Parashá Balak
lunes, 29 de junio de 2015
Parashá de la semana / Balak, Números 22:2-25:9
Resumen de la Parashá Balak
Extraido de Lilmod uLelamed
Balak, rey de Moav, vió con angustia la victoria de los israelitas sobre los emoritas. Temiendo una invasión a su propio reino, concertó una alianza con sus antiguos enemigos, los midianitas. Luego envió mensajeros a Bilam, de Petor, un famoso hechicero, para solicitarle que maldijera a los israelitas. Bilam pidió a la delegación que se quedara con él toda la noche para darle tiempo de consultar a D´s si podía cumplir con el pedido. Durante la noche fue advertido por el Señor que no fuera con los enviados, de modo que los envió de regreso.
Pensando que una invitación más tentadora resultaría efectiva, Balak envió una segunda delegación, más numerosa y de mayor prestigio, que ofreció a Bilam grandes honores y recompensas si cooperaba. El hechicero, obviamente motivado por su codicia personal, le pidió que permanecieran con él hasta que pudiera recibir nuevamente las instrucciones de Hashem.
Esta vez recibió autorización para ir, pero a condición de que hablara solamente como el Señor le indicara. Balak encontró a Bilam en la orilla del Río Arnón y lo llevó a una ciudad cercana para asistir a una fiesta en su honor. Al Dia siguiente llevó a Bilam a una colina sagrada para los adoradores del Baal, desde donde podía ver parte del campamento israelita. Después, Bilam y Balak sacrificaron un carnero y un buey en cada uno de los siete altares, y Bilam le dijo a Balak que permaneciera cerca de al ofrenda ardiente mientras él se retiraba para consultar a D´s. A su regreso pronunció su primer discurso: "¿Por qué he de maldecir yo al que D´s no maldijo?", preguntó. "...He aquí un pueblo que habitará solitario y no será considerado entre las naciones".
Disgustado por la inesperada alabanza que hizo Bilam de los israelitas, Balak lo llevó a la cima del monte Pisgá esperando resultados diferentes. Pero una vez más Bilam decepcionó a Balak al declarar que Hashem no quebraría Su promesa de bendecir a Israel y que ningún tipo de magia prevalecería sobre ese pueblo. Balak, desesperado, pidió a Bilam que disistiera de maldecir o bendecir a los israelitas. Antes de partir, sin embargo, Bilam predijo la soberanía de Israel y la condena de Moav, Edom, Amalek y demás enemigos del pueblo judío.
Luego, los israelitas acamparon en Shitim. Allí, las mujeres paganas de Moav, aconsejadas por Bilam, tentaron a los israelitas a unirse a ellas en al adoración de Baal pero y partiricipar en una orgía idolátrica e imnmoral. Moshe sentenció a muerte a los pecadores y una plaga se difundió entre la congregación. Pinjas, el hijo de Elazar, el Cohén Gadol, presenció un acto flagrante de inmoralidad entre un israelita y una mujer midianita. Defendiendo fanáticamente las leyes del Señor, ejecutó a ambos pecadores. La plaga cesó sólo después que hubieron perecido veinticuatro mil miembros de la congregación.
Estudiando algunos Midrashim
Extraido de El Midrash Dice. Edit. Bnei Sholem
Balak es Designado Rey de Moab
Cuando los judíos arribaron a las afueras de Moab, los residentes locales temblaron porque ellos estaban enterados de que los judíos habían recientemente destruído a los aliados y poderosos protectores de los moabitas, los gigantes Sijón y Og.
A pesar de que los moabím sabían que el arribo de Benei Israel no planteaba amenaza a sus vidas (porque habían oído que Di-s había prohibido a Moshé librar guerra contra Moab), todavía tenían miedo de que su país fuera saqueado. También temían que Benei Israel pudieran exterminar a todos los vecinos a su alrededor.
Por sobre todo, los moabím abrigaban contra Benei Israel un odio eterno.
En esta situación de emergencia Moab designó un nuevo rey, Balak. Debido a que Balak no era de linaje real, sino un mero noble; ni era él un moabita nativo, sino un midianita, habría sido inelegible para el cargo en tiempos normales. Ahora su reputación como un poderoso héroe de guerra y como un mago superior impulsó su selección.
Antes de tomar acción, Balak decidió descubrir el secreto del fenomenal éxito del pueblo judío. ¿Por qué habían podido ellos, desde ietziat Mitzraim (éxodo de Egipto), derrotar a una nación tras otra?
Balak envió un mensaje a los hombres sabios de Midián.
"El líder judío Moshé creció entre vosotros," consignaba él. "¿Podéis decirme por qué es él tan exitoso?"
El recibió la réplica, "Verdaderamente, esta malvada serpiente Moshé fue nutrida en nuestro seno. Un midianita lo invitó a su casa, le dio a su hija en matrimonio, y lo proveyó de dinero. Después de abandonar la casa del suegro, Moshé destruyó la nación entera de Egipto".
"Vos deseáis saber dónde descansa su poder y el de sus seguidores: descansa en sus bocas. Cuando ellos claman a Di-s, El cumple todo lo que ellos le solicitan".
"Combatíd a los judíos con el mismo método. Nosotros os aconsejamos convocar a Bilám, cuyo poder de habla equipara a aquél de Moshé."
La fama de Bilám había sido desde hacía mucho, internacional, como un profundo filósofo y como un intérprete de sueños profesional. Más tarde, él también se volvió conocido como un mago poderosamente efectivo. Reyes, de lejos y cerca le pagaban fabulosas sumas para pronunciar maldiciones sobre sus enemigos, o para pedir sobre sí mismos bendiciones de éxito.
Balak estaba personalmente convencido del poder de Bilám porque años atrás Bilám había profetizado que Balak se convertiría en rey, y ahora la palabra de Bilám había resultado cierta. Más aún, dado que el Rey Balak era el mago más grande de todos los habitantes de Moab, (quienes eran todos diestros en el arte), él, más que ningún otro, apreciaba el poder de Bilám sobre los poderes de tumá (impureza).
El mismo Rey Balak tenía el siguiente poder mágico especial:
En tiempos antiguos había personas que, manipulando las fuerzas de tumá, podían crear pájaros que revelaban secretos del futuro.
Ellos utilizaban una cierta combinación de materiales (oro para su cabeza, plata para el pico, cobre para sus alas, y así sucesivamente), y ensamblaban las partes en ciertas horas del día. Finalmente, ellos insertaban en su boca la lengua de un pájaro vivo, colocaban al pájaro artificial sobre el antepecho de una ventana abierta, de modo que enfrentaba al sol de día y la luna de noche. Siete días más tarde la lengua del pájaro comenzaba a hacer un sonido tintineante. Entonces el mago la atravesaba con una aguja de oro y el pájaro comenzaba a hablar.
Balak era más experto que cualquier otro en crear este pájaro mágico. Su nombre, Balak ben Tzipor, significó, "Balak quien podía adivinar el futuro por medio de un pájaro mágico." Este pájaro le revelaba secretos que ningún otro conocía. Entre otras cosas, le contó que Balak sería primero victorioso sobre los judíos pero finalmente caería en sus manos.
Un día Balak estaba realizando sus ceremonias usuales para hacer hablar al pájaro. Mientras se inclinaba y le ofrecía incienso, el pájaro súbitamente se fue volando. Cuando no retornó inmediatamente, Balak se apenó. Un tiempo más tarde, no obstante, retornó, pero seguido por una ardiente llama que chamuscaba su cola. Esto pronosticaba que el poder de la Shejiná (Divinidad) finalmente derrotaría a sus poderes de tumá.
No obstante, Balak eligió invitar a Bilám a maldecir a los judíos porque él creía que los judíos estaban sujetos a las fuerzas naturales (mazalot) igual que todas las otras naciones. (El no comprendió que Kelal Israel está bajo la directa Providencia de Hashem).
Si Balak mismo era un mago,¿por qué él necesitaba a Bilám?
De hecho, la pericia de uno complementaba la del otro. Balak era diestro en materias prácticas; por ejemplo, él podía determinar exactamente dónde uno debe pararse para maldecir eficazmente. Bilám poseía las llaves más internas, las palabras apropiadas con las cuales maldecir.
¿A quién pueden ser los dos comparados?
Uno (Bilám) era como un cirujano que puede manejar un escalpelo pero no está familiarizado con las partes del cuerpo. El otro (Balak) era como un anatomista que puede identificar el órgano enfermo pero no puede realizar cirugía. Juntos, pueden emprender una operación.
Similarmente, Bilám sabía el momento preciso cuando una maldición sería efectiva, y Balak sabía el sitio desde el cual ella debía ser pronunciada. Balak concluyó, "Dejádme convocar a Bilám; juntos, venceremos al pueblo judío."
Balak Envía Delegados a Bilám
Balak solicitó que hombres sabios de Midián se unieran a la delegación que él estaba enviando a Bilám.
Los midianím consintieron, a pesar de que ellos habían estado hasta ahora en guerra con Moab. Los dos antiguos enemigos se aliaron por su odio común contra los judíos.
Temeroso de que Bilám pudiera negarse porque él no tenía sus herramientas mágicas a mano, los delegados llevaron consigo un equipo por si acaso.
Ellos arribaron a la ciudad natal de Bilám, la ciudad de Petor en Aram Naharaim, y dijeron a Bilám en nombre de Balak, "Una nación de 600.000 hombres ha escapado de Egipto. ¿No nos aseguraste vos, Bilám, que hechizásteis todas las fronteras de Egipto para que los judíos nunca pudieran partir? Bien, ellos lo hicieron, y a pesar de que no tienen ni rey ni tierra, mataron a los poderosos gigantes Sijón y Og.
"¡No repliquéis que nada de esto es de nuestro interés, porque ahora los judíos están ante nuestras fronteras!"
"Nosotros no hemos visto nunca a un pueblo más extraño. No podemos verlos porque están ocultos por Nubes de Gloria, mientras ellos nos observan".
