El placer de comer. (Ki Tetzé)
La parashá Ki Tetzé incluye una legislación laboral interesante: cuando los campesinos recolectan la producción del campo, como por ejemplo frutillas, tienen permitido comer tantas frutillas como deseen mientras trabajan. La Torá reconoce que es cruel darle a una persona acceso a la comida pero prohibirle su ingesta.
En base a este razonamiento, la Torá prohíbe colocar un bozal a un animal que está arando un campo.
Y hay más extensiones interesantes de esta ley. Por ejemplo, está prohibido presentar comida frente a invitados y después hacerlos esperar para comer. ¿Te imaginas que alguien sirve un pollo para una comida festiva, pero que antes de comer, todos deben sentarse a escuchar un discurso de 30 minutos?
Otra legislación curiosa fue determinada en los años ’20 por un sabio norteamericano, Rav Moshé Feinstein. Se le preguntó acerca de la cría de ganado con fines comerciales, donde alimentaban a los animales con químicos en lugar de comida. Basado en esta parashá, el Rav Feinstein dictaminó esta práctica como prohibida dado que privaba a los animales del placer de la comida.
Dios nos ha dado un mundo lleno de comidas deliciosas y placeres. El Talmud dice que una de las primeras preguntas que nos harán cuando lleguemos al Cielo será si hemos probado todas las diferentes frutas que Dios creó. Él nos dio acceso a todas ellas, para que las disfrutemos. El judaísmo hace hincapié en los placeres, no los niega. La única condición es que mostremos apreciación hacia Dios por todo lo que tan generosamente nos concede.
Eludiendo tus Deseos.(Ki Tetzé)
La parashá de esta semana contiene una ley que, superficialmente, es difícil de entender: si un soldado siente pasión por una mujer en el medio de la guerra, él no puede seducirla. (Hasta ahora vamos bien). En vez de eso, debe llevarla a casa, afeitar su cabello, esperar 30 días... ¡y entonces puede seducirla! (Deuteronomio 21:10-14).
Nuestros sabios explican: la Torá no está sancionando la promiscuidad. La Torá entiende la naturaleza humana y nos está dando leyes para ayudarnos a controlarla.
En el calor y pasión de la batalla, es difícil estar en control de uno mismo. La balas vuelan por doquier; las hormonas están revoloteando por el cuerpo en niveles más allá de lo natural; los valores se vuelven confusos. Y, de repente, un soldado se encuentra con una hermosa mujer...
La Torá reconoce que si dijese directamente que está prohibida, el desafío sería demasiado difícil de superar para la mayoría. En lugar de eso, le da al soldado una forma de controlarse a sí mismo. Ella no está totalmente prohibida; tan sólo debes esperar 30 días. De esta forma, el soldado no se ve enfrentado a un desafío de pasión versus valores. Él puede tener ambas cosas; todo lo que tiene que hacer es esperar.
Puede que de todas formas no supere la prueba, pero claramente el desafío será mucho más fácil. Y, obviamente, está casi garantizado que al final de los 30 días, con la cabeza rasurada de ella y el campo de batalla habiendo quedado atrás, su pasión habrá disminuido y él reconocerá que esa no es la forma de tratar a otro ser humano.
Vemos de aquí que en lugar de enfrentar los deseos indeseados de forma directa, generalmente hace más sentido eludirlos por un costado.
Comencemos con el corolario. Tu alarma suena a las 7 a.m. Una parte de ti dice que es hora de levantarse. Otra parte de ti dice que mejor podrías dormir hasta las 10, hasta las 11 o incluso hasta las 12. Esta última parte sabe, sin embargo, que no saldrá victoriosa de una confrontación directa. Entonces, ¿qué es lo que te dice? Presiona las más malvada de todas las invenciones – el botón “snooze” de la alarma. Antes de que te des cuentas, en intervalos de 10 minutos, ¡habrán pasado 3 horas!
Manejar sabiamente los deseos no deseados – de la misma manera en que ellos nos manejan sabiamente a nosotros – es la clave para vencerlos. Acá tienes algunos ejemplos prácticos:
Estás realmente enojado con alguien y quieres gritarle. Entonces, dite a ti mismo que vas a gritarle y que lo vas a arrojar por la puerta. Imagínalo; fantasea sobre ello; permite que tu boca babee esperando el momento. Sólo hay una condición – debes hacerlo mañana. Y mañana, te garantizo, la pasión se habrá disipado y tú podrás tomar una decisión más objetiva. Quizás la persona sí necesita que la regañen – pero lo vas a hacer de una forma mucho más sana y efectiva.
