miércoles, 24 de febrero de 2016

Parashá De La Semana, Ki Tisá (Shemot 30:11 - 34:35) 21

Resumen de la parashá Ki Tisá


Cuando se hizo el censo de los israelitas varones mayores de veinte años (sujetos, por ende, a servir en el ejercito), cada uno de ellos debió pagar medio shekel de plata. Este metal era usado para la construcción del Santuario. Debía hacerse también una jofaina de bronce para ser utilizada por Aharón y sus hijos para el lavado de manos. Estaba ubicada en el atrio, entre el altar de ofrendas quemadas y la entrada al Santuario. Para ungir a sacerdotes y vasijas era utilizada una mezcla de aceite de cuatro hierbas aromáticas prescriptas, mezclada con aceite de oliva, y se preparaba incienso para uso sagrado, hecho con especies dulces seleccionadas.

Betzalel, de la tribu de Iehuda, y Oholiav, de la tribu de Dan, fueron elegidos por la Divinidad para aplicar su habilidad como artesanos a la supervición del trabajo de construcción del Santuario. Aunque la construcción del Mishcán era de la mayor importancia, no debía anular la observancia del shabat y el pueblo recibió ordenes de cesar todo trabajo durante el día de descanso.

Moshé había permanecido en el monte Sinaí durante cuarenta días y cuarenta noches y el pueblo, temiendo que no regresara, reclamaba un objeto visible que pudiera adorar. Persuadió a Aharón para que diera forma a la imagen de un becerro, fundiendo el oro de sus joyas. Los judíos llevaron ofrendas quemadas y de paz a ese ídolo, alrededor del cual cantaron y danzaron. Ese despliegue de herejía provocó la ira de D-s, y ordenó a Moshé que descendiera. Le informó del pecado de Israel y declaró que destruiría a esa nación traidora. Moshé suplicó al Señor que tuviera piedad y no diera a los egipcios la oportunidad de regocijarse con la desgracia de los israelitas, sino que recordara Su pacto eterno con los patriarcas. Al oír este ruego, Hashem concedió al pueblo judío una nueva oportunidad.

Mientras descendía de la montaña el diecisiete de Tamuz, con las dos Tablas de la Ley grabadas por D-s, Moshé oyó los gritos de la orgía y al observar la oprobiosa conducta del pueblo, las arrojó al suelo. Luego, destruyó el becerro de oro y lo echó al fuego, después de lo cual lo molió hasta convertilo en polvo, que echó en una corriente de agua de la cual hizo beber al pueblo. Reprochó a Aharón por lo ocurrido y éste se justificó diciendo que se vio forzado a cumplir las demandas del pueblo. Moshé convocó a todos sus partidarios a reunirse alrededor de él y la tribu de Levi respondió inmediatamente. A su orden, los miembros de Leví recorrieron el campamento y mataron alrededor de trescientos jefes de la revuelta. El amor y la compasión de Moshé por el pueblo lo impulsó a rogar al Señor que lo perdonara, pues si fuera destruido él perdería el deseo de vivir. La respuesta que recibió fue que sólo serían castigados aquellos que habían pecado intencionalmente, y que en vista de la intercesión de Moshé el pueblo sería conducido a la Tierra prometida por un envaido de Hashem, no por El mismo. Al enterarse de la reprobación del Señor por sus acciones, los israelitas se lamentaron y se quitaron los ornamentos en señal de pesar.

Moshé levantó su tienda fuera del campamento que había sido profanado por el becerro de oro. En íntioma comunión con D-s pidió una revelación de los atributos divinos para ayudarlo en la conducción del pueblo. El Señor volvió a asegurarle que El sería piadoso y guiaría a los judíos hacia Eretz Israel, pues Moshé personalmente había hallado gracia en Sus ojos. En respuesta a un pedido de que se le permitiera contemplar la Gloria Divina, se le dijo a Moshé que ningún mortal podía ver a Hashem y continuar viviendo. No obstante, se le permitió una mirada fugaz al resplandor divino a través de una grieta en la roca montañosa.

Una vez más Moshé ascendió solo a la montaña, llevando consigo las dos nuevas tablas de piedra que se le habia ordenado preparar. D-s descendió en una nube, se reveló como el Señor de la Piedad, la Bondad y la Verdad, y renovó Su pacto con Israel repitiendo los principales mandamientos que había dado previamente. Estos incluían la prohibición de la idolatría, la observancia de las festividades y la santificación del Shabat.