"Yo, Balak, solicito que vos vengáis a asistirme. Esta nación batalla con palabras. Vos, también, poseéis el poder de las palabras. Si venís y maldecís a este pueblo, nosotros los demoleremos".
"Yo estoy convencido de que vuestras bendiciones y maldiciones son eficaces, porque después de que maldijísteis la ciudad de Jeshbón en Moab, Sijón pudo conquistarla".
"Yo os recompensaré liberalmente por vuestros servicios."
Usualmente, Bilám tomaba poco interés personal en los objetivos de sus bendiciones y maldiciones. El era un profesional, que trabajaba por dinero. De hecho, mientras la asignación fuera lucrativa, él maldeciría a quien previamente había bendecido, y viceversa.
No obstante, la oferta de Balak despertó un fuerte interés personal en Bilám. El no deseaba más, que dañar a los judíos.
Bilám era el nieto de Laván. El creía la calumnia de los hijos de Laván, "Iaacov robó a nuestro padre todas sus posesiones." Bilám por consiguiente odiaba a la descendencia de Iaacov con todo su corazón. Mientras sirvió como consejero del Faraón en Egipto, Bilám había aconsejado al rey egipcio bañarse en la sangre de niños judíos. El también había instado al Faraón a arrojar a los varones recién nacidos en el Nilo. Bilám era particularmente hostil hacia Moshé, dado que él sentía que su propia sabiduría igualaba la de Moshé.
No obstante, Bilám dijo a los delegados, "Yo no puedo daros una respuesta inmediata. Viajaré con vosotros sólo si Di-s me permite. Yo me comunico con Di-s por mis poderes de magia. El se me revela sólo de noche, así que alojáos aquí y yo os daré una respuesta en la mañana." Tan pronto como los hombres sabios de Midián oyeron que Bilám sometía sus acciones a la Voluntad de Di-s, se despidieron de él y retornaron a su país. Ellos no fijaron esperanza en el éxito de su misión, razonando, "Los judíos son los hijos de Di-s. Ningún padre permite que sus hijos sean dañados."
Los delegados de Moab, no obstante, accedieron permanecer por la noche en la casa de Bilám.
Usualmente, Bilám percibía a Di-s por sus poderes de kishuf, (brujería). Ahora, por primera vez, Hashem le concedió una visión profética por medio de ruaj hakodesh (inspiración Divina). A pesar de que el impuro Bilám era indigno de exaltación, Di-s le concedió la visión profética en honor de Kelal Israel. (Algunas veces, Hashem se revela a reshaím (malvados) por consideración a los tzadikím (justos). Así, El le habló a Laván en un sueño profético por consideración a Iaacov, y al rey filisteo Abimelej por consideración a Abraham.)
Di-s preguntó a Bilám, "¿Quiénes son estos (malvados) hombres que están con vos?"
Esta pregunta era una prueba para Bilám, quien debería haber replicado, "Señor del Universo, Vos sóis omnisciente; Vos no necesitáis preguntarme quiénes son ellos."
Pero, ardiendo de deseo por maldecir a los judíos, Bilám malinterpretó la pregunta de Di-s como una indicación de que El no está siempre consciente de los sucesos en esta tierra. "En tal tiempo," él pensó, "mi maldición puede ser eficaz."
El replicó arrogantemente, "Balak ben Tzipor, rey de Moab, los envió a mí para pedirme maldecir a los judíos. (¡Vos véis cómo aún los reyes buscan mi asistencia!)"2
Di-s deliberadamente engañó a Bilám planteando una pregunta ambigua como un castigo midá- kenegued- midá (medida por medida) por engañar Bilám a su generación.
Las siguientes personas introdujeron ideas nuevas, algunas para mejor y otras para peor:
- Noaj, entre otras cosas, fue el primero en embriagarse, e inició la práctica de maldecir a otros (cuando él maldijo a su nieto Canaán).
- Abraham, entre otras cosas, fue el primer hombre en exhibir signos de edad madura, los cuales él había solicitado de Di-s. Abraham fue pionero en establecer posadas gratis para viajeros.
- Bilám, entre otras maldades, estableció guaridas para jugar y casas de prostitución.
Antes de los tiempos de Bilám, las naciones gentiles mantenían oficialmente un cierto estándar de decencia, en reconocimiento de que la inmoralidad había sido una de las razones para el Diluvio que destruyó al mundo. Bilám, quien él mismo sucumbía a las más bajas formas de lujuria, enseñó a la humanidad cómo entregarse a la inmoralidad. En la noche que los hombres sabios de Moab se alojaron en su casa, él los introdujo a sus prácticas inmorales. De ahí que, Di-s pagó a Bilám con la misma moneda engañándolo.
Di-s replicó a la pregunta de Bilám, "¡Vos no podéis ir con estos hombres!"
El vanidoso Bilám pensó, "Quizá El no quiere molestarme a mí, el tzadik, para viajar a un país distante." inquirió esperanzadamente, "¿Puedo entonces maldecir a los judíos desde aquí?"
"No," replicó Hashem, "vos no podéis maldecirlos desde ningún lugar."
Bilam solicitó, "Si es así, permíteme bendecir al pueblo judío en cambio (y una bendición, en un tiempo inoportuno, es equivalente a una maldición)."
"Ellos no necesitan vuestra bendición," respondió Hashem. "Ellos están bendecidos a través de sus ancestros, y Yo los bendigo diariamente aprobando birkat cohaním (la bendición del Cohén)."
Cuando Bilám se levantó a la mañana siguiente, transmitió sólo en parte el mensaje del Todopoderoso. En vez de admitir que Di-s le había prohibido partir, el arrogante Bilám explicó, "Di-s no me deja ir con vosotros." El enfatizó "vosotros," guiando a los delegados a inferir que Di-s no le permitía viajar en su compañía porque ellos eran de rango inferior. Ellos retornaron al Rey Balak con la réplica, "¡Bilám no nos considera suficientemente distinguidos para invitarlo!" El mismo Rey Balak conjeturó que Bilám había rehusado porque no estaba satisfecho con la paga.
El rey reunió a otros delegados de más noble rango que los primeros, y les instruyó decir a Bilám, "¡Por favor no rehuséis venir! Balak os ofrece un salario de lejos más elevado que antes."
Esta vez Bilám confesó a los mensajeros, "Yo no puedo transgredir el mandamiento de Di-s, aún si Balak me ofreciera todo el oro y plata de sus tesoros." De hecho, el artero Bilám estaba insinuando el pago exorbitante que exigiría - toda la fortuna de Balak. "Esta suma no es exagerada," reflexionó el codicioso Bilám. "Totalmente al contrario, yo soy un trabajador barato. Balak me contrata para aniquilar a una nación entera. Si no fuera por mí, él tendría que movilizar y financiar un ejército, lo cual le costaría mucho más que lo que contiene su tesoro. Además, su ejército podría no ganar la guerra, mientras el éxito de mis maldiciones está garantido."
"Quedáos aquí durante la noche," dijo Bilám a los príncipes moabitas. "Dejádme ver qué más Hashem me dirá."
A pesar de que él había escuchado claramente a Di-s prohibirle maldecir a los judíos, su deseo de unirse a Balak era tan ardiente que él hizo otro intento para obtener permiso. Cuando Di-s vio la insistencia de Bilám, El consintió, dado que "todo hombre es conducido en la senda que él desea ir."
Di-s dijo, "Rashá, ¿sabes por qué quise impedirte unirte a Balak? Yo deseaba evitar tu muerte. Yo no deseo la muerte ni siquiera de un rashá. Si tú insistes en seguir el camino a la destrucción, entonces ve."
Hashem también permitió ir a Bilám para que él no alegara más tarde, "Hashem teme mis maldiciones. Por lo tanto, El no me permite maldecir a Su pueblo."
Así, aquella noche, Di-s le informó a Bilám, "Si vos insistís en ir con estos hombres, podéis. No obstante, Yo os doy permiso meramente de ir allí y dar consejo, o para otro propósito similar. Bajo ninguna condición vos podéis maldecir a los judíos." Si Bilám hubiera sido honesto, habría explicado a los mensajeros de Balak que a él sólo se le había permitido ofrecer consejo. No obstante, Bilám ocultó el punto de ellos. El estaba bien complacido con la respuesta de Di-s. "Al igual que El cambió Su opinión acerca de mi partida," pensó, "Todavía cambiará Su opinión acerca de mi maldecir a los judíos."
Cuando Di-s vio que Bilám no emprendía viaje en su misión con el fin de obedecerlo sino a fin de maldecir a los judíos, El se encolerizó.
El Rebe Najman sobre La Tora - Balak
Extraido de El rebe Najman sobre la Tora - Bamidbar
22:2 Y Balak, hijo de Tzipor vio todo lo que había hecho Israel al emorita.
Balak y Bilaam
Balak representan las "bestias salvajes" - aquellos que niegan la Providencia Divina y creen en la naturaleza, dejándose llevar por sus pasiones y búsquedas materiales, sólo por placer. BaLaK quería LoKeK (lamer) la sangre de los judíos, como una bestia salvaje.
Bilaam representa la "serpiente maligna" - aquel que se presenta como una persona temerosa de Dios pero utiliza su sabiduría para desarrollar explicaciones y metodologías ateas que alejan a los demás de Dios. Fue llamado BiLAam porque quería BoLeA (tragar) a toda la nación judía.
Cuando Balak vio que los judíos conquistaban fácilmente a sus enemigos, Sijón y Og, tuvo miedo. Aunque era un hechicero consumado, su magia no tenía ningún poder en contra de Israel. Debido a que Balak creía en la naturaleza y en su capacidad para usurpar y modificar la naturaleza a través de la hechicería, no tenía poder en contra de los judíos que, con sus plegarias, están más allá de la naturaleza. Pero Bilaam era el maestro de todos los hechiceros (Zohar III, 192a) y su poder estaba en su boca, en su capacidad para maldecir - i.e., para desviar la fe de la persona y convencerla de rebelarse en contra le Dios (Likutey Halajot I, p. 139a-141a).