O si tu familia te necesita inmediatamente, pero están transmitiendo tu partido favorito por la televisión. En lugar de tomar una decisión entre la familia y el fútbol – una decisión que es demasiado desafiante para algunas personas – haz ambas. Pasa la primera parte del tiempo con tu familia, y ve la segunda parte del partido. Evitarás la confrontación directa, ¡y quizás incluso querrás saltarte también la segunda mitad!
El principio que nos está enseñando la Torá es sumamente importante: no suprimas tus deseos; mejor, trabaja con ellos. Enfrenta directamente tus deseos y probablemente serás derrotado. Cede y tus probabilidades de ganar serán mucho mayores. No está garantizado – porque siempre tendrás libre albedrío – pero aumentarán significativamente las probabilidades de que salgas victorioso.
Todos Tenemos que Cumplir Nuestros Roles. (Ki Tetzé)
Los aviones volaban formados en las alturas, descargando su carga mortal sobre los atrincherados soldados de infantería. El soldado raso Johnson estaba en su punto de guardia al final del campo cuando se le ocurrió una idea brillante. Si sólo pudiera llegar hasta el cañón que estaba a medio kilometro de él, podría hacer explotar a los aviones en el cielo.
Sin molestarse en consultar al oficial que lo comandaba, Johnson partió. Arriesgando su vida bajo el fuerte fuego, finalmente alcanzó el cañón y empezó su cortina de fuego. Era como en los videojuegos, el soldado Johnson disparó a cada avión sin ninguna ayuda, ganando la batalla para los Aliados.
Tan pronto como Johnson regresó a su barraca fue levantado sobre los hombros de sus compañeros que celebraran la victoria. Repentinamente se abrió la puerta bruscamente y entró la policía militar.
“¿Es usted el soldado Allen Johnson?”, preguntaron de forma agresiva.
“Sí, soy yo”, contestó orgulloso. “¿Me quieren dar mi medalla?”.
“¡No exactamente!”, respondieron, “¡Estás bajo arresto por dejar tu posición en la mitad de la batalla!”.
Todas las protestas de Johnson no valieron de nada. Él estaba seguro que podía hacer un mejor trabajo en artillería - ¡y tenía razón! ¡Tan solo mira los resultados!
Desafortunadamente, los jueces no estuvieron de acuerdo con Johnson. El último reporte informa que Johnson todavía está pelando papas en la cocina militar.
¿Cuál es el punto de esta historia? Todos tenemos que cumplir nuestros roles. Abandonarlos es deserción, incluso si pensamos que podemos lograr más en otra posición.
La parashá Ki Tetzei es una recopilación de leyes que Moshé enseñó al pueblo antes de su muerte. Una de ellas es que los hombres y mujeres deben vestirse de forma distinta para diferenciar entre ellos. El concepto (que no siempre se acepta en la sociedad occidental) es que los hombres y las mujeres son inherentemente diferentes, a pesar de ser igualmente importantes. Tal como la artillería y la infantería, el ejército y la marina, incluso la mesa y la silla son de igual valor sin embargo, inherentemente diferentes, así también el hombre y la mujer desde la perspectiva de la Torá son distintos y deben estar conscientes de esto.
El matrimonio es el vehículo que combina al hombre y a la mujer para crear una relación completa y una casa judía construida sobre bases fuertes.
La parashá comienza con una lista de leyes aparentemente inconexas , pero el Talmud las conecta.
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La Mujer Cautiva
La Torá reconoce el hecho de que un soldado en la batalla, temiendo por su vida en cualquier minuto, no siempre puede controlarse. Por ejemplo, un soldado judío que encuentra comida no casher y se está muriendo de hambre, puede comer de ella. Así también, si un soldado ve a una mujer entre los cautivos, puede ser que no logre controlarse. La Torá le permite llevarla a su casa por un mes para decidir si quiere casarse con ella o no.
El principio es específico. ¿Basado en qué criterio debe uno elegir una esposa? Obviamente a este soldado no le atrajeron las maravillosas cualidades del carácter y la increíble inteligencia. ¿Debe uno elegir una esposa basado completamente en la atracción física? Esto parece ser una receta para el desastre, dado que la atracción física se desvanece más rápido de lo que uno cree.
La Torá le dice a este soldado que la lleve a su casa por un mes y ella debe “llorar en su sala”. Si él está tan impresionado y aún quiere casarse con ella, hay una posibilidad de que esta relación funcione. Sino, él debe dejarla ir impune.
