá (tradición).
El objetivo de la vida de Itzjak no era buscar nuevas formas y nuevos caminos, sino que era seguir fielmente el camino que había recorrido su padre. Por lo tanto, cuando hubo una hambruna en la tierra, inmediatamente pensó ir a Egipto, ya que así había hecho su padre. Cuando fue a Guerar, excavó los mismos pozos que había excavado su padre y les dio los mismos nombres que les había dado Abraham3.
Sin embargo, hay un aspecto de Itzjak que pareciera contradecir la idea de que siguió a su padre en todos los aspectos: Abraham e Itzjak tenían personalidades muy diferentes. Abraham personificaba el atributo de jésed, y esparcía su bondad por doquier. Itzjak, por otro lado, se caracterizaba por su auto disciplina y fortaleza interior. Abraham fue el mejor ejemplo a seguir que uno podría tener; hubiese sido natural que Itzjak tratara de emular cada una de las acciones de su padre. Sin embargo, Itzjak no se contentó con eso y forjó su propio camino en el servicio a Dios.
Vimos que, por un lado, Itzjak representa la continuación de la tradición al no desviarse del camino que su padre había fijado. Pero por el otro lado, Itzjak poseía un carácter completamente diferente al de su padre. ¿Cómo podemos conciliar estos dos aspectos de Itzjak? La verdad es que no hay contradicción.
Todo judío nace con una línea de tradición que se remonta hasta Abraham, y está obligado a adherirse por completo a las instrucciones y actitudes que involucra esta línea de tradición. Una persona no puede elegir sus propios valores; hay una tradición que lo guía en la vida.
Pero al mismo tiempo, esto no significa que todas las personas que estén en la cadena de la mesorá deban ser idénticas unas a otras en todos los aspectos; hay muchas formas en las que una persona se puede expresar a sí misma dentro del marco del cumplimiento de lamesorá.
El Jafetz Jaim pregunta ¿por qué la Torá enfatiza que el Árbol de la Vida estaba en el medio (betoj) del Gan Edén? Y responde que esto nos enseña que hay un punto central de verdad pero que hay muchos puntos que lo rodean, cada uno de los cuales se encuentra a la misma distancia del centro. De la misma manera, hay muchos enfoques del judaísmo que enfatizan diferentes formas de servicio y diferentes rasgos personales, y mientras estos permanezcan dentro de los límites de la mesorá, todos tendrán la misma validez4.
Hubo una Ieshivá en particular que acentuaba la idea de que ninguna persona debía ser forzada a encajar en un molde específico: la de Slobodka. Rav Noson Tzvi Finkel, el Alter de Slobodka, hacía mucho hincapié en la singularidad de cada individuo. Él temía contratar maestros demasiado carismáticos en su Ieshivá ya que temía que abrumaran a los estudiantes con su gran personalidad5. Este énfasis en alentar a un estudiante para que desarrolle su individualidad permeó las enseñanzas de los estudiantes de la institución.
Rav Yaakov Kamenetsky, un ex alumno de Slobodka, siempre enfatizó la importancia de la independencia en el estudio. Pese a que no menospreciaba la importancia de la devoción que un estudiante debe tener por su maestro, acentuaba que esta no debía evitar que el estudiante desarrollara su propio poder de análisis y que llegara a sus propias conclusiones6.
Rav Kamenetsky adoptó un enfoque similar en el área de la ideología; creía que si una persona tenía una tendencia hacia una cierta corriente válida de Torá, entonces no había que prohibirle que la investigara incluso si contrastaba con la perspectiva tradicional de su familia.
Una familia, que era cercana a Rav Kamenetsky, quedó sumamente conmocionada cuando se enteraron que el menor de sus siete hijos quería ser un jasídico de Skverer. Por lo tanto, fueron con el muchacho a ver a Rav Yaakov esperando que él convenciera al joven de que los hijos de las buenas familias alemanas no se hacen jasídicos. Pero para su sorpresa, Rav Kamenetsky se dedicó a asegurarle a la familia que el hecho que el muchacho quisiera seguir un camino diferente en su servicio a Dios no era un tema que debiera preocuparles. Obviamente su hijo tenía ciertas necesidades emocionales que podían ser satisfechas si se hacía jasídico, por lo que la familia debía respetar dichas necesidades. Incluso les recomendó un paso más radical de lo que los padres estaban dispuestos a considerar: ¡Que enviasen al muchacho a una Ieshivá de Skverer7!
La idea de que hay muchas formas válidas en las que un judío observante se puede expresar es relevante en muchas áreas de nuestras vidas, como por ejemplo en el desarrollo de la personalidad propia. Muchas sociedades tienen una tendencia que lleva a que ciertos rasgos de personalidad sean más alabados que otros. Por ejemplo, ser extrovertido y seguro suele ser algo muy positivo, mientras que ser tímido y retraído suele ser visto de forma negativa.
Un padre extrovertido que tiene un hijo introvertido puede tender a pensar que la naturaleza tranquila de su hijo es un defecto de su personalidad, y por lo tanto, puede tender a presionarlo para que cambie. Sin embargo, lo más probable es que sólo logre hacer que el niño sienta que es inadecuado. La tarea del padre es entender que quizás su hijo es diferente a él, aceptarlo como es y trabajar en sus fortalezas. Del mismo modo, puede que un niño encuentre difícil sentarse durante largos períodos de tiempo y enfocarse en el estudio; si un padre o un maestro ejercen demasiada presión sobre el niño, lo más probable es que cuando crezca se rebele.
Pese a que este mensaje aplica principalmente a la paternidad, también aplica en gran medida a nuestro servicio a Dios.
Puede que a veces nos sintamos inadecuados en algunas áreas de la vida ya que no "encajamos" en el consenso de la sociedad en la que vivimos. Sin embargo, si se nos permitiera expresar nuestras fortalezas, podríamos encontrar más satisfacción en nuestras vidas, personalidades o estudio. Obviamente esto debe ser hecho con una guía y con un estricto apego a la mesorá.
¿Cuáles son los beneficios de alentar a una persona a expresar su individualidad dentro de la Torá? Anteriormente dijimos que la Ieshivá que hacía el mayor hincapié en esta idea era Slobodka. Si nos fijamos en los egresados de todas las grandes Ieshivot, veremos que Slobodka fue por lejos la que produjo más rabinos importantes8. Y lo más sorprendente de todo es ver cuán diferentes eran todos estos rabinos entre sí. Al enfocarse en la singularidad de cada individuo, el Alter pudo sacar a la luz lo mejor de cada uno de sus estudiantes. Si logramos emularlo, entonces tendremos una probabilidad mucho mayor de que todos nosotros —tanto nuestros hijos como nuestros estudiantes, e incluso nosotros mismos—, vivamos una vida mucho más feliz y exitosa.