22:4 Moab le dijo a los ancianos de Midian, "Ahora la congregación devastará todo lo que nos rodea, como un buey que devora la vegetación en el campo". En ese tiempo Balak, el hijo de Tzipor, era rey de Moab.
Moab le dijo a los ancianos de Midian
Aunque Moab y Midian era viejos enemigos, hicieron la paz para atacar a los judíos (Rashi).
MiDiaN es similar a DiN (juicios). Así, los "ancianos de Midian" hacen referencia a la ira y a los juicios, como opuesto a los "ancianos de la santidad", quienes representan la paciencia y la compasión. Balak, el rey de Moab, temía que los judíos lo "devorasen" - i.e, que consumiesen su sendero del mal. Por lo tanto llamó a los ancianos de Midian, sus enemigos, para que lo ayudasen a detener la difusión de la santidad, de la paciencia y de la compasión (Likutey Halajot I, p. 144a).
Moisés, Balak, Bilaam y su asna
Cuando los moabitas vieron que los hijos de Israel habían salido victoriosos sobre Sijón y Og, de una manera milagrosa, dijeron, "Su líder creció en Midian", y fueron a preguntarles a los midianitas cuáles eran las principales características de Moisés. Los midianitas les dijeron, "Su poder está en su boca [i.e., el poder de la plegaria]" - por lo cual los moabitas decidieron vencer a los judíos con un hombre (Bilaam) cuyo poder también estaba en su boca [i.e., para pronunciar maldiciones] (Rashi).
Balak buscó contrarrestar el poder de Moisés contratando a Bilaam, cuyos poderes eran iguales a los de Moisés pero se originaban en el Otro Lado de la santidad. Esto dispuso el escenario para una batalla arquetípica. Moisés representa al verdadero Tzadik que estudia la Torá con pureza y les puede traer la luz de la Torá a todos. Bilaam representa el falso erudito de Torá; aquel que presenta enseñanzas aparentemente hermosas de Torá pero que no vive a la altura de ninguno de los ideales de la Torá. El malvado que enseña Torá es muy peligroso - puede producir la caída de mucha gente. Pero el Tzadikverdadero retira las palabra de Torá de la persona malvada y las transforma, volviéndolas beneficiosas.
Los poderes de Moisés eran tales que podía elevar la Torá desde el nivel más bajo en que había caído, desde la boca de Bilaam, transformándola en Torá y trayendo bendiciones. Por lo tanto pudo obstruir los designios del malvado Bilaam. Es posible ver esto en la historia de Bilaam, que tuvo relaciones con su asna (ver Avodá Zará 4b). El asna reprochó a Bilaam, "Hahaskein hiskanti - ¿He acostumbrado [a hacer estas cosas contigo antes]?" (Números 22:30), que el Targúm Onkelos traduce como "HameiLaF ALiFna - ¿Alguna vez me han enseñado?" (de la palabra ALeF, estudio). Bilaam estaba totalmente avergonzado y fue incapaz de maldecir a los judíos. Las palabras del asna revelan que los poderes de Bilaam surgían de sus estudios inapropiados. Pues pese a la aparente piedad de Bilaam y a su erudición, de hecho era profundamente inmoral, llevando la erudición de la Torá a un nuevo y bajo nivel (Likutey Halajot V, p. 538-270a-540).
22:5 Y envió mensajeros a Bilaam el hijo de Beor, a su tierra de Petor, que está junto al río, para llamarle diciendo: "He aquí un pueblo que acaba de salir de Egipto; he aquí que cubre la faz de la tierra y está asentado enfrente de mí".
Balak envió mensajeros a Bilaam
Cuando los moabitas vieron que los hijos de Israel habían salido victoriosos sobre Sijón y Og, de una manera milagrosa, dijeron, "Su líder creció en Midian", y fueron a preguntarles a los midianitas cuáles eran las principales características de Moisés. Los midianitas les dijeron, "Su poder está en su boca [i.e., el poder de la plegaria]" - por lo cual los moabitas decidieron vencer a los judíos con un hombre (Bilaam) cuyo poder también estaba en su boca [i.e., para pronunciar maldiciones] (Rashi).
Moisés es la personificación del daat de santidad, mientras que Bilaam es la personificación del daat de la impureza. En ambos casos, la revelación del daat se produce a través de la boca, como está escrito, "Noche a noche dice su daat" (Salmos 19:3). Sin embargo, cuando el malvado habla y exhala aire de su boca, produce un aire envenenado de inmoralidad y todo aquel que oye sus palabras y las respira, introduce ese aire en su cuerpo (Likutey Moharán I, 43).
El rabí Natán agrega que hoy en día nos es muy difícil saber quién es realmente malo. La única manera de evitar el habla de la persona malvada y protegernos de los pensamientos y de las acciones inmorales es orando y pidiéndole a Dios que nos proteja del "malvado que tiene daat" y nos guíe en el sendero de los santos Tzadikim (Likutey Tefilot I, 43).
Bilaam
Nunca volvió a levantarse en Israel un profeta como Moisés (Deuteronomio 34:10).
Nunca volvió a levantarse en Israel, pero sí lo hizo en las naciones. ¿Quién fue? Bilaam (Sifri; Zohar II, 21b).
Moisés representa la Torá de la pureza. Su nombre, MoShé RaBEiNU ("Moisés, nuestro maestro"), tiene el mismo valor numérico que TaRIaG ( 613), haciendo referencia a las 613 mitzvot que conforman la Torá (Megalé Amukot #113). BiLAaM, que es el paralelo de Moisés dentro de las fuerzas de la impureza, también es el paralelo de la Torá dentro de las fuerzas de la impureza, como está aludido por las letras de su nombre: bet, lamed, ain, mem.
Bet y lamed son, respectivamente la primera y la última letra de la Torá (ver Génesis 1:1; Deuteronomio 34:12).
Ain tiene el valor numérico de 70, aludiendo a los setenta "rostros" o interpretaciones de la Torá.
Mem tiene el valor numérico de 40, correspondiente a los cuarenta días en los cuales fue dada la Torá (ver Éxodo 24:18).
Debido a que Bilaam estaba hundido en la impureza, deseaba desarraigar a la Torá, que está asociada con la pureza (Likutey Moharán I, 36:2).
22:8 Y él les dijo: "Pasen la noche aquí y les traeré una respuesta según me hable Dios". Se quedaron pues, los príncipes de Moab con Bilaam.
Pasen la noche aquí
Dado que los profetas no judíos son indignos de una comunicación Divina directa, el espíritu de profecía se posa en ellos sólo durante la noche (Rashi).
El espíritu de profecía puede posarse sobre un profeta a la noche o durante el día. "Noche" representa un "despertar desde Arriba" (i.e., Dios desea que así sea). "Día" representa un "despertar desde abajo" (i.e., la persona se vuelve digna de recibir la inspiración Divina). Dado que Bilaam era una persona indigna, sabía que no podía alcanzar la profecía durante el día. Por lo tanto les dijo a los mensajeros de Balak, "Pasen la noche aquí y les traeré una respuesta según me hable Dios" (Likutey Halajot I, p. 330).
22:18 Bilaam les respondió a los siervos de Balak: "Aun cuando Balak me diere su casa llena de plata y de oro, no puedo traspasar la palabra de Dios, mi señor, para hacer cosa alguna, ni chica ni grande".
No puedo traspasar la palabra de Dios... Ahora ustedes también permanezcan aquí esta noche
Así como cada persona puede utilizar su libertad de elección para volverse santa y atraer la Voluntad de Dios hacia su propia voluntad, los malvados como Bilaam utilizan su libertad de elección para impurificarse y llevar la Voluntad de Dios hacia sus malignos designios. Bilaam hizo creer a Balak que la Voluntad de Dios ya no era suprema (Dios no lo permita) y que él, Bilaam, podía hacer que la Voluntad de Dios se plegase a su deseo.
Bilaam mostró ese deseo de atraer la Voluntad de Dios hacia la suya, pese al hecho de que Dios le había dicho que no fuese a ver a Balak (Números 22:12). Les pidió a los nuevos mensajeros que se quedasen esa noche, con la esperanza de encontrar todavía una manera de maldecir a los judíos. Cuando comenzó su viaje para encontrarse con Balak, un ángel se colocó en su camino para detenerlo, pero él persistió en continuar. Bilaam golpeó a su asna tres veces; en su reproche el asna aludió a que Bilaam estaba tratando de desarraigar a una nación que celebra las Tres Festividades (Rashi sobre Números 22:28). Las Festividades conmemoran los milagros del Éxodo, cuando Dios reveló Su Providencia Divina, Su Voluntad. El que el asna abriese su boca para hablar fue un milagro que tenía la intención de demostrarle a Bilaam cuán lejos había caído, llevando sus impurezas hacia la boca para poder maldecir a los demás. En verdad, estaba hundido en la impureza dado que cometía bestialismo con su asna (ver Avodá Zará 4b) (Likutey Halajot I, p. 142a-143a-286).
22:28 Dios abrió la boca del asna, la cual le dijo a Bilaam: "¿Qué te he hecho, para que me hayas pegado estas tres veces?".
Dios abrió la boca del asna
Nunca volvió a levantarse en Israel un profeta como Moisés (Deuteronomio 34:10).
Nunca volvió a levantarse en Israel, pero sí lo hizo en las naciones. ¿Quién fue? Bilaam (Sifri; Zohar II, 21b).
Entre los niveles de santidad y los niveles de impureza se encuentra la klipáde noga, que contiene tanto bien como mal. Noga representa la libertad de elección, que puede ser dirigida hacia ambos lados. Moisés alcanzó su nivel al utilizar la libertad de elección para servir a Dios, buscando los niveles más elevados de pureza. Bilaam decidió utilizar su libertad de elección para buscar los niveles más bajo de impureza. Se hundió tan bajo que llegó a cometer bestialismo con su asna (ver Avodá Zará 4b).