Hashem inscribió los Diez Mandamientos en las dos tablas de piedra, mientras Moshé registraba el contenido del pacto renovado. Después de pasar otros cuarenta días y cuarenta noches en la montaña, lapso durante el cual se abstuvo de comer y beber, Moshé descendió de la montaña y regresó al campamento. Su rostro refulgía con el resplandor Divino. A continuación comunicó las palabras del Altísismo, oídas por él en el monte Sinaí, a Aharón, los ancianos y toda la asamblea. Luego que hubo terminado de hablar se cubrió el rostro radiante con un velo. De allí en más sólo se lo quitaba cuando se encontraba ante la presencia del Señor, o cuando transmitía Su mensaje al pueblo.

(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Estudiando algunos midrashim
Extraido de El Midrash Dice. Edit. Bnei Sholem

Betzalel es Designado como el Constructor del Mishkán y Aholiav como Su Asistente

Cuando a Moshé, durante su estadía en el Cielo, se le contó acerca de la futura construcción del Mishkán, tuvo la impresión de que a él le era mandado construirlo con sus propias manos. Cuando estaba a punto de abandonar el Campo Celestial, Hashem le reveló, "A pesar de que Yo te exhibí el diagrama del Mishkán y la estructura de todos sus componentes, tú no eres el artesano que lo construirá. ¡Tu tarea es ser un líder no un artífice!"
"¿Quién entonces será el constructor del Mishkán?" inquirió Moshé.
"A Betzalel ben Uri ben Jur le fue asignada aquella tarea," Hashem le informó.
Betzalel era el hijo de Jur quien había sido asesinado durante el incidente relacionado con Becerro de Oro. La construcción del Mishkán por medio del hijo de Jur expiaba por la culpa de la muerte de Jur. Betzalel era el bisnieto de la hermana de Moshé Miriam. Ella fue recompensada con un sabio y comprensivo descendiente que supo cómo construir el Mishkán como recompensa por su temor de Hashem el cual la impulsó a ella a desobedecer la orden del Faraón de asesinar a los recién nacidos judíos en Egipto. En aquel tiempo, Betzalel tenía solamente trece años de edad. Moshé por lo tanto se preguntaba cómo a alguien tan joven en años le podía ser otorgada la inmensa tarea de erigir un Mishkán.
Hashem, no obstante, mostró a Moshé aquel mismo libro que El había también mostrado al primer hombre, Adám. En él estaban registrados los nombres de todos los reyes, líderes y profetas judíos hasta el tiempo del Mashíaj. El nombre "Betzalel" estaba registrado como el constructor del Mishkán. "El fue destinado para esta tarea desde la Creación," Hashem le reveló a Moshé.

A ningún líder le es conferido alguna vez cargo de una comunidad a menos que fuera previamente designado por el Cielo.