1 Toldot, 26:18.
2 Rabeinu Bejaie, ibíd.
3 Matanot Jaim, Cap. 2. “Los caminos de los patriarcas”.
4 Jofetz Jaim Al HaTorá, 2:9.
5 Ver Rav Yaakov Rosenblum, Cap.2, pp. 50-56.
6 Ibíd., pp.55-6.
7 Ibíd., p. 328.

8 Incluidos en esta lista están: Rav Aharon Kotler zt”l, Rav Yaakov Kamenetsky zt”l, Rav Yaakov Itzjak Ruderman zt”l, Rav Itzjak Hutner zt”l, Rav Reubén Grozovsky zt”l (Rosh Ieshivá de Torá Vedaas), Rav Dovid Leibowitz zt”l (el primer Rosh Ieshivá de Tora Vedaas y subsecuentemente fundador de la Ieshivá Jafetz Jaim), Rav Isaac Sher zt”l (Rosh Ieshivá de Slobodka), Rav Iejézquel Sarna zt”l (Rosh Ieshivá de Hebrón); Rav Meir Jodosh zt”l. El hijo del Alter, Rav Eliezer Yehuda Finkel, fue el Rosh Ieshivá de Mir.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Parashá De La Semana, Jaiei Sará (Bereshit 23:1-25:18) 05


Parashá De La Semana, Jaiei Sará.