Balak contrató a Bilaam para maldecir a los judíos porque había reconocido el tremendo poder del habla de Bilaam. Este poder le llegaba debido a que Bilaam aprovechaba toda oportunidad para llevar el poder de la santidad hacia el ámbito de la impureza. Pero Moisés era la contraparte de Bilaam en el ámbito de la santidad y pudo anular el poder de Bilaam.
Al abrir la boca del asna, Dios le demostró a Bilaam que no tendría éxito en contra de Moisés. Al darle al asna -una criatura carente de libertad de elección- el poder del habla, Dios le estaba aludiendo a Bilaam que, aunque su poder del habla se apoyaba en los ámbitos más bajos, Bilaam no tenía la última palabra; no era el dueño de su propio destino. Cuando Bilaam fue a maldecir a los judíos, Dios puso Su palabra en la boca de Bilaam tal como se coloca un bozal en la boca de un animal (Rashi sobre Números 23:16). Dado que Bilaam abusó de su libertad de elección ésta le fue retirada (Likutey Halajot V, p. 310-156a-312-157a-314).
Estas tres veces
Mientras Bilaam estaba en camino a maldecir a los judíos, su asna comenzó a actuar de manera extraña. Primero salió del camino hacia el campo, luego entró a un sendero entre dos paredes y aplastó la pierna de Bilaam contra una pared, entonces se echó al suelo en mitad del camino. Cada vez que Bilaam se enojaba golpeaba el asna, por lo que Dios abrió la boca del animal que dijo, "¿Por qué me has golpeado estas tres veces?". En hebreo, la frase "tres veces" se escribe usualmente como shalosh peamim, pero aquí está escrito como shalosh regalim aludiendo a los Shalosh Regalim (Tres Festividades) -i.e., Pesaj, Shavuot y Sukot- de la nación que Bilaam estaba tratando de desarraigar (Rashi).
Nuestros Sabios enseñan que Bilaam era completamente inmoral y tenía la intención de maldecir a los judíos hasta que también ellos sucumbiesen a la inmoralidad. El asna lo empujó contra la pared para implicar que los judíos construirían su propio muro de protección en contra de la inmoralidad al controlar los pensamientos de sus mentes. Las Tres Festividades representan los tres parámetros de la mente -Jojmá, Biná y Daat- que protejan a la persona de la inmoralidad (Likutey Halajot VII, p. 328-165a).
22:30 Dijo pues el asna a Bilaam: "¿Acaso no soy yo tu asna, en que has cabalgado desde tu juventud hasta este día? ¿He acostumbrado a hacer estas cosas contigo antes". Y él respondió: "No".
He acostumbrado a hacer estas cosas contigo antes
El Targúm Onkelos traduce hahasken hiskanti ("He acostumbrado") comohameiLaF ALiFna "acaso he aprendido y me he acostumbrado"), de la palabraALeF (estudio).
Bilaam también estudió la Torá. Pero su estudio estaba corrompido, debido a su insolencia y naturaleza lujuriosa (Likutey Moharán I, 30:9).
He acostumbrado a hacer estas cosas contigo antes
Los actos de bestialismo de Bilaam (ver Sanedrín 105b) lo alejaron de la Torá y lo hicieron oponerse a ella (Likutey Moharán I, 36:2).
Cuanto más grande sea la santidad de la persona, mayor será su capacidad de acceder a la Torá. Cuanto más bajo sea su nivel moral, más se opondrá a la Torá.
He acostumbrado a hacer estas cosas contigo antes
[HahaSKeN hiSKaNti ("He acostumbrado") es similar a SaKaNá (peligro)]. Nuestros Sabios derivan de este término el hecho de que Bilaam tenía relaciones con su asna (Sanedrín 105b).
Todos los caminos son considerados peligrosos (Ierushalmi, Berajot 4:4).
Hay peligro en los caminos si uno no se protege de la inmoralidad. El viaje requiere del cuidado del pacto (Likutey Moharán I, 31:4).
22:35 Pero el ángel de Dios le dijo a Bilaam: "Ve con los hombres; sin embargo no has de hablar otra cosa sino lo que yo te diga". Fue, pues, Bilaam con los príncipes de Balak.
Ve con los hombres
Por la senda que la persona desee ir, ellos [el Cielo] la llevarán (Makot 10b; Rashi).
Bilaam deseaba maldecir a los judíos. Al principio Dios le dijo que no fuese, pero cuando Bilaam insistió, recibió finalmente permiso. Sin embargo, a cada etapa, Dios trató de detenerlo e impedir que llevase a cabo sus malas intenciones. Continuamente puso obstáculos al sendero de Bilaam, tratando de impedirle hacer el mal. Pero debido a que Bilaam insistió en seguir por su mala senda, ello lo llevó finalmente a su eterna destrucción. Él insistió en seguir una senda de destrucción en lugar de elegir la vida (Likutey Halajot IV, págs. 328, 338).
23:3 Luego Bilaam le dijo a Balak: "Ponte junto a tu holocausto, en tanto que yo me vaya; por si acaso Dios se me revele: y cualquier cosa que Él me revele, te lo avisaré". Se fue, pues, al páramo.
Bilaam dijo
Bilaam tenía la necesidad de maldecir a los demás. Estaba profundamente impuro y era culpable de inmoralidad, lo que lo llevaba a maldecir y a negar las bendiciones. Había corrompido sus recipientes y no podía recibir bendiciones. Por lo tanto anhelaba maldecir a los demás (Likutey Halajot I, p. 182a).
23:7 Entonces él profirió su parábola y dijo: "Desde Aram me ha traído Balak, el rey de Moab, desde las montañas del oriente: ¡Ven, maldice a Iaacov, derrama maldiciones sobre Israel!".
Desde Aram me ha traído Balak, el rey de Moab
ARaM es una referencia tanto al ancestro de Bilaam, Labán HaARaMi ("Labán el arameo") (ver Génesis 31:24), como a ARaMit (arameo), el lenguaje del Targúm (la traducción al arameo de la Torá).
Así como Labán intentó arrastrar a Iaacov, hacia un estado material de conciencia (ver Génesis 31), de la misma manera Bilaam trató de llevar al pueblo judío hacia la esfera mundana - la "traducción" en algo físico de los elevados niveles espirituales que pueden encontrarse en este mundo. Cuando la espiritualidad se ve subvertida y "traducida" en algo mundano, se debilita su conexión con Dios. Bilaam tenía intención de llevar a los judíos hacia ese nivel, para hacerlos pecar (ver Likutey Moharán I, 19:4).
23:9 "Desde la cima de las peñas lo veo, y desde las alturas lo estoy contemplando: he aquí que este pueblo habita solo y entre las demás naciones no será contado".
Este pueblo habita solo
Es una nación que está por sí misma: se dedica al hitbodedut, una plegaria privada, en reclusión, delante de Dios (Likutey Halajot I, p. 145a).
23:10 "¿Quién puede contar el polvo de Iaacov o el número de la simiente de Israel? ¡Muera yo la muerte de los rectos y que mi final sea como el de ellos!".
Quién puede contar el polvo de Iaacov
¿Quién puede calcular o concebir la grandeza de cada uno de los pasos que da un judío cuando lleva a cabo una mitzvá, tal como ir a la sinagoga, recibir a su rabí o practicar hitbodedut? Cada paso produce Arriba una gran alegría (Likutey Halajot I, p. 145a).
Quién puede contar el número de la simiente de Israel
Dios contempla cada gota de simiente para ver si de ella provendrá un Tzadik (Nidá 31a; Rashi).
El significado simple de esta enseñanza es que Dios mira para ver si de esa simiente se formará un Tzadik. En un nivel más profundo, Dios inspecciona cada simiente, aunque contenga los comienzos de alguien malvado. Dios espera con paciencia, pues eventualmente verá un Tzadik crecer a partir de esa persona malvada (Likutey Halajot IV, p. 108-55a).
Muera yo la muerte de los rectos
Incluso Bilaam conocía la importancia y la grandeza de un fuerte deseo de servir a Dios. De haber podido vivir con buenos deseos, también el habría podido morir como los rectos (Likutey Halajot I, p. 290).
23:14 Le llevó entonces al campo de los atalayas, a la cumbre del Pisgá, y edificó siete altares y ofreció un toro y un carnero sobre cada altar.
El campo de los atalayas
Sedé tzofim (campo de los atalayas) también puede traducirse como "campo de los videntes".
Las almas judías pueden ser comparadas con hierbas que crecen en un campo de Torá. El Señor del Campo -el Tzadik- las cuida, mirando en cada alma para ver dónde necesita su rectificación.
Cuando esas almas sirven a Dios, los ojos del Señor del Campo brillan y pueden ver más aún en ellas -examinando las palabras de cada una para ver dónde carecen de perfección- y llevándolas hacia su objetivo final (Likutey Moharán I, 65:2).
23:19 "Dios no es hombre para que mienta, ni persona para arrepentirse. ¿Ha dicho Él y acaso no lo hará?, ¿O ha hablado y dejará de cumplirlo?".
Dios no es hombre para que mienta
Las palabras de Dios no son como las de un ser humano. Mientras que los humanos pueden mentir y no mantener su palabra, Dios es fiel y lleva a cabo cada uno de sus dichos (Targúm Onkelos).
El Santo Nombre de Dios El (El Todopoderoso) está asociado con la verdad. La verdad también está asociada con Iaacov, como en "Vaikrá lo El Elohei Israel - "Él lo llamó, ´Dios del Señor de Israel´" (Génesis 33:20), que también puede leerse como "El Señor de Israel lo llamó a él [i.e., Iaacov] ´El´" (Meguilá 18a). Más aún, la verdad está conectada con el Mundo que Viene y con el sustento. Pues cuando la persona gana su propio sustento y no depende de otros seres humanos, es capaz de orar a Dios de manera honesta. ¡Afortunado aquel que no depende de otros y puede así alcanzar la verdad! (Likutey Moharán I, 66:3D).
