Lej Lejá
Circuncisión: El pacto individual con Dios
Al final de la parashá de esta semana1, Dios le ordena a Abraham la mitzvá de Brit Milá (circuncisión). El Séfer HaJinuj nota un aspecto sumamente interesante de esta mitzvá. Hay una gran cantidad de mitzvot negativas cuya transgresión genera el ónesh (castigo) decaret2. Sin embargo, sólo hay dos mandamientos positivos cuyo castigo es caret si uno no los observa: El Brit Milá y el Korbán Pesaj(conocido como el Cordero Pascual), la ofrenda que se ofrecía en el Templo durante la festividad de Pesaj. ¿Cuál es la importancia de estas dos mitzvot que las hace únicas en este aspecto?
Para responder esta pregunta, primero necesitamos explicar por qué las mitzvot negativas están más relacionadas con caret que las positivas.
En una relación entre dos personas, como por ejemplo en el matrimonio, hay ciertas acciones que pueden dañar la relación sin causar necesariamente que ésta se destruya por completo. Sin embargo, hay otras acciones que son tan serias que pueden terminar acabando con la relación. De la misma manera, cometer un pecado genera un distanciamiento entre la persona y Dios. La magnitud del distanciamiento está determinada por la seriedad del pecado3; hay algunos pecados que dañan la relación tan profundamente que causan un daño irreparable. Estos pecados a menudo generan elónesh de caret4.
Por otro lado, el no realizar una mitzvá positiva puede dañar la relación en el sentido que evita que aumente la cercanía con Dios, pero sin embargo, es muy difícil ver cómo la falta de acciones positivas podría causar un daño irreparable a nuestra relación con Dios. Esto explica por qué el pasar por alto la mayoría de las mitzvot positivas no genera caret.
¿Qué hace que el Brit Milá y el Korbán Pesaj sean diferentes? Para comenzar un matrimonio, el hombre debe asumir el compromiso de unirse con su esposa. Sin ese compromiso, no existe una relación verdadera; pueden hacer todo tipo de buenas acciones, pero de acuerdo a la Torá, no estarán casados sino hasta que hayan realizado la ceremonia de bodas según es prescrito por la Torá. De la misma manera, una persona debe hacer un compromiso con Dios para tener una relación con Él; si no se compromete, es imposible que comience una relación real5. El Brit Milá y el Korbán Pesaj son pactos con Dios en los que un judío se compromete a respetar la Torá.
Podemos ver esta conexión, por ejemplo, en un versículo del libro de Ezequiel, en el cual el profeta le recuerda al pueblo judío cuando eran esclavos indefensos en Egipto y cómo Dios los sacó de allí. Para recordarles esto, el profeta recurre a una analogía sobre un niño abandonado que es salvado. El versículo declara: "Y Yo6 pasé sobre ti y te vi cubierto en sangre, y te dije: ‘Por tu sangre vivirás, por tu sangre vivirás’"7. Nuestros sabios explican que esas dos menciones de sangre se refieren a la sangre del Brit Milá y del Korbán Pesaj. Dios redimió al pueblo judío de la esclavitud y lo llevó al Monte Sinaí para recibir la Torá gracias al mérito de estas dos mitzvot. Al parecer, no es ninguna coincidencia que sean precisamente estas dos mitzvot las que Hashem ordenó, ya que estas representan la voluntad del pueblo para comprometerse a ser la nación de Dios.
Otra conexión entre esas dos mitzvot es que hay dos ocasiones en que el profeta Eliahu visita al pueblo judío: en un Brit Milá y en la noche del Séder, la noche en que recordamos el Korbán Pesaj. Esto es porque Eliahu, exasperado por el continuo pecar de los judíos, dijo que no había esperanza para este pueblo8. En respuesta, Dios le ordenó visitar todo Brit Milá, lo cual le mostraría que, sin importar cuánto pecaran los judíos, ellos siempre respetarían el pacto que había entre ellos y Dios. Y por la misma razón Eliahu viene en la noche del Séder, que es cuando ve al pueblo celebrar su nacimiento como nación9.