Por. Adaptación Rav Gabriel Guiber
¿DONDE ESTA LA FUENTE?
 “y a los hijos de las concubinas que tuvo Abraham,
Abraham les dio regalos”
(Bereshit 25,6)

Es conocido el relato sobre el sacerdote de otra creencia que decidió hacer caer a los iehudim, provocando la destrucción espiritual, lo alenu.
¿Qué hizo? Aprendió la lengua hebrea y contrató un “More” para que le enseñe Guemara. Ese More hizo lo contrario a lo establecido por la “Halaja”, la ley, ya que está prohibido enseñarle Tora a un no iehudi(salvo en el caso en que el no iehudi tenga la seria intención de convertirse al judaísmo, en ese caso las leyes son diferentes, pero no es nuestro caso, ya que ese hombre sólo pretendía hacer daño a nuestros hermanos).
Bien, el hombre estudió Guemara con el More, y cuando se sintió seguro, ingresó a estudiar en una Ieshiva, desde luego, haciéndose ver como un “Ben Ieshiva”.
Su idea era precisa, en contacto con otros alumnos, tenía la posibilidad de convencerlos para que se aparten de nuestra fe, haciéndolos escuchar cosas despreciables mezcladas con idolatría, y de esa forma, Hashem nos guarde, pretendía hacer “caer” a los alumnos o convertirlos en personas malvadas.
Se sentaba a estudiar con mucha constancia, como los demás alumnos de la Ieshiva. Cuando el Rosh Ieshiva, el gaon rabi Iojanan Aibshitz ztz”l entró al Beit Hamidrash, hizo una mirada global al salón de estudio, y se dirigió, directamente, hacia este alumno. Comenzó a hablar con él, y con su inmensa sabiduría logró enrollarlo con palabras hasta que reconoció quién era y cuáles sus propósitos, haciendo que salga expulsado de la Ieshiva, con gran vergüenza…
Los alumnos, que habían estado en contacto con él, estaban extrañadísimos. ¿Cómo había hecho el Rosh Ieshiva para identificarlo tan rápidamente y para hacerlo confesar? Los alumnos estaban todo el día con este “compañero” sin haberse dado cuenta de nada.
El rab les dijo: pude ver que era diferente, distinto de todo el resto. Todos ustedes, cuando estudian, se mueven con energía, se ven las ganas de estudiar en cada uno. En cambio él, estudiaba inclinado, casi congelado, como si estuviera revisando un error de cálculos. De inmediato entendí que se trataba de un no iehudi…
El rab agregó que recordó las palabras del Zohar Hakadosh, que el alma del iehudi está conectada con los cielos, y todo el tiempo está tratando de absorber espiritualidad. Por eso, los iehudim nos movemos cuando estudiamos o en los tiempos de Tefila, como la llama de la vela, que se mueve y se mueve, sin encontrar descanso…
Y en efecto, así es el alma iehudi. Se desespera por estudiar Tora, por alabar al Creador, esta es la esencia de la vida, llegar a la satisfacción espiritual.
Dichosos son los que, Baruj Hashem, recibieron una educación con Tora, que abrió frente a ellos un mundo maravilloso, tan maravilloso. Un mundo de tanta satisfacción… Un mundo verdadero… El mundo del Iahadut y sus tesoros.
Pero, lamentablemente, hay muchos, muchísimos, que no pudieron ver esos tesoros. Algunos no pudieron conocerlos, y para otros, el camino fue obstaculizado, cuando les arrancaron sus tradiciones.
En sus almas, no tienen descanso, porque están buscando el verdadero camino.
Ponen una mochila en sus hombros, y salen a buscar algo que llene sus vidas. La mochila es muy pesada, pero no les impide hacer una recorrida por las llanuras de la India, y por los montes del Tibet, por los templos (de idolatría) del Nepal o por los monasterios de Birmania…