23:20 "He aquí que yo he recibido comisión para bendecir; si Él ha bendecido no podré yo revocarlo".
He aquí que yo he recibido comisión para bendecir; si Él ha bendecido no podré yo revocarlo
La palabra "bendición" aparece dos veces en el versículo. En la primera instancia, es pronunciada BaReJ y en la segunda instancia, es pronunciaba BeReJ. La primera vocal en BaReJ es una kamatz, mientras que la primera vocal en BeReJ es un tezirei.
Kamatz significa literalmente "cerrado" o "sellado" y TzEiRei alude a lehiTztaIer ("tomar forma").
La Luz de Dios desciende hacia nosotros de una manera indiferenciada e informe - i.e., sellada. Depende del hombre crear un recipiente para captar esa luz. Si el recipiente de la persona tiene alguna falla, entonces aunque la luz le llegue, no podrá tomar la forma de una bendición (Likutey Moharán I, 36:6). Por lo tanto, "He recibido comisión para bendecir" - depende de cada individuo perfeccionar sus recipientes para poder captar la bendición de Dios.
He aquí que yo he recibido comisión para bendecir; si Él ha bendecido no podré yo revocarlo
Hundido en la impureza, Bilaam quería traer la luz de Dios hacia sus recipientes, para maldecir a los judíos. Sin embargo, Dios se ocupó de que Su luz estuviese bendecida en su fuente de modo que Bilaam no pudiera hacer uso de ella (Likutey Halajot I, p. 318).
23:21 "Él no mira la iniquidad en Iaacov y no contempla la perversidad en Israel. El Señor su Dios está con él; y tiene la amistad del Rey".
Él no mira la iniquidad en Iaacov
Dios siempre busca el bien en los judíos e ignora lo que no es bueno. ¡Cuánto más aún no debemos mirar negativamente a los demás ni ocuparnos de sus faltas! (Likutey Moharán II, 17:3).
Tiene la amistad del Rey
Esto significa que la Presencia Divina está con el pueblo judío (Rashi).
Teruá (amistad) también connota Favor Divino y profecía. Los judíos logran esto debido a que la Presencia de Dios está con ellos (Likutey Moharán II, 8:11).
23:22 "Dios que le sacó de Egipto es para él como la fortaleza del toro salvaje".
Dios que le sacó de Egipto
Tú, Balak, piensas que los judíos dejaron Egipto por sí mismos. No es así. ¡Dios los sacó! (Rashi).
Balak y Bilaam querían encontrar fallas en el pueblo judío para que la maldición de Bilaam tuviese donde aferrarse. Balak sugirió que aunque Dios había sacado a los judíos de Egipto, ellos habían sido indignos. Pero Bilaam comprendió que Dios había hecho que Su luz iluminase a los judíos con bondad, de modo que, pese a su indignidad, Él podría igualmente traer el Éxodo (Likutey Halajot III, p. 142a).
23:23 "Que no hay hechizo en ella, ni hay sortilegio en Israel. A su tiempo se le dice a Iaacov y a Israel lo que va a hacer Dios".
No hay hechizo en ella, ni hay adivinación en Israel
Nuestros Sabios afirman que todo aquel que se dedica a la hechicería engendra hechicería. Por lo tanto, ¿qué significa el versículo cuando afirma: "No hay sortilegio en Israel"? Esto nos enseña la idea de "medida por medida" (Nedarim 32a).
Es decir, aquel que persigue la hechicería será perseguido por la hechicería. Aquel que no la toma en cuenta nunca será molestado por ella (Ran, loc. cit.).
Iaacov y sus descendientes están lejos de todo lo que pudiera parecer hechicería y sortilegio. Por lo tanto esa clase de acciones no puede tener efecto alguno sobre ellos. No es así con aquellos que persiguen la hechicería y otras prácticas malvadas. Dado que buscan corromper los caminos de la vida se les paga "medida por medida" con la oportunidad de hundirse más profundamente en los malos caminos (Likutey Halajot VIII, p. 255a-255b).
Lo que va a hacer Dios
En el Futuro, cuando los ángeles vean a los judíos dentro del ámbito más cercano a Dios, les preguntarán, "¿Qué ha hecho Dios?". Debido a que se mantuvieron firmes ante la prueba de este mundo, los judíos estarán más cerca de Dios que los ángeles, que nunca fueron probados. Los judíos merecerán los parámetros internos, Keter. Es así que los ángeles son llamados serafim (quemados), pues ellos se consumen en sus acciones sin tener ningún recipiente apto para contener su entusiasmo. Pero los judíos, al realizar las mitzvot, crean esos recipientes (Likutey Halajot I, p. 203a).
23:24 "He aquí que el pueblo como león se levantará y cual león se alzará; no se acostará hasta que coma de la presa y beba de la sangre de los degollados".
No se acostará hasta que coma de la presa y beba de la sangre de los degollados
"Beba la sangre de los degollados" - esto significa "hereda las posesiones de las naciones" (Targúm Onkelos).
TeReF (presa) hace referencia a la perfección del Altar, como enseñan nuestros Sabios: "El Altar era la porción del ToReF (depredador)" (Zevajim 53b). El Altar puede ser perfeccionado cuando "heredamos las posesiones" de las naciones - i.e., cuando los no judíos se convierten y se unen a la nación judía. Las naciones toman cautiva la bondad de los judíos mediante los impuestos confiscatorios y demás. Esa bondad y ese bien deben retornar a la nación judía y lo hacen en la forma de los prosélitos (Likutey Moharán I, 17:4).
Rebe Najman de Breslov
martes, 23 de junio de 2015
Parashá de la Semana /Jukat Números 19:1-22:1
Resumen de la parashá
Extraído de tora.org.ar
Una ceremonia especial de purificación fue establecida para aquellos que habían tocado un cadáver o habían estado bajo el mismo techo. Como parte de los ritos fue sacrificada una pará adumá (vaca roja) sin defectos fuera del campamento, y quemada junto con madera de cedro, hisopo y un hilo escarlata. Sus cenizas fueron mezcladas con agua de una corriente y salpicadas sobre la persona impura en el tercero y el séptimo día de su impureza. Al finalizar este último, después de haberse lavado las ropas y sumergido en un mikvé, la persona afectada podía participar nuevamente en el culto del Santuario.
Durante treinta y ocho años los israelitas erraron por el desierto y en ese tiempo murieron todos los miembros de la generación mayor de entre veinte y sesenta años, con excepción de Iehoshua y Calev. A comienzos del cuadragésimo año del éxodo, el resto de la población regresó a Kadesh. Fue allí donde murió Miriam, la hermana de Moshé y Aharón.
A su muerte dejó de fluir el agua del pozo que había acompañado milagrosamente a los israelitas. El pueblo comenzó a murmurar nuevamente contra Moshé por la falta de agua. Hashem dijo a Moshé y Aharón que le hablaran a cierta roca, de la cual fluiría agua suficiente para satisfacer a todos. Pero Moshé estaba tan disgustado por la constante falta de respeto del pueblo que golpeó impacientemente la roca en lugar de hablarle. Por no haber cumplido las instrucciones de D´s y haberlo deshonrado delante del pueblo, no se permitió a ninguno de los dos hermanos entrar en Tierra Santa.
Se instruyó entonces a la gente a fin de que se preparara para las etapas finales de su largo viaje. La única ruta disponible para ellos se extendía a traves de la tierra de Edom, al sur del Mar muerto. Moshé envió mensajeros al rey de Edom solicitando permiso para atravesar su territorio y ofreciendo pagar por el agua que el pueblo y el ganado pudieran beber. El rey no sólo se rehusó, sino que además les obstruyó el paso ubicando una fuerza armada. En consecuencia, los israelitas se vieron obligados a hacer un rodeo por el camino de las fronteras sureñas de Edom. Cuando la congregación llegó al monte Hor, Aharón murió y fue sepultado allí. Moshé designó a su hijo Elazar como Cohén Gadol (sumo sacerdote)
Después de rechazar exitosamente un ataque del rey canaanita de Arad, los fatigados israelitas se quejaron amargamente de la falta de agua y alimento. Consiguientemente, fueron castigados con una plaga causada por las mordeduras fatales de feroces serpientes. Cuando el pueblo admitió su error, Moshé ubicó una serpiente de bronce sobre una vara. Quienquiera que la mirara se curaría.
La congregación que había deambulado por el sur, el este y luego el norte, pasando por las tierras de Edom y Moav, se detuvo cuando llegó al río Arnón, la frontera entre Moav al sur y Emor al norte.
Sijón, rey de Emor, no quiso permitir que los israelitas pasaran por su tierra y lanzó su ejército contra ellos. Empero, con la ayuda de Hashem, la batalla terminó con la derrota total de los emoritas. Volviendo hacia el norte, a las fértiles tierras de Guilad y Bashán, los israelitas derrotaron la resistencia de Og, rey de Bashán, y tomaron posesión de su territorio. La tierra al este del Jordán había sido conquistada y los israelitas acamparon finalmente en la frontera de Moav, frente a Jericó.
(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)
Estudiando algunos midrashim
Extraido de El Midrash Dice. Edit. Bnei Sholem
Las Leyes de Pará Adumá / La Vaca Roja
En el primero de Nisán, de 2.449, el último Día de Inauguración del Mishkán, Hashem le reveló a Moshé las leyes relativas a las personas impuras que son expulsadas del Campamento y las leyes de pureza de los cohaním. Hashem le enseñó cómo es alcanzada la purificación de los diferentes tipos de impurezas (o por inmersión en una mikvá (pileta de inmersión) o en manantial surgente, y así sucesivamente), así como los sacrificios que consuman el procedimiento de purificación. Cuando Hashem le enseñó a Moshé que un judío se vuelve tamé por tocar un cuerpo muerto, Moshé preguntó, "¿Cómo se purifica de su tumá?"