A pesar de que la Torá le da al soldado la opción de casarse con la mujer cautiva, la Torá no lo recomienda. En proximidad a estas leyes está escrito: “Si la tomas, vas a terminar teniendo problemas matrimoniales”.
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El Hijo Rebelde
Esta ley es conceptualmente una continuación de lo anterior. Si el soldado se casa con la mujer cautiva, probablemente va a terminar con problemas matrimoniales, los cuales darán como resultado un hijo rebelde. Los detalles exactos de esta ley – en la cual los padres mismos entregan a su hijo a la corte para ser matado – son tan improbables, que el Talmud dice “nunca ocurrió algo así y nunca podrá ocurrir”.
Algunas de las condiciones son:
(1) El hijo debe tener entre 12 y 13 años y medio de edad.
(2) El hijo le robó dinero a sus padres y compró y consumió una gran cantidad de vino y carne con sus problemáticos amigos.
(3) Los padres son físicamente sanos (no ciegos, sordos, mudos ni les falta ninguna extremidad), y son muy parecidos el uno al otro.
Pregunta: Si el caso es teóricamente imposible, ¿Por qué la Torá lo menciona?
Respuesta: Los Sabios dicen que la razón es para enseñarnos una lección teórica: ¡Se cuidadoso en relación a cómo educas a tus hijos! ¡Considera lo que eventualmente podría pasar!
Los comentaristas explican que la razón por la que este hijo (teóricamente) es ejecutado, es porque es adicto a ese estilo de vida y no va a estar contento cuando a sus padres se les acaben los fondos. Entonces, él va a robar, hurtar y eventualmente a asesinar (similar a lo que sabemos que ocurre con las drogas) – entonces la Torá nos ordena que tomemos medidas preventivas para la protección de la sociedad y también una intervención temprana a favor del alma del niño.
Lo siguiente que la Torá discute es sobre alguien que recibe la pena de muerte. La implicancia es que si los padres del hijo rebelde tienen una malentendida compasión por él, el hijo eventualmente va a cometer crímenes y va a recibir la pena de muerte de cualquier forma.
La Torá nos ordena que colguemos el cuerpo de ciertos criminales luego de su muerte, como una forma de expiación para sus almas. La Torá prohíbe dejar el cuerpo colgando durante la noche y el Talmud dice que la costumbre era colgar el cuerpo sólo algunos momentos e inmediatamente bajarlo.
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Objetos Perdidos
El primer tema que tradicionalmente se enseña a los alumnos jóvenes al empezar el estudio de Torá, son las leyes de retornar objetos perdidos. La meta es imprimir en ellos la santidad de las posesiones de las otras personas.
Si encuentras un objeto perdido que tiene una señal identificadora, debes tratar de localizar al dueño, que debe identificar apropiadamente el objeto. Si el objeto implica un costo al tenerlo (tal como alimentar a un animal), el que lo encuentra debe venderlo y guardar el dinero para el dueño. Si el animal puede ganar el dinero para su mantención vendiendo su leche, lana, huevos u otros, el que lo encuentra debe cuidar al animal original por un período corto, porque el dueño definitivamente prefiere su original; sin embargo, pasado ese tiempo debe venderlo.
El Talmud cuenta sobre un determinado rabino que encontró un pollo. Vendió los huevos y compró otro pollo, luego vendió más huevos y compró una cabra, vendió la leche y compró un cordero, luego vendió la lana, etc. Un año después, apareció un hombre buscando su pollo perdido y recibió un granero lleno de animales. Esto por supuesto, iba mucho más allá de la verdadera obligación.
Una revista religiosa para niños, incluía una carta al editor de un niño pequeño preguntando qué se hacía si alguien encontraba un gancho de ropa en un edificio de departamentos donde hay cables de colgar ropa compartidos, y no sabía de quien era. ¡¿Cuán frecuentemente encuentras este tipo de preguntas en revistas de niños?! Si los niños son sensibles a los ganchos de ropa, ciertamente no van a tomar bicicletas o cosas más valiosas. Esta es la sensibilidad que la Torá quiere que nosotros mostremos.
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La Mamá Pájaro
Esta es considerada la mitzvá más fácil de la Torá. No cuesta dinero, no requiere preparación y necesita un mínimo esfuerzo. Si sucede que uno llega a un nido de pájaros en un bosque y quiere tomar los huevos o los pajaritos, primero debe espantar a la madre y luego tomarlos cuando ella está lejos.
El concepto es que incluso en el mundo animal, existen sentimientos maternales (a lo que el rabino Hirsch se refiere como “la profesión más noble del mundo”), y la Torá quiere que seamos sensibles a esos sentimientos. No debemos causar la angustia de la madre al tomar a sus hijos delante de sus ojos.