¿Un iehudi necesita recorrer todos esos lugares donde solamente existe la idolatría? Junto con la pobreza, la discriminación y otras cosas no menos desagradables.
¿Qué podemos decir? Es la moda, hacer turismo en esos países exóticos. Esos países donde sus habitantes viven en la extrema pobreza, están gobernados por una elite, que promociona el turismo. Construyen hoteles imponentes y centros comerciales, sólo para turistas, porque la gente se muere de hambre. Y algunas de las atracciones puede ser, por ejemplo, ese “faquir”, que se pasa sentado en inmóvil durante días, con sus largos cabellos grises que cuelgan sobre sus hombros y las uñas larguísimas. También ese hombre, aunque sea una atracción, muere de hambre. Para entrar a verlo, tuvimos que ingresar entre unos túneles construidos con arcilla.
Hablaba en un extraño inglés, sobre cosas misteriosas, pero todo sin sentido.
El hombre le preguntó a un grupo de turistas iehudim: ¿de dónde son ustedes?
Y contestaron: de Israel.
¿Ustedes son iehudim?
¡Sí!
Entonces, ¿qué hacen aquí? Ustedes son el origen de todo, pueden volver a casa y dirigirse a sus casas de estudio, allí podrán encontrar todo, absolutamente todo…
Lo que nosotros tenemos aquí, y que ustedes están viendo, es sólo una copia mal copiada, una copia borrosa, aquí todo es oscuro, y en Israel, en las casas de estudio de los iehudim, está la luz.
En pocas palabras, este hombre los mandó de vuelta a sus casas, para que salgan de la oscuridad y vayan a buscar la “luz”…
Y esto no ocurrió una vez, ni dos, sino muchas veces. Mucha gente que estuvo allí, volvió aquí, a la tierra de Israel, sabiendo ahora cuál es la verdad. Porque de padre a hijo, de maestro a alumno, les susurraron allí, en el lejano oriente, una gran afirmación: nosotros no tenemos historia, no tenemos un origen de donde sale todo esto, hay una gran verdad, que está en manos del pueblo iehudi.
Y el versículo, está en nuestra perasha: y a los hijos de las concubinas de Abraham, Abraham les dio regalos, y los envió lejos, lejos de Itzjak. Todo esto hizo Abraham mientras seguía con vida, porque, tal vez, sentía miedo de lo que podría pasar si moría y estaban todos juntos. Los envió al este, hacia la tierra de Kedem. Y Rashi explica que les dio regalos y un nombre impuro… Y está escrito en el Zohar Hakadosh que Abraham Avinu les enseñó todas las cosas más bajas de los mundos espirituales.
Solamente Itzjak Avinu estuvo sobre ellos, y aprendió de su padre nuestra Tora y los secretos de la sabiduría, y se excluyó del resto, uniéndose a Hakadosh Baruj Hu, y estudiando cómo Hashem gobierna Su Mundo.
El resto, estudió cosas vanas y bajas, tuvieron una sabiduría fragmentada, fueron hacia la tierra de Kedem, o sea al este, y de ellos se formaron todos los cultos del lejano oriente. Una sabiduría fragmentada y limitada, desde sus comienzos, torcida y nublada, durante decenas de generaciones.
En cambio, aquí, donde guardamos la sagrada Tora, con toda su pureza original, la verdad tan maravillosa, la Santidad, todo concuerda, todo tiene fundamento, nada está en el aire, como en su comienzo, como en su origen…
¿Para qué ir a buscar en pozos rotos, cuando en nuestras manos está la fuente, el origen de todo? Tenemos la fuente de aguas vivas, la sabiduría tan elevada que nunca llega a su fin. Ya lo dijo Shlomo Hamelej (Mishle 8,34): dichoso el hombre que me escucha (a Hashem), que golpea a Mi Puerta todos los días, porque encontrará la vida…


Traducido del libro Maian Hashavua.