El Todopoderoso no contestó su pregunta, y el rostro de Moshé se oscureció de pena y vergüenza. (No puede haber más gran dolor para un talmid jajam (erudito de la Torá), cuyo objetivo de vida es perfeccionarse a sí mismo en el conocimiento y cumplimiento en Torá, que ser negado el conocimiento que él busca.)
Más tarde aquel día Hashem resumió el tema, explicándoles a Moshé y a Aarón ,"Si alguien se volvió impuro por contacto con un cadáver, debe ser salpicado con una mezcla especial de agua y cenizas de una vaca roja."
El Todopoderoso los instruyó en las leyes de la pará adumá:
- La pará adumá es adquirida del tesoro del Beit Hamikdash, de un fondo conteniendo las donaciones anuales de medio shekel de cada judío.
- Para calificar como una pará adumá, una vaca debe tener al menos tres años (suficientemente madura para tener cría).
- Su color debe ser completamente rojo; aún dos pelos de otro color la descalifican.
- El animal también es descalificado si fue alguna vez enjaezado a un yugo, aún si no realizó labor.
Habiendo buscado por todas partes una vaca completamente roja, al Sanhedrín (la Asamblea) le fue finalmente informado que tal vaca era propiedad de cierto no- judío.
Se enviaron delegados para intentar adquirirla.
El propietario dijo, "Por un buen precio estoy dispuesto a vender el animal. Dádme cuatrocientas piezas de oro."
"Vos las tendréis," prometieron los jajamím. "Nosotros retornaremos con el dinero."
Ellos partieron para obtener del Sanhedrín los fondos necesarios. Mientras tanto, no obstante, el no- judío contó a sus amigos acerca de la venta potencial, y descubrió cuán extraordinario y precioso era su animal.
Cuando los delegados retornaron con la suma acordada, el gentil les dijo, "He cambiado de opinión; no vendo mi vaca."
"Nosotros estamos dispuestos a pagar un precio más alto," replicaron los jajamím. ¿Queréis otras cinco piezas de oro?"
"No la venderé," insistió el no- judío.
"Tomád diez piezas de oro más," ofrecieron ellos.
"Vosotros no podéis tenerla," repitió él.
"Os pagaremos veinte piezas de oro extra," dijeron ellos.
"Fuera de la cuestión," replicó él.
Los miembros del Sanhedrín elevaron su oferta, hasta que el hombre finalmente accedió a la venta por un adicional de cien piezas de oro. ( Algunos dicen, un adicional de mil.)
Los Sabios le dijeron que retornarían con la cantidad total e irían por el animal al día siguiente.
Después de que hubieron partido, el gentil dijo riendo a un vecino, "¿Sabéis vos por qué estos judíos insistieron en adquirir esta vaca particular? Ellos la necesitan para sus ritos religiosos porque nunca fue enjaezada a un yugo. No obstante, les jugaré un pequeño truco."
Aquella noche el rashá (malvado) tomó su vaca roja, la enjaezó, y aró con ella.
A la mañana siguiente los jajamím retornaron. Antes de pagar, examinaron al animal. Ellos sabían que una vaca que no fue nunca enjaezada a un yugo es reconocible por dos cosas: 1. Dos pelos determinados sobre su cuello están derechos mientras no fueran tocados por un yugo, pero se doblan una vez que un yugo es puesto sobre el animal. 2. Los ojos de un animal no uncido están fijos. Después de que fue uncido parpadean porque el animal tuerce los ojos para ver el yugo.
Esta vaca, inmediatamente se dieron cuenta, tenía los signos de un animal uncido.
"Quedarás con la vaca," le dijeron al gentil. "Nosotros no la necesitamos."
Aún la boca blasfema de este rashá reconoció, "Bendito es El Quien escogió esta nación."
Abatido al perder la fortuna que él podía haber ganado, el gentil se ahorcó.
- El cohén sacrifica la vaca "fuera del Campamento." Durante los años en el desierto era sacrificada fuera de todos los tres Campamentos, y en el tiempo del Beit Hamikdash sobre el Monte de los Olivos, dado que esta montaña es considerada "fuera de Ierushalaim."
- El colecta algo de la sangre de la vaca en su mano izquierda, sumerge su índice derecho dentro de ella, y la salpica en la dirección de la entrada al Heijal, la cual él puede ver desde la montaña.
- Un fuego es encendido, y el cohén supervisa la quema de la vaca.
- Con una cuerda de lana roja ata juntos una vara de cedro y algo de hisopo y pregunta a todos los presentes,
"¿Es ésta una vara de cedro?"
"Sí," replican ellos.
"¿Es ésta una vara de cedro?" pregunta él una segunda y una tercera vez.
El recibe réplicas afirmativas a las tres preguntas. También pregunta tres veces, "¿Es ésta lana roja?" y se le responde cada vez afirmativamente.
¿Por qué esta ceremonia?
No todos los tipos de hisopo, cedro, y tintura roja son casher para la pará adumá. A menos que todas las especies utilizadas satisfagan requerimientos halájicos (de ley), la mitzvá entera es inválida. De ahí que, el cohén enfatiza que ellas están todas de acuerdo con los mandamientos de la Torá.
- Mientras la vaca está ardiendo, el atado conteniendo la vara de cedro y el hisopo es arrojado en su cadaver.
- Las cenizas de la vaca son divididas en tres partes: una es colocada en una cierta sección del patio del Beit Hamikdash, donde es preservada a fin de cumplir la mitzvá de que las cenizas de la pará adumá deben ser mantenidas para todas las generaciones. Una segunda parte es dividida entre los grupos de cohaním que sirven en el Mishkán, para estar a mano para purificar a un cohén quien se volvió tamé. La tercera parte es colocada en un lugar en el Monte de los Olivos para la purificación de Benei Israel.
- Quienquiera que fue comprometido en la preparación de las cenizas - por ejemplo, la persona que quemó la vaca, quien arrojó el atado dentro del fuego, quien recogió madera, quien tocó o transportó las cenizas - se vuelve tamé.(impuro)
- Las cenizas de la vaca son mezcladas con agua fresca de manantial en un utensilio.
- Las aguas mezcladas con cenizas de la pará adumá son salpicadas por alguien que está él mismo puro de tumat hamet (impureza por contacto con un muerto) sobre el judío que se purifica. Lo salpica en el tercer y séptimo día de la purificación del individuo. Más aún, durante el séptimo día la persona que está siendo purificada debe sumergirse ella misma en una mikvá para consumar su purificación.
Hasta este día, nueve Vacas Rojas han sido quemadas.
La primera fue preparada por Elazar ben Aarón bajo la supervisión de Moshé en el segundo día de Nisán, de 2.449. (Moshé dirigió los pensamientos apropiados hacia ella, porque Elazar no comprendía sus razones.) Algunas de las cenizas de la pará adumá de Moshé fueron mezcladas con las cenizas de cada una de las posteriores (dado que la vaca de Moshé fue la única preparada con los pensamientos apropiados).
Una bendición descansó sobre la porción de las cenizas de Moshé reservadas para purificación; ellas duraron hasta el tiempo de Ezrá. Bajo la supervisión de Ezrá, una segunda pará adumá fue quemada; una tercera y una cuarta bajo la guía de Shimón HaTzadik, y dos más en el tiempo de Iojanán Cohén Gadol. Desde entonces hasta la destrucción del Segundo Beit Hamikdash tres parot adumot adicionales fueron quemadas. La décima será preparada por Mashíaj, que él venga pronto.
El Fallecimiento de Miriam y la Desaparición del Manantial de Miriam
En el diez del mes de Nisán del cuadragésimo año en el desierto, ocurrió una tragedia nacional. Cuando los judíos arribaron al desierto de Tzin, la hermana de Moshé, Miriam falleció. Ella tenía ciento veinticinco años de edad. Miriam había enseñado y guiado a las mujeres, al igual que Moshé y Aarón habían enseñado a los hombres. Ella fue una de las siete profetisas conocidas. Miriam falleció sin dolor. La Shejiná (Divinidad) se le reveló, de ese modo atrayendo a su alma gozosamente de regreso a su fuente (mitat neshiká).
La narración de la muerte de Miriam sigue a las leyes de la pará adumá (a pesar de que su fallecimiento ocurrió en el cuadragésimo año en el desierto, mientras la pará adumá fue quemada en el segundo año). La Torá yuxtapuso estos dos eventos para enseñar que la muerte de un tzadik (justo) logra expiación para Kelal Israel, así como lo hacen las aguas de la pará adumá.
Tan pronto como Miriam falleció, Hashem provocó que el Manantial de Miriam desapareciera temporariamente, para que Benei Israel se dieran cuenta que su manantial de agua había sido dado en el mérito de Miriam. Así apreciando su grandeza, ellos harían duelo por esta tzadeket (justa) en una manera apropiada.
La generación del desierto recibió tres dones en mérito de sus tres grandes líderes:
- En el mérito de Miriam, un manantial
- En el mérito de Aarón, Nubes de Gloria
- En el mérito de Moshé, el man.
¿Por qué están estos tres líderes asociados con estos particulares dones?
Ellos personificaron los tres pilares que sostienen el mundo- Torá, avodá (servicio), y actos de bondad.
- Moshé fue el dador de la Torá y su maestro por excelencia. Por consiguiente, en su mérito los judíos recibieron el man, cuya entrega diaria aliviaba la necesidad de ganarse la vida y cuya ingestión los asistía en el estudio de Torá.
- Aarón personificó la avodá. Su devoción al Servicio de los sacrificios trajo la Shejiná (Divinidad) a Kelal Israel. Las Nubes de Gloria fueron por lo tanto provistas en su mérito, porque ellas representaban la Shejiná que moraba con el pueblo judío.