De acuerdo con la regla de que es correcto consultar a la comunidad antes de designar a un líder sobre ellos, Hashem preguntó a Moshé, "¿Te parece Betzalel digno para esta empresa?" "Si él es digno en Tus Ojos," replicó Moshé, "ciertamente lo es en los míos." Cuando Moshé más tarde presentó a Betzalel al pueblo como el arquitecto del Mishkán, él a su vez les preguntó, "¿Accedéis a que Betzalel se convierta en el constructor?" "Si él es digno a los ojos de Hashem y a los vuestros," respondieron los Benei Israel, " es ciertamente bueno a los nuestros."
Betzalel fue inspirado por Hashem con sabiduría y comprensión Divina para poder tener éxito en su misión. El supo el código Divino por el cual el cielo y la tierra habían sido creados. Fue de tal modo capaz de crear el Mishkán, una tarea que era equivalente a la creación del universo.
Al igual que Moshé fue mostrado una visión de la detallada estructura de cada vasija del Mishkán, así fue Betzalel concedido una visión Celestial de la forma y diseño de todo objeto.
Betzalel fue un leal artesano que se esforzó a sí mismo al extremo para cumplir las instrucciones de Hashem. La Torá por consiguiente lo recompensa vinculando su nombre a cada objeto particular en el Mishkán en toda esta parshá.
Moshé ordenó a Betzalel, "Primero construye el arón, luego las otras vasijas, y finalmente la tienda del Mishkán."
"Mi rebe, Moshé," objetó Betzalel, "si alguien construye una casa, ¿no construye primero su estructura exterior para proteger su moblaje? Si yo construyo al arón primero, ¿dónde subsecuentemente lo ubicaré una vez que sea completado? ¿No os ha dicho Hashem que yo debería primero construir el Mishkán mismo, y luego el arón, y los otros accesorios?"
"Tienes razón," admitió Moshé. "Vos podéis ser llamado uno que está a la sombra de Hashem, porque poseéis la sabiduría para desentrañar el significado secreto tras Sus palabras." De aquí el nombre "Betzalel," compuesto de las palabras "betzel kel - él que estuvo a la sombra del Todopoderoso."
Hashem le ordenó a Moshé designar como asistente de Betzalel a Aholiav de la Tribu de Dan. Aholiav no hizo trabajo independiente, sino ayudó a Betzalel con cada fase de la construcción. Hashem unió como artesanos a Betzalel, un miembro de la Tribu de Iehudá, y a Aholiav, de la Tribu de Dan. Iehudá era la más exaltada de las Tribus y Dan la más humilde. Uniéndolos, Hashem les enseñó a los judíos no despreciar a la Tribu de Dan porque a los ojos de Hashem el grande y el pequeño son iguales.

Una persona más pequeña que sirve a Hashem con todas sus capacidades está al mismo nivel de una más dotada, porque Hashem juzga a un hombre de acuerdo con las intenciones de su corazón.

Después de Cuarenta Días en el Cielo, Moshé Recibe Dos Lujot (Tablas) de Zafiro

Después de matán Torá (entrega de la Torá) Moshé permaneció en el Cielo por cuarenta días, aprendiendo la Torá directamente de Hashem.
Hashem le enseñó a Moshé las reglas de la interpretación (de la Torá), para que él pudiera derivar el cuerpo íntegro de la halajá de las palabras y letras de la Torá. A pesar de que Moshé estudió diligentemente, su mente no retuvo ninguno de los principios que había escuchado de Hashem. Después de cuarenta días de estudio intensivo, su mente estaba todavía en blanco. Posteriormente, Hashem le concedió, como don Divino, el poder para retener su aprendizaje.

La inhabilidad de Moshé para recordar sus estudios se debió al hecho de que todavía no se había transformado él mismo de un ser físico a uno espiritual. Sus cuarenta días en el Cielo fueron un renacer espiritual, paralelo al período de cuarenta días cuando el embrión es formado en el útero de la madre. Solamente al fin de aquel período Moshé logró la capacidad espiritual requerida para retener la Torá.

La perseverancia de Moshé sirve como una lección para aquéllos que usan a la pobre memoria como una excusa para no esforzarse ellos mismos en el estudio de Torá. Deberían aprender de Moshé, quien persistió en sus estudios a pesar del fracaso de su memoria. El fue por consiguiente recompensado con la capacidad para retener todo su conocimiento de Torá.

Al fin de los cuarenta días, Hashem le entregó a Moshé dos lujot (tablas) de zafiro de idéntica forma y tamaño. Sobre ellas, El había grabado los Diez Mandamientos. ¿Por qué les fue entregado a Benei Israel los Diez Mandamientos inscriptos sobre lujot, antes que un Rollo de Pergamino Divino conteniendo la Torá íntegra?

Cuando un joven niño comienza la escuela, su maestro le presenta el Alef- Bet escribiendo las letras sobre el pizarrón. Sólo más tarde, cuando está familiarizado con el Alef- Bet, le serán dados libros para estudiar.
Hashem, para decir así, presentó a los judíos la Torá poniéndolos en conocimiento de los Diez Mandamientos (los cuales contienen los conceptos básicos de Torá), y sólo más tarde El ciertamente les entregó un rollo de pergamino de la Torá entero. Hashem eligió inscribir los Diez Mandamientos sobre un mineral duro (zafiro) para enseñar a Benei Israel que la omisión de observar las mitzvot de Hashem resultaría en el castigo de lapidación (skilá) por el Beit Din. Antes que inscribir todos los Diez Mandamientos sobre una única tabla, Hashem los escribió sobre dos lujot separadas, para simbolizar:

- cielo y tierra
(Para enseñarnos que el cielo y la tierra fueron creados solamente por consideración al estudio de Torá y su cumplimiento.)
- jatán (novio) y kalá (novia)
(La primer tabla contiene los mandamientos relativos al hombre y su Creador, que es llamado el jatán de K-lal Israel. La segunda tabla representa la kalá, K-lal Israel, dado que versa sobre los mandamientos gobernando la relación del hombre con su semejante.)
- dos shusvinim (ujieres)
(Las dos tablas simbolizan los dos ujieres que presentaron al pueblo judío a la Torá: Moshé, quien sobresalió en los mandamientos entre el hombre y su Creador; y el bondadoso y amante de la paz Aharón, quien cumplió perfectamente los mandamientos entre el hombre y su semejante.)
- olam hazé (este mundo) y olam habá (mundo por venir)
(El que cumple lo que está inscripto en ambas lujot adquiere ambos mundos.)

Por Qué Benei Israel Tropezaron en el Jet Haeguel (Pecado del Becerro de Oro)

La grandeza de la Generación del Desierto no puede ser subestimada. Después de pronunciar "naasé venishmá," en Har Sinai, ellos parecían ángeles antes que humanos. Habían recobrado el nivel de Adám antes de que pecara, y Hashem los declaró libres del poder del Angel de la Muerte.
El Rey David proclamó acerca de aquella generación, "Felices son aquéllos cuyo camino es perfecto, quienes caminan en la Torá de Hashem" (Tehilím 119:1). Hashem escogió a la Generación del Desierto por sobre todas las otras para recibir Su Torá, sabiendo que ellos eran tzadikím (justos) . Eran fuertes en espíritu y controlaban su ietzer hará.(instinto malo) 
Si es así, ¿por qué tropezaron en el Pecado del Becerro de Oro?¿Por qué Hashem no los protegió del pecado, como El usualmente escuda a Sus tzadikím?
Hashem permitió el pecado del eguel puesto que sirvió como un signo de esperanza y aliento para K-lal Israel por todas las generaciones futuras. El incidente del Becerro de Oro probaría que no importa cuán lejos una comunidad judía se descarriara fuera de la senda de Torá, ella nunca estaría más allá de la teshuván (arrepentimiento). Si después de un pecado tan severo como el jet haeguel los Benei Israel fueron reaceptados por Hashem, ninguna comunidad podría alguna vez alegar que ella había caído demasiado bajo para retornar a Hashem.
Debe ser también tenido en mente que la dificultad de una prueba está en proporción a la grandeza de la persona (o de la generación). Más grande el nivel espiritual, más severa la prueba. Al igual que Adám, el primer hombre, fue probado para determinar si sometería sus propios cálculos a la finalidad de la voluntad de Hashem ( y fue por consiguiente confrontado a la inmensa tentación de la Fruta Prohibida del etz hadaat - arbol del conocimiento), así fueron K-lal Israel, al comienzo de su historia como nación, sometidos a una prueba mayor. Ellos fueron requeridos de abandonar el razonamiento humano y seguir la palabra de Hashem. (Fueron probados para ver si pondrían su fe absoluta en las palabras del profeta de Hashem, Moshé. El les había prometido que retornaría, y ellos fueron requeridos creer, a pesar de sus lógicas razones para asumir que no lo haría y su aparente justificación en buscar un sustituto.). La subsecuente condena de Hashem del pecado de aquella generación fue relativa a sus grandes capacidades. Hashem culpó a la comunidad entera por su omisión de protestar contra el mal y su contribución de oro para hacer una imagen. En realidad, solamente los Erev rav (tres mil personas, o medio porciento de la población) activamente adoraron al Becerro de Oro.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Parashá De La Semana, Mishpatim (Shemot 21:1-24:18) 18

Resumen de la parashá Mishpatim

VolverLa parashá Mishpatim enumera muchas leyes básicas para la preservación de una existencia civilizada entre los b´nei Israel. El primer grupo de leyes promueve el trato humanitario de los esclavos. Un judío que ha sido vendido como sirviente para restituir el valor de un robo, debe ser puesto en libertad luego de un máximo de seis años de servicio. Si estaba casado cuando se convirtió en enclavo, el amo debe mantener a su esposa judía y a los hijos durante el período de servidumbre, y luego liberarlos al completarse ese período. Sin embargo, si su amo le provee de una esclava (shifjá c´naanit), ella y los niños que tenga de él permanecerán con el amo después de que el esclavo judío es liberado. Si el esclavo se apega tanto a su amo y la familia que insiste en permanecer con ellos luego de que los años de servidumbre hubiesen expirado, hace una declaración a este efecto ante los jueces, y el amo perfora su oreja contra la puerta de la casa con un punzón. Entonces el esclavo permanece como tal hasta el año del iovel (jubileo - al año quincuagésimo).