Leiluy Nishmat

Israel Ben Shloime   z”l

Lea (Luisa) Bat Rosa    Aleha Hashalom

Iemima Bat Abraham Avinu    Aleha Hashalom

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Parashá De La Semana, Vaerá (Bereshit 18:1-22:24) 04

PERDON POR LA MIEL
“Y él estaba sentado en la puerta de la tienda, con el calor del día”
(Bereshit 18,1)
Escuchamos al rab hagaon Iaacov Galinsky ztz”l:
Sobre la casa de Abraham Avinu Halav Hashalom, se puede atestiguar lo que está escrito en la Guemara (Sanhedrin 49a), que su casa era como un desierto. Así como el desierto no tiene dueño, la casa de Abraham Avinu también parecía no tener dueño. Y explica Rashi: para los pobres, que puedan recibir lo que necesitan en su casa…
De esta forma, podemos ser catalogados como: el hombre está obligado a decir cuándo mis acciones llegarán a ser como las de nuestros padres, Abraham, Itzjak y Iaacov (Tana Debe Ieliahu Raba, 25).
Y recordé una casa de este tipo, donde fui como un hijo más. La casa de mi Rosh Ieshiva, el gaon rabi Abraham Iafen ztz”l. Tal vez no nos dio de comer “lengua de vaca” con mostaza, apenas y con dificultades podíamos comer un poco de pan, pero lo que sea, la casa era como un desierto. Sin dueño. Había estudiantes de la Ieshiva en el salón, en los pasillos, en el cuarto de los niños. Comíamos en la mesa de la casa como si fuéramos de la familia.
En el invierno, el Shabat comenzaba a las dos y media. A las cinco, ya habíamos terminado nuestra liviana comida, un poco de “Jala” con trocitos de pescado. Desde ese momento, teníamos que contener el hambre hasta el día siguiente por la tarde, donde comeríamos otro poco de pan.
Un día descubrimos un tesoro. En el Beit Hakneset “Anshei Mishmar”, se desarrollaban cursos de Tora durante toda la noche. Guemara, Mishna, Perashat Hashavua, Y entre cada clase y clase repartían vasos de té acompañados de una masita. Un verdadero tesoro. Pero, el Beit Hakneset era pequeño y los participantes, muchos. ¿Cuántos alumnos podían asociarse a los cursos, disfrutando de los dos mundos? El problema era pensar qué ocurría con el resto, con los que no podían entrar…
A las diez de la noche, el Rosh Ieshiva daba una charla en su casa. Sus palabras nos elevaban hasta alturas increíbles. Pero cuando terminaba, nuestro estómago nos hacía recordar algo. Los muchachos se fijaron en mí: “Iankel, haz algo”. Entré a la cocina, busqué y encontré. Les llevé Jala con un frasco de miel, ¿hacía falta algo más?
Es como dice el versículo: él vio sus penas, cuando escuchó el clamor(Tehilim 106,44). Cuando escuchamos con qué nos alegramos tanto, porque encontramos un pan con miel, vemos cuánto sufrimiento había, qué ajustados vivíamos.
Después de un tiempo, supe que la rabanit “dio vuelta” toda la casa buscando ese frasco de miel. Lo tenía guardado para preparar algo especial en Pesaj, y había desaparecido.
Esperé el momento oportuno para disculparme, pero ese momento tardó mucho en llegar, se desató la guerra, y fuimos desterrados de una tierra a otra, hasta terminar en Siberia, donde nuestras vidas pendían de un hilo. Pensé, que si me salvaba de esa cárcel, buscaría a la rabanit para disculparme.
Y tuve el mérito…
Me llevaron de un lado a otro, llegué a Uzbekistan, y de allí a Alemania. Subí a la tierra de Israel, y en el año 5711 llegó de visita a Israel, el Rosh Ieshiva y la rabanit.
Se organizó una reunión entre los alumnos, y el Rosh Ieshiva fue señalando a cada uno de nosotros y nos hizo hablar. Teníamos planes para formar una red de Ieshivot Novardok en toda la tierra de Israel, y cada uno daba su consejo y opinión.
Llegó mi turno, el Rosh Ieshiva levantó la voz y me llamó: “vamos a escuchar ahora a Iankel Kriniker”, ese es mi nombre y así me recuerdan. Me paré y dije: antes de comenzar, quiero pedir disculpas…
La rabanit estaba sentada en el sofá, y escuchaba lo que se hablaba. Yo me confesé, mis manos se habían apoderado de ese famoso frasco de miel.
La rabanit se puso de pie, y por primera vez se mezcló en una conversación. Lanzaba fuego. Todos quedamos perplejos:
¿Tú necesitas disculparte? ¡Nosotros estamos obligados a disculparnos! Cuando hay muchachos hambrientos, ¿quién puede pensar en cuidar un frasco de miel? Todo lo que teníamos era para ustedes, ¿vamos a dejarlos sin un frasco de miel? Desde un principio yo debía haberlo entregado. ¡Por eso, a mí me corresponde pedir disculpas!
A esto se le llama, ¡la casa como un desierto!