- Miriam sobresalió en el tercero de los tres fundamentos, bondad.
Desde su juventud se dedicó al bienestar de su pueblo. Aún como una niña pequeña, asistió a su madre como partera y llevó comida a los pobres.
A causa de su atributo de jesed (bondad), Hashem proveyó a los judíos de agua, una necesidad vital.
Mei Merivá / Moshé y Aarón Pecan en las Aguas de Merivá
Hashem dijo a Moshé, "El pueblo será ahora testigo de un milagro que santificará Mi Nombre. "Reúne a los tzadikím (justos) y grandes personas ante la roca de la cual el agua fluía mientras Miriam estaba viva. Mándale proveer a los judíos de agua una vez más.
"Mientras estés parado con la santa congregación frente a la roca, enséñales a ellos una halajá (ley judía) o un pasaje de Torá. Luego ordena a la roca emitir agua. El mérito del estudio de Torá comunal causará que produzca agua, como hizo en el mérito de Miriam." "Más aún, todos aquellos que atestiguen el milagro aprenderán la gran lección de que, `Si aún una dura roca obedientemente se vuelve un manantial a instancias de Hashem, nosotros los judíos estamos ciertamente obligados a obedecer a Hashem con felicidad y buena voluntad (¡y no porque nos sentimos compelidos a servirlo a El!)"
Hashem había advertido a Moshé llevar sólo a los tzadikím a la roca, pero Moshé (quien deseaba que todos vieran el milagro) reunió a la congregación entera de grandes a pequeños, incluyendo aún a los erev rav. Un milagro permitió a todo el pueblo pararse directamente delante de la roca, a pesar de que el área era demasiado pequeña para contener a todos.
A algunos de entre los erev rav se les escuchó burlarse, "¿Quién dice que Ben- Amram realizará un verdadero milagro? Debe haber una razón por la que él está determinado a dirigir la palabra a una roca particular. Quizás él sabe que la roca contiene humedad y puede por consiguiente producir agua. Moshé solía ser un pastor y está familiarizado con diferentes tipos de minerales. ¡Veamos si puede realizar esta hazaña sobre una roca de nuestra propia elección!"
La mofa de los burlones hizo impresión sobre el pueblo, llevándolo a dispersarse en todas direcciones. El jefe de cada Tribu alzó una piedra y demandó, "Moshé, ¡nosotros queremos agua de esta roca!"
Los erev rav proclamaron, "¡A menos que nos des agua de la roca de nuestra elección, no queremos nada en absoluto!"
Moshé estaba extremadamente afligido. El había esperado estudiar Torá junto a una solemne reunión de judíos delante de la roca. Ellos entonces experimentarían por medio del impactante milagro que su estudio de Torá tenía el poder para cambiar las mismas leyes de la naturaleza. En lugar de ello, él encaraba a una multitud de burlones que cuestionaba si un milagro real estaba a punto de suceder.
Más aún, Moshé se dio cuenta de que la Shejiná (Divinidad) estaba ausente. (En la primera ocasión, cuando se le mandó golpear la roca en Refidím, él había percibido la Shejiná.) La mofa del pueblo había causado a la Shejiná partir.
Moshé estaba inseguro de cómo proceder. La atmósfera no era conducente al estudio de Torá. ¿Cómo podía él enseñar a un pueblo que se rebelaba contra su maestro? ¿Y qué roca debía él escoger? ¿Debería ignorar la demanda del pueblo y traer agua del verdadero Manantial de Miriam? Si fuera así, los erev rav alegarían que él no realizó un genuino milagro. ¿O debería acceder a realizar el milagro por medio de una roca diferente? Si así fuera, él podría ser culpable de transgredir el mandamiento de Hashem. Más aún, Hashem podría juzgar al pueblo indigno de recibir agua de una roca diferente.
Moshé decidió que él debía reprochar incisivamente al pueblo por desafiar descaradamente a su rebe. Se dirigió a ellos estrictamente, "¡Oíd ahora, vosotros rebeldes y tontos! ¿Por qué vosotros pensáis que vuestro entendimiento es más grande que el de vuestro maestro?"
Al comienzo del liderazgo de Moshé, el Todopoderoso le había advertido en contra de encolerizarse con los judíos. Moshé se había guardado siempre a sí mismo cuidadosamente del enojo, no importaba cuán grandemente él fuera provocado. No obstante, ahora su reproche, a pesar de ser dicho para el beneficio del pueblo, traicionaba un sutil grado de enojo. Hashem no lo perdonó por esto.
lunes, 15 de junio de 2015
Parasha de la Semana.
Parasha Koraj (Bamidbar 16:1 - 18:32)
Resumen de la Parasha
Un grupo de leviim bajo la dirección de Koraj, y otro de reuvenitas bajo el mando de Datán, Aviram y On encabezaron una revuelta contra Moshé y Aharón. En esta rebelión participaron doscientos cincuenta miembros prominentes de la congregación. La rebelión de Koráj estaba basada en el reclamo de que él debía haber sido designado nasí (dirigente) de la tribu de Leví. Datán y sus asociados reclamaban el derecho de liderazgo basado en su descendencia de Reuvén, el hijo mayor de Iaakov.
Moshé desafió a Kóraj y sus seguidores a aparecer al día siguiente para enfrentárselo. Después de advertir al pueblo que se mantuviera lejos de Kóraj y su grupo, Moshé anunció el método por medio del cual Hashem indicaría Su elección de los líderes. Si los rebeldes morían muerte natural, ello sería evidencia de que Moshé estaba equivocado, pero si eran tragados vivos por la tierra, el liderazgo de Moshé quedaría confirmado.
Tan pronto como Moshé terminó de hablar, Koráj y sus compañeros, como así también sus bienes, fueron tragados vivos por la tierra. El resto del pueblo huyó aterrorizado.
Los sobrevivientes comenzaron a murmurar contra Moshé, responsabilizándolo de la muerte de Kóraj y sus partidarios. A su turno, ellos fueron castigados por medio de una plaga que mató a otras catorce mil setecientas personas. Fue sólo cuando Aharon caminó entre la gente con un recipiente de incienso (siguiendo instrucciones de Moshé) que la plaga cesó.
Moshé ordenó luego al príncipe de cada tribu que llevara un bastón con su nombre al Ohel Moed. Estos bastones, junto con el de la tribu de Leví que tenía el nombre de Aharón, fueron colocados delante del Arca.
A la mañana siguiente, sólo el bastón de Aharón había producido brotes, flores y almendras. Esta fue la prueba indiscutible de que D´s había elegido a Aharón para el ser Cohén Gadol (sumo sacerdote). El bastón de Aharón fue conservado en el frente del Arca como una advertencia a las futuras generaciones para que nunca cuestionaran el derecho del linaje de Aharón a la kehuná (sacerdocio).
Puesto que los cohanim y levvím no tenían un territorio específico de la Tierra Prometida, serían mantenidos por contribuciones del pueblo. El cohén recibiría provisiones como los bicurim (primeros futos), el pidion B´jorim (rescate de los primogénitos), la t´rumá (parte de la producción de cada persona) y varias ofrendas. El leví recibiría maaser rishón (un décimo de la producción de cada persona), del cual tendría que apartar una porción para el cohén.
(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)
Estudiando algunos midrashim
Extraido de El Midrash Dice. Edit. Bnei Sholem
Koraj se ofende al no ser Seleccionado para un Alto Oficio
Koraj ben Itzhar, un hombre de la Tribu de Leví, estaba profundamente ofendido de que Moshé no le hubiera asignado una prominente posición comunal. Koraj pensaba, "Mi mazal (destino) indica que yo he nacido para grandeza. ¿Por qué razón mi abuelo llamó a mi padre Itzhar / aceite? Debe haber previsto que al igual que el aceite siempre flota hacia la superficie, así también mi padre engendraría hijos superiores merecedores de ungimiento con el sagrado shemen hamishjá para posiciones de kehuná o realeza.
"Ahora, ¿quién es destinado sino yo, el más grande de los hijos de Itzhar y el más calificado para alto oficio?"
Verdaderamente, Koraj combinaba cualidades superiores las cuales pocas personas podían igualar:
- Primero, su linaje era ilustre. Su antepasado fue Kehat, y su familia, los Benei Kehat, era la más importante de las familias Levitas. Koraj era un primo hermano de Moshé y Aarón.
- El había sido escogido como uno de los portadores del arón (arca).
- Más aún, Koraj era un hombre muy inteligente e instruído.
- El previó con ruaj hakodesh (inspiración divina) que sus descendientes incluirían al famoso profeta Shemuel, así como también a catorce grupos de leviím quienes profetizarían con ruaj hakodesh.
Dijo Koraj, "Estoy destinado a ser la fuente de toda esta grandeza. ¿Cómo puede ser que yo mismo no alcance un rango de especial importancia?"
El conocimiento previo de su gran progenie fortificó su creencia en el exitoso resultado de una revuelta contra Moshé. (El no se dio cuenta de que sería destruído, y que sus hijos sobrevivientes darían a luz a estos grandes descendientes.)
- Por sobre todo, Koraj estaba seguro de sí mismo a causa de su fabulosa riqueza. El se consideró a sí mismo favorecido por Hashem, y por consiguiente con derecho a contender contra Moshé, porque, "Un hombre rico habla con descaro" (Mishlé 18:23).
¿Cómo se volvió rico Koraj?
Los otros miembros de la Tribu de Leví vivían en pobreza. Ellos no habían transportado oro o plata de Egipto. El mandato de Moshé de que todo judío despojara de dinero y vasijas a los egipcios se refería sólo a aquellas Tribus que habían realizado labor esclava. Dado que los leviím no habían trabajado para los egipcios (sino fueron libres y estudiaron Torá), ellos no recibieron dinero en recompensa en el Exodo. En el Iam Suf, los leviím se abstuvieron de tomar los despojos de Egipto porque ellos no atribuían valor a las posesiones mundanas. Estaban totalmente inmersos en el estudio de Torá. Por todos los años del desierto, los leviím vivieron sin medios, dedicándose puramente a inquietudes espirituales.