Presumiblemente ella luego se olvida y empieza un nuevo nido, a pesar de que el Zohar dice que la lamentación de la madre pájaro, al encontrar que no están sus hijos, ¡abre las puertas de la misericordia en el mundo!
La Mishná dice que a aquél que proclama que “la misericordia de Dios se extiende incluso hasta el nido de pájaros” se le hace callar, porque es falso afirmar que el propósito de las Mitzvot es misericordia. Los comentaristas explican que el punto no es que Dios tiene misericordia de los pájaros, porque si fuera así, Él habría prohibido la matanza de pájaros. El punto es que Dios quiere que la gente sea misericordiosa. Si nosotros somos sensibles a los sentimientos de un pájaro, entonces ciertamente nos vamos a preocupar por nuestro prójimo.
La recompensa por esta mitzvá es larga vida. La única otra mitzvá positiva que la Torá especifica su recompensa es honrar a los padres, que es considerada una de las mitzvot más difíciles. De este hecho, que la mitzvá más fácil y la más difícil reciben la misma recompensa, podemos aprender que no podemos clasificar las Mitzvot, y debemos hacerlas cuando la oportunidad se presenta.
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Una Barda en el Techo
La Torá nos ordena a poner bardas en nuestros techos. Esto se refiere a un techo plano en el que la gente camina. “El caido se caerá”(Deuteronomio 22:8), los rabinos explican que a pesar de que sólo aquel al que se le decretó desde el cielo que debe caer realmente caerá, nosotros somos responsables de que nuestros techos no sean un vehículo de esa muerte. Tal como lo explican los rabinos: “Las cosas buenas pasan a través de gente buena y las cosas malas a través de gente mala”. Esta ley básica de precauciones de seguridad nos enseña que “si ocurrió en tu dominio como resultado de tu negligencia, eres responsable y ¡no debes culpar a Dios!”.
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Separaciones
La Torá prohíbe el cruce de especies. Dios creó diversidad en Su mundo y quiere que las especies permanezcan siendo diferentes unas de las otras.
Más allá de eso, la Torá prohíbe arar un terreno (o transportar cualquier carga) con un buey y un burro juntos. La Ley Oral expande esto a dos especies cualquiera. La razón simple es que animales diferentes andan a diferentes velocidades y eso inevitablemente causa dolor a las dos especies.
La Torá prohíbe el uso de lana (que representa el mundo animal) y lino (hecho de fibra de lino que representa el mundo vegetal) en la misma prenda. La Ley Oral explica que esto se refiere sólo a lana y lino y no a otras telas como el algodón.
Los comentaristas conectan esta ley con la controversia entre Cain (el primer agricultor) y Abel (el primer pastor). Hoy en día hay laboratorios especiales que hacen pruebas y determinan si una prenda contiene una mezcla de lana y lino. Los bolsillos, los forros y los botones pueden reemplazarse; sin embargo si el material mismo contiene esta mezcla, la prenda no puede utilizarse.
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El Hijo Ilegítimo (Mamzer)
La Torá establece restricciones sobre los hijos de ciertas uniones prohibidas (tales como adulterio e incesto). Esto no debe percibirse como un castigo, dado que por supuesto los hijos no son culpables. Más bien, esto es como un hijo nacido con un impedimento físico porque su madre tomó drogas o alcohol durante el embarazo. El punto es que, tristemente, ellos nacen con un “defecto espiritual” – y esto pone una seria responsabilidad sobre los padres para que sean cuidadosos.
Sin embargo, ¡esto no quiere decir de ninguna manera que un mamzer es un judío de segunda clase! Él sólo está limitado en relación a contraer matrimonio. En todas las otras áreas, es un judío completo.
Un ejemplo de esto se encuentra en la Mishná que se relaciona con el rescate de prisioneros. La comunidad judía tiene una obligación de rescatar prisioneros (si los piratas no piden una suma exorbitante). Si la comunidad no puede redimir a todos los cautivos, la Mishná establece el orden de prioridad. La Mishná nos dice que un estudioso de la Torá viene antes de un Sumo Sacerdote, porque el estudioso de la Torá es un mayor valor para la comunidad.
¿Qué pasa en el caso de un mamzer que es estudioso de la Torá versus un Sumo Sacerdote que es un ignorante? La Mishná dice que hay que salvar al mamzer estudioso de la Torá. De esto aprendemos que el mamzer puede ser muy grande y que sólo está limitado en un área específica.
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