Traducido del libro Vehigadta.


DIEZ
MUCHO MAS QUE DIEZ
“Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad”
(Bereshit 18,24)

Pensando bien en las palabras de Abraham Avinu con Hakadosh Baruj Hu, encontramos que la forma de pedir por la salvación de la gente de Sdom, no es siempre la misma.
Al principio pide por el mérito de cincuenta justos, después por cuarenta y cinco, el tercer escalón es cuarenta, y después, treinta, veinte y diez.
¿Por qué en los dos primeros pasos desciende de a cinco, y después los descensos son de a diez? Esa pregunta la formula el “Jizkuni”.
El pregunta y él mismo contesta. Los pedidos de Abraham Avinu no son solamente para la gente de Sdom, sino también para los pueblos cercanos, en sus alrededores, en total, eran cinco pueblos: Sdom, Amora, Adma, Tzboiim y Tzoar.
Continúa el Jizkuni, diciendo que el pedido de Abraham para salvar a los habitantes de este pueblo, se basaba en el mérito del “Minian”, o sea, si encontraba diez justos en cada pueblo, tendrían el mérito suficiente para salvarse, y si no, no había que molestarse siquiera para pedir…
Ahora a preparar las matemáticas…
Por eso, en el primer pedido, Abraham busca encontrar cincuenta justos, diez en cada pueblo.
En el segundo paso, bajó a cuarenta y cinco, o sea, nueve en cada lugar y Hashem Itbaraj se asocia con ellos para ser el décimo en cada pueblo.
El próximo escalón salta hasta cuarenta. Abraham pide ahora sólo por cuatro pueblos, con diez justos en cada uno de ellos, y no más. Ya no puede pedir por los cinco pueblos, porque no le alcanzan los tzadikim.
Seguimos con treinta tzadikim para salvar sólo a tres ciudades, veinte para salvar a dos, y finalmente diez, para salvar a un solo pueblo, y si tampoco tiene diez, ya más que eso no puede pedir.
De aquí podemos comprender la importancia que tiene un Minian, y el rezar con Minian. La gran fuerza que esconde esa asociación de diez iehudim en cosas de Santidad. En el libro “Seder Haiom” dice que la persona que más puede santificar a Hashem, es la que agrega otras nueve personas, y junto con él ahora son diez, y comienzan una clase de Tora. Ese iehudi, que acercó a otras nueve personas, se hace merecedor de ser llamado el que “reúne congregaciones en público”.


Traducido del libro Barji Nafshi.