Un hombre puede vender a su hija como sirvienta hasta que ella tenga doce años de edad. Si no complace al amo, no puede ser vendida como esclava en un país extranjero. En lugar de ello, sus padres pueden redimirla del amo. Si el hijo del amo se casa con ella, debe ser tratada como una judía nacida libre. No se le pueden negar sus derechos maritales si el hombre o su hijo se casan con otra mujer, en cuyo caso ella queda en libertad.

Si un hombre golpea a su esclavo no judío y éste muere,el amo es castigado según lo determinen los jueces. Sin embargo, si el esclavo muere después de uno o dos días, el amo no es castigado pues se supone que no intentaba matarlo. Pero si el amo mutila al esclavo, éste es liberado inmediantamente.

La pena de muerte se impone por los siguientes crímenes: asesinato intencional (cuando uno causa una muerte accidentalmente, puede escapar de los vengativos sobrevivientes de la víctima huyendo a una ciudad de refugio); maldecir al padre o a la madre utilizando el nombre de Hashem; secuestro; prácticas de brujería; práctica de bestialidad, y sacrificios de ídolos.

He aquí las leyes referentes a agravios: si alguien hiere a otro durante una pelea, es considerado responsable por las pérdidas de beneficios de la víctima y por los honorarios médicos. Asimismo debe compensarla por dolor, turbación y herida física. Si mientras está luchando con otro hombre golpea accidentalmente a una mujer y causa su aborto, es responsable y debe pagar por los daños causados. Si el dueño de un animal peligroso no toma las precausiones adecuadas y la bestia mata a un ser humano, debe ser sacrificada y el dueño, castigado. Si un animal mata a un esclavo no judío, el dueño de éste recibe treinta shekalim de plata como compensación.

También debe pagarse compensación por daño a la propiedad. Si un animal muere después de haber caído en un pozo descubierto, el responsable de la negligencia debe pagar a su propietario el valor del animal y deducir el precio de la res muerta. Si el buey de un hombre mata al de otro, el pirmero es vendido y los propietarios se dividen el producto de ambos bueyes.

Si alguien roba y luego sacrifica o vende un buey, debe pagar el quíntuple de su valor al propietario, en tantoque si roba una oveja sólo debe pagar el cuádruple. Si el ladrón es capturado con el animal en su poder, paga el doble. Un dueño de casa puede alegar homicidio justificado si mata a un ladrón que penetra en su casa durante la noche; sin embargo, es acusado de asesinato si mata a un ladrón durante el día. Si el ladrón es muy pobre y no puede devolver lo robado, es vendido como esclavo.

Cuando un hombre permite a sabiendas que un animal suyo deambule por el campo o el viñedo de otro hombre, y causa algún daño, debe evaluarse las mejores partes de sus campos como base para estimar la compensación. Una pena similar es aplicada al hombre que enciende un fuego y ocasiona, por descuido, el incendio de la propiedad de su vecino.

Si se confia dinero o propiedades al cuidado de un individuo al que no se le paga por ello, y son robados, el propietario debe recibir el doble del valor del objeto faltante. Esta multa es pagada por el ladrón si es capturado, o por el depositario si es capturado, o por el depositario si es hallado culpable de desfalco, o por los testigos que acusen falsamente al depositario de tener el objeto en su poder. El depositario puede absolverse a sí mismo de obligación si hace un juramente de que no es responsble por la pérdida del objeto.

Cuando un animal confiado a un guardián pago muere y es lastimado o robado, el depositario puede también prestar juramento de que no es responsable. Sin embargo, si el animal es robado, el guardián será responsable. Si el animal es maltratado por bestias salvajes, el depositario no es responsable si puede devolver la res. Si alguien toma prestado un animal es responsable por su muerte o herida, a menos que el dueño esté presente en el momento del accidente.