Pero hay una pregunta que todavía debemos responder: ¿Por qué es necesario que hayan dos mitzvot que involucren el compromiso básico de hacer la voluntad de Dios? ¿Por qué no es suficiente con una sola mitzvá para cumplir con este objetivo? La respuesta es que cada una de estas mitzvot representa un aspecto diferente del compromiso.
El Brit Milá le fue comandado primero a un individuo, Abraham, para que creara su pacto con Dios. Entonces, vemos que el Brit Milárepresenta el compromiso de tener una relación individual con Dios y de todo lo que eso conlleva. Por otro lado, el Korbán Pesaj representa nuestro compromiso con Dios como parte del pueblo judío. Las leyes del Korbán Pesaj enfatizan la importancia de cumplir la mitzvá en grupos, acentuando de esta forma el aspecto nacional de la mitzvá. Por lo tanto, uno debe realizar dos pactos con Dios: uno como individuo y otro como parte del pueblo judío.
Este entendimiento puede ayudarnos a explicar una extraña ley delKorbán Pesaj. Está prohibido que un judío no circuncidado participe del Korbán Pesaj10. ¿Cuál es la lógica de esto? ¡No cumplir con una mitzvá de ninguna manera exenta a la persona del cumplimiento del resto de las mitzvot!11 La respuesta es que una persona no puede comprometerse sinceramente con Dios como parte de una nación si no se ha comprometido primero en el plano individual.
Esto nos enseña una lección esencial. Mucha gente se identifica fuertemente con el judaísmo y como parte del pueblo judío; se comprometen con el Estado de Israel y están dispuestos a sacrificar con alegría parte de su tiempo y energía —e incluso están dispuestos a arriesgar sus vidas— por el pueblo judío. Mucha gente defiende a Israel cuando es atacado verbalmente por algún antisemita. Pero, sin embargo, el compromiso es mucho menor desde el punto de vista individual12. Puede que uno se identifique como parte de la nación judía, pero también debe luchar para comprometerse a mejorar su relación individual con Dios.
La aplicación práctica de esta lección varía para cada persona, pero en términos generales, cada uno debería analizar cómo aumentar su compromiso personal en su relación con Dios. Algunos ejemplos podrían ser hablar con Dios13, estudiar más de Su Torá, esforzarse para observar más aspectos de Shabat o de cashrut, etc. Lo importante es intentar hacer algo, ya que es vital recordar que Dios quiere tener una relación personal con cada uno de nosotros.
1 Muchas de las ideas de este ensayo están basadas en una clase dada por Rav Uziel Milesky.
2 Séfer HaJinuj, Mitzvá 2. Caret es traducido como escisión espiritual. Hay mucho debate respecto a lo que caret implica exactamente pero, como su nombre implica, involucra alguna forma de pérdida de conexión con Dios. Las transgresiones que generan caret incluyen comer pan en Pésaj, comer ciertas grasas prohibidas, varios tipos de relaciones prohibidas, etc. Es importante destacar que una persona que comete alguna de estas acciones debido a una falta de conocimiento no sufre caret.
3 Hay otros factores que entran en juego respecto al nivel del castigo. Por ejemplo, como dijimos antes, el conocimiento de la ley judía es muy importante al determinar el ónesh que la persona recibe.
4 Cabe recordar que la teshuvá (arrepentimiento) siempre puede rectificar el daño causado por los pecados (aunque, en algunos casos, puede que sea necesario un grado de sufrimiento).
5 Obviamente esto no significa que esté exento de cumplir mitzvot, sino que tiene una muy seria inhibición espiritual.
6 Este es Dios hablando en las palabras del profeta.
7 Ezequiel, 16:6.
8 Melajim 1, Cap. 19:10.
9 Es interesante notar que dos de las mitzvot más observadas por los judíos seculares son brit milá y la noche del Séder de Pésaj.
10 Séfer HaJinuj, Mitzvá 17.
11 Ni de esa mitzvá misma, obviamente.
12 Cabe destacar que mientas que la mitzvá de brit milá sólo aplica a hombres, las lecciones derivadas de ellas aplican a hombres y mujeres por igual.
13 Pese a que hay servicios de plegarias estandarizados, es altamente recomendable que la persona también hable con Dios en el lenguaje y el momento que le resulte más conveniente, y que comparta sus deseos, sentimientos y necesidades con Su Creador.
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