Leiluy Nishmat

Israel Ben Shloime   z”l

Lea (Luisa) Bat Rosa    Aleha Hashalom

Iemima Bat Abraham Avinu    Aleha Hashalom



miércoles, 9 de noviembre de 2016

Parashá De La Semana, Lej Lejá (Bereshit 12-17) 03

Lej Lejá


Circuncisión: El pacto individual con Dios

Al final de la parashá de esta semana1, Dios le ordena a Abraham la mitzvá de Brit Milá (circuncisión). El Séfer HaJinuj nota un aspecto sumamente interesante de esta mitzvá. Hay una gran cantidad de mitzvot negativas cuya transgresión genera el ónesh (castigo) decaret2. Sin embargo, sólo hay dos mandamientos positivos cuyo castigo es caret si uno no los observa: El Brit Milá y el Korbán Pesaj(conocido como el Cordero Pascual), la ofrenda que se ofrecía en el Templo durante la festividad de Pesaj. ¿Cuál es la importancia de estas dos mitzvot que las hace únicas en este aspecto?
Para responder esta pregunta, primero necesitamos explicar por qué las mitzvot negativas están más relacionadas con caret que las positivas.
En una relación entre dos personas, como por ejemplo en el matrimonio, hay ciertas acciones que pueden dañar la relación sin causar necesariamente que ésta se destruya por completo. Sin embargo, hay otras acciones que son tan serias que pueden terminar acabando con la relación. De la misma manera, cometer un pecado genera un distanciamiento entre la persona y Dios. La magnitud del distanciamiento está determinada por la seriedad del pecado3; hay algunos pecados que dañan la relación tan profundamente que causan un daño irreparable. Estos pecados a menudo generan elónesh de caret4.
Por otro lado, el no realizar una mitzvá positiva puede dañar la relación en el sentido que evita que aumente la cercanía con Dios, pero sin embargo, es muy difícil ver cómo la falta de acciones positivas podría causar un daño irreparable a nuestra relación con Dios. Esto explica por qué el pasar por alto la mayoría de las mitzvot positivas no genera caret.
¿Qué hace que el Brit Milá y el Korbán Pesaj sean diferentes? Para comenzar un matrimonio, el hombre debe asumir el compromiso de unirse con su esposa. Sin ese compromiso, no existe una relación verdadera; pueden hacer todo tipo de buenas acciones, pero de acuerdo a la Torá, no estarán casados sino hasta que hayan realizado la ceremonia de bodas según es prescrito por la Torá. De la misma manera, una persona debe hacer un compromiso con Dios para tener una relación con Él; si no se compromete, es imposible que comience una relación real5. El Brit Milá y el Korbán Pesaj son pactos con Dios en los que un judío se compromete a respetar la Torá.
Podemos ver esta conexión, por ejemplo, en un versículo del libro de Ezequiel, en el cual el profeta le recuerda al pueblo judío cuando eran esclavos indefensos en Egipto y cómo Dios los sacó de allí. Para recordarles esto, el profeta recurre a una analogía sobre un niño abandonado que es salvado. El versículo declara: "Y Yo6 pasé sobre ti y te vi cubierto en sangre, y te dije: ‘Por tu sangre vivirás, por tu sangre vivirás’"7. Nuestros sabios explican que esas dos menciones de sangre se refieren a la sangre del Brit Milá y del Korbán Pesaj. Dios redimió al pueblo judío de la esclavitud y lo llevó al Monte Sinaí para recibir la Torá gracias al mérito de estas dos mitzvot. Al parecer, no es ninguna coincidencia que sean precisamente estas dos mitzvot las que Hashem ordenó, ya que estas representan la voluntad del pueblo para comprometerse a ser la nación de Dios.
Otra conexión entre esas dos mitzvot es que hay dos ocasiones en que el profeta Eliahu visita al pueblo judío: en un Brit Milá y en la noche del Séder, la noche en que recordamos el Korbán Pesaj. Esto es porque Eliahu, exasperado por el continuo pecar de los judíos, dijo que no había esperanza para este pueblo8. En respuesta, Dios le ordenó visitar todo Brit Milá, lo cual le mostraría que, sin importar cuánto pecaran los judíos, ellos siempre respetarían el pacto que había entre ellos y Dios. Y por la misma razón Eliahu viene en la noche del Séder, que es cuando ve al pueblo celebrar su nacimiento como nación9.
Pero hay una pregunta que todavía debemos responder: ¿Por qué es necesario que hayan dos mitzvot que involucren el compromiso básico de hacer la voluntad de Dios? ¿Por qué no es suficiente con una sola mitzvá para cumplir con este objetivo? La respuesta es que cada una de estas mitzvot representa un aspecto diferente del compromiso.
El Brit Milá le fue comandado primero a un individuo, Abraham, para que creara su pacto con Dios. Entonces, vemos que el Brit Milárepresenta el compromiso de tener una relación individual con Dios y de todo lo que eso conlleva. Por otro lado, el Korbán Pesaj representa nuestro compromiso con Dios como parte del pueblo judío. Las leyes del Korbán Pesaj enfatizan la importancia de cumplir la mitzvá en grupos, acentuando de esta forma el aspecto nacional de la mitzvá. Por lo tanto, uno debe realizar dos pactos con Dios: uno como individuo y otro como parte del pueblo judío.
Este entendimiento puede ayudarnos a explicar una extraña ley delKorbán Pesaj. Está prohibido que un judío no circuncidado participe del Korbán Pesaj10. ¿Cuál es la lógica de esto? ¡No cumplir con una mitzvá de ninguna manera exenta a la persona del cumplimiento del resto de las mitzvot!11 La respuesta es que una persona no puede comprometerse sinceramente con Dios como parte de una nación si no se ha comprometido primero en el plano individual.
Esto nos enseña una lección esencial. Mucha gente se identifica fuertemente con el judaísmo y como parte del pueblo judío; se comprometen con el Estado de Israel y están dispuestos a sacrificar con alegría parte de su tiempo y energía —e incluso están dispuestos a arriesgar sus vidas— por el pueblo judío. Mucha gente defiende a Israel cuando es atacado verbalmente por algún antisemita. Pero, sin embargo, el compromiso es mucho menor desde el punto de vista individual12. Puede que uno se identifique como parte de la nación judía, pero también debe luchar para comprometerse a mejorar su relación individual con Dios.
La aplicación práctica de esta lección varía para cada persona, pero en términos generales, cada uno debería analizar cómo aumentar su compromiso personal en su relación con Dios. Algunos ejemplos podrían ser hablar con Dios13, estudiar más de Su Torá, esforzarse para observar más aspectos de Shabat o de cashrut, etc. Lo importante es intentar hacer algo, ya que es vital recordar que Dios quiere tener una relación personal con cada uno de nosotros.