Sólo Koraj estaba hambriento de dinero. En Egipto, él había sido tesorero del Faraón. Había esperado que los judíos permanecieran en Egipto después de la redención, y él entonces se volvería el propietario del tesoro real. Hashem, quien conduce a cada persona en la vida a lo largo de la senda que ella desea ser conducida, satisfizo el anhelo de dinero de Koraj dejándole descubrir una parte del tesoro que Iosef había ocultado en las arcas reales. Este descubrimiento hizo a Koraj una de las más ricas personas que jamás vivieron. No obstante, dado que él malempleó su fortuna para rebelarse contra la Torá, fue castigado midá- kenegued- midá (medida por medida). Ningún rastro de su fortuna quedó. Ella desapareció junto con él en la tierra.
A pesar de sus muchas distinciones, Koraj no hubiera osado oponerse a Moshé, de no haber sido por su esposa. La esposa de Koraj infló el ego de su marido y repetidamente le aseguró que él estaba a la par de Moshé y Aarón. Para su mala fortuna, Koraj escuchó a su esposa.
Hubo dos personas extremadamente ricas, una judía y una gentil, quienes escucharon a sus esposas, fueron destruídas, y perdieron sus fortunas. El judío fue Koraj, cuya esposa lo inspiró a rebelarse contra Moshé. El no- judío fue Hamán, quien escuchó a su esposa para erigir una horca de cincuenta amot (aprox. 25 mts.) de alto para Mordejai. El no comprendió que estaba preparando la horca para sí mismo.
El orgullo de Koraj estaba profundamente herido pues Moshé aparentemente había ignorado cuando seleccionó los varios dignatarios; él no había designado a Koraj para ninguna función sobresaliente en la comunidad.
"Es totalmente injusto," pensó el mortificado Koraj, "que Moshé no me escogiera como nasí (lider) sobre la familia de Kehat. Era claramente mi derecho ser escogido. Yo soy el primogénito del segundo de los hijos de Kehat, Itzhar. En cambio, él confirió este oficio a mi primo más joven, Elitzafán ben Uziel (Bamidbar 3:30).
"No puedo creer que Hashem ordenara a Moshé distribuir los oficios tan injustamente. Más bien, Moshé debe haber hecho así por su propia elección. ¿Quién dice que cada uno de sus actos es dictado por Hashem, como él afirma?"
Koraj, un hombre sabio, perdió su sabiduría y razón porque estaba consumido de deseo por gloria y por envidia de aquellos quienes, como él lo veía, eran sus iguales y habían alcanzado rangos más altos que él. Su declaración de que Moshé había distribuido los oficios sin un mandato Divino era apikorosut . Koraj así se causó ser calificado como uno de aquellos que "desprecia la palabra de Hashem." Eventualmente, Koraj fue tan lejos hasta afirmar que Moshé había inventado todas las mitzvot (mandamientos).
La envidia de Koraj ardió en su corazón por un largo tiempo. Era el objeto de muchas conversaciones entre él y su esposa. Una de éstas tuvo lugar cuando retornó de la ceremonia de purificación de los leviím (Bamidbar 8:5-14), rasurado al punto de estar irreconocible.
La esposa de Koraj exclamó, "¡Yo no te reconocí!¿Quién te desfiguró así?"
"Esta fue la acción de Moshé," replicó Koraj. "Más que eso; ¡primero Moshé y luego Aarón me alzaron y me balancearon hacia arriba y abajo!¡Qué desgracia! Luego Moshé me dijo que ahora estoy puro porque pasé el proceso de purificación de los leviím."
Koraj se mofó de la ceremonia de purificación dado que sabía que él no se había vuelto "más puro" sino, por el contrario, sentía un deseo intensificado de rebelarse en contra y blasfemar de las mitzvot.
(En realidad, Torá y mitzvot son un elixir para aquellos que desean purificarse, pero veneno para aquellos que buscan corromperse.)
La esposa de Koraj: "¡Ridículo! Tú ves cómo Moshé te odia. El tramó la idea de afeitarte a fin de hacerte lucir ridículo."
Koraj: "Tú no puedes decir así, porque Moshé después hizo lo mismo a sus propios hijos."
La esposa de Koraj: "¿Qué le importa, mientras él pueda degradarte?"
Después de eso, Koraj incitó al pueblo contra Moshé y ganó unos pocos seguidores. No obstante, no osó desafiar a Moshé abiertamente. El pueblo entero admiraba a Moshé y hubiera asesinado a Koraj por sugerir una rebelión contra su querido líder.
Ahora, en el segundo año en el desierto, después del incidente de los Espías, Koraj sintió que había llegado el tiempo para la rebelión. Muchas muertes habían ocurrido; judíos habían perecido en Taverá y en Kivrot Hataavá. Por sobre todo, el pueblo estaba deprimido pues todos los hombres que habían salido de Egipto perecerían en el desierto. Moshé había sido incapaz de impedir este decreto con su tefilá (plegaria), y su anterior popularidad había decaído. Muchos judíos pensaban en sus corazones que bajo el liderazgo de Moshé ellos habían sufrido muchas desgracias. Koraj creyó que él podía ahora ganar seguidores.
Un día, cuando retornó del Beit Hamidrash (casa de estudio), su esposa lo inspiró con una idea para empezar una discusión con Moshé.
La esposa de Koraj: "¿Qué halajá (ley judía) les enseñó Moshé a ustedes hoy en el Beit Hamidrash?"
Koraj: "El nos enseñó las leyes de tzitzit, vestir cuerdas anudadas, de las cuales una es tejelet?"
La esposa de Koraj: "¿Qué es tejelet?"
Koraj: "Moshé dijo, `Fijad cuerdas a vuestras vestimentas de las cuales una debe ser de lana azul, teñida con la sangre de la criatura jilazón."
La esposa de Koraj: "Ve, qué tontas leyes les enseña a ustedes. ¿Por qué deberías tener sólo una cuerda tejelet fijada a tu vestimenta? Yo puedo hacerte una vestimenta que sea completamente tejelet."
Esto proveyó a Koraj de una idea para oponerse a Moshé.
El Bastón de Levi Florece y Demuestra la Selección de esta Tribu y la Kehuná de Aarón
Después de que la tierra tragó a Koraj, Datán, y Avirám, fue claro, más allá de cualquier duda que Moshé era el líder Divinamente escogido.
El nombramiento Divino de Aarón como un sumo sacerdote, también, se manifestó cuando los doscientos cincuenta hombres, quienes disputaron su posición, fueron quemados vivos.
No obstante, algunas personas continuaron insistiendo que Moshé no debería haber descalificado a los primogénitos de realizar la avodá, asignando el Servicio a los leviím en su lugar. Ellos deseaban que todas las Tribus participaran en el Servicio por medio de sus primogénitos. Hashem por consiguiente realizó un milagro que claramente demostró Su elección de la Tribu de Leví, y así puso fin a estos reclamos. El milagro también reafirmó la Divina elección de Aarón como Cohén Gadol.
Hashem ordenó a Moshé, "Toma doce varas. Sobre cada una, inscribe el nombre del nasí (líder) de una Tribu. Sobre la vara de Levi, inscribe el nombre de Aarón.
"Coloca las varas toda la noche en el Ohel Moed. El bastón de la Tribu escogida para Mi Servicio milagrosamente florecerá."
A fin de impedir posibles reclamos de que una vara contenía más humedad que el resto, y por consiguiente ella floreció, Moshé cortó doce varas idénticas de un gran leño. El ordenó a cada nasí marcar su nombre sobre una.
Moshé colocó las varas en el Ohel Moed, con la vara de Aarón en el centro, de modo que nadie afirmara, "El bastón de Aarón brotó porque él descansaba en el lado que está más próximo a la Shejiná (Divinidad)."132
Cuando Moshé entró al Mishkán a la mañana siguiente, la vara de Aarón estaba florecida con hojas, capullos, y almendras. (Este milagro contenía otro dentro de él, porque los capullos no cayeron después de que la fruta apareció, como es usualmente el caso.) Más aún, el Nombre de Cuatro Letras de Hashem fue milagrosamente grabado sobre la vara de Aarón como estaba grabado sobre el tzitz (vincha) del Cohén Gadol. Esto demostraba que Aarón fue escogido como el Sumo Sacerdote, el que lleva el tzitz.
¿Por qué la vara de Aarón floreció?
Este milagro indicaba la presencia de la Shejiná, que imbuye aún a objetos inanimados de vida y les causa brotar. Almendras, en conexión con una profecía o milagro, simbolizan que el Todopoderoso causará Su decreto de prisa. Hashem insinuaba que cualquiera usurpador de la kehuná sería instantáneamente castigado
Esto fue demostrado en el caso del Rey Uziahu. Cuando él entró al Beit Hamikdash (Sagrado Templo de Jerusalen) para realizar el Servicio sacerdotal, fue inmediatamente afligido con tzaraat (tipo de lepra).
Finalmente, después de la entera serie de señales y milagros, todos los judíos fueron convencidos de que la profecía de Moshé era cierta en todos los detalles.
El bastón de Aarón nunca se marchitó; su tallo, capullos, y almendras permanecieron siempre verdes. Hashem ordenó a Moshé colocarlo cerca del arón como un testimonio para generaciones futuras de que, de todas las Tribus, Leví fue escogida para ambas: kehuná y leviá.
Los reyes judíos fueron encargados de preservar la vara de Aarón. Antes de la destrucción del primer Beit Hamikdash, el rey Ioshiahu la ocultó junto con los otros objetos testimoniales y santas vasijas.
Extraído de Tora.org.ar
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