1 Muchas de las ideas de este ensayo están basadas en una clase dada por Rav Uziel Milesky.

2 Séfer HaJinuj, Mitzvá 2. Caret es traducido como escisión espiritual. Hay mucho debate respecto a lo que caret implica exactamente pero, como su nombre implica, involucra alguna forma de pérdida de conexión con Dios. Las transgresiones que generan caret incluyen comer pan en Pésaj, comer ciertas grasas prohibidas, varios tipos de relaciones prohibidas, etc. Es importante destacar que una persona que comete alguna de estas acciones debido a una falta de conocimiento no sufre caret.
3 Hay otros factores que entran en juego respecto al nivel del castigo. Por ejemplo, como dijimos antes, el conocimiento de la ley judía es muy importante al determinar el ónesh que la persona recibe.
4 Cabe recordar que la teshuvá (arrepentimiento) siempre puede rectificar el daño causado por los pecados (aunque, en algunos casos, puede que sea necesario un grado de sufrimiento).
5 Obviamente esto no significa que esté exento de cumplir mitzvot, sino que tiene una muy seria inhibición espiritual.
6 Este es Dios hablando en las palabras del profeta.
7 Ezequiel, 16:6.
8 Melajim 1, Cap. 19:10.
9 Es interesante notar que dos de las mitzvot más observadas por los judíos seculares son brit milá y la noche del Séder de Pésaj.
10 Séfer HaJinuj, Mitzvá 17.
11 Ni de esa mitzvá misma, obviamente.
12 Cabe destacar que mientas que la mitzvá de brit milá sólo aplica a hombres, las lecciones derivadas de ellas aplican a hombres y mujeres por igual.

13 Pese a que hay servicios de plegarias estandarizados, es altamente recomendable que la persona también hable con Dios en el lenguaje y el momento que le resulte más conveniente, y que comparta sus deseos, sentimientos y necesidades con Su Creador.