La Torá advierte que un extranjero no debe ser maltratado o insultado en forma alguna, pues los judíos mismos fueron extranjeros en la tierra de Egipto. Igual consideración debe mostrarse a la viuda y al huérfano. De lo contrario, Hashem descargará Su cólera sobre cualquiera que se aproveche de su mala situación.

Los préstamos deben hacerse sin cobrar intereses. Si alguien toma como fianza una prenda que es usada como cobija por la noche, debe devolverla a su propietario antes de la puesta del sol.

La perversión de la justicia puede ser el mayor peligro para la supervivencia de una sociedad civilizada. Puede ser causada por uno de los siguientes motivos: un testigo que levanta falso testimonio en favor de un individuo culpable; un testigo que no sostiene firmemente lo que correcto, sino que sigue a la mayoría en el error; un juez que administra justicia sobre una base parcial, y uno que acepta un soborno que nfluye en sus decisiones.

Debemos extender nuestra ayuda al prójimo incluso cuando hay rivalidad de por medio. Si ocurre que alguien encuentra un animal pedido por su rival, debe devolvérselo. De igual manera, si alguien encuentra un animal que yace impotente bajo su carga, debe ayudarlo y aliviar su dolor.

Los primeros productos y frutos de la tierra y los viñedos deben ser ofrecidos a D-s, Quien ha provisto al hombre esos presentes. En forma similar, los primogénitos de hombres y animales deben ser consagrados a 
D-s.

Otras leyes incluyen la prohibición de comer treifá (la carne de un animal despedazado por bestias en el campo). El séptimo año del ciclo de la shemitá es sabático. Durante su transcurso la tierra no debe ser sembrada ni cosechada, sino permanecer en barbecho. El shabat debe ser observado con una completa abstención de trabajo por parte de todo miembro de la casa, incluyendo los sirvientes y hasta el ganado. Tres veces por año (en Pesaj, Shavuot y Sucot), cada adulto israelita debe hacer un peregrinaje al Templo Sagrado, llevando ofrendas como expresión de gratitud a Hashem. Está prohibido remojar la carne de cabrito en la leche de su madre.

En un mensaje final, los israelitas reciben la promesa de que se obedecen las leyes divinas, el Señor los apoyará en su conquista gradual de Canaán, y su victoria estará asegurada.

Moshé regresó desde las alturas del monte Sinaí y luego de escribir todos los preceptos que le fueran transmitidos por D-s, ofreció sacrificios y leyó el Libro del Pacto al pueblo. Este respondió de inmediato, diciendo: "Todo lo que Hashem ha dicho, nosotros haremos y escucharemos". Por orden del Señor, Moshé, Aharón, Nadav y Avihú, junto con los setenta ancianos, ascendieron al monte, donde presenciaron uan visión mística de la Gloria Divina. Despues de su descenso, Moshé fue convocado solo para recibir las dos Tablas de la Ley sobre las cuales D-s había inscripto los Diez Mandamientos, a fin de que le fueran enseñados ampliamente al pueblo, mientras que Aharón y Jur quedaron para gobernar en su ausencia. Seguido por Iehoshúa (que permaneció en la parte baja de la montaña), Moshé subióal monte Sinaí, que estaba rodeado por una nube; luego penetró en la bruma de la nube y permaneció allí durante cuarenta días y cuarenta noches.

(Extraído del libro "Lilmod ULelamed" de Edit. Yehuda)

Estudiando los Comentarios
Primer comentario (www.judaicasite.com) 
Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer: www.ajdut.com.ar) 
Tercer comentario (Rab Moshe Hoffer: fabibbk@einstein.com.ar) 

Primer comentario - Rehabilitando a la manera de la Torá

Uno se pregunta por que la perasha Mishpatim, fuente de tantas leyes Civiles judias, comienza con el tema de la servidumbre. Despues de todo Hashem, Quien ve el futuro en toda su extension, sabe que habria generaciones en que toda esta cuestion de los siervos ya no seria aplicable. No hubiera sido mejor empezar la perasha con otro tema relevante para todas las generaciones?

Una posibilidad es que la Tora quiera hacernos reflexionar sobre la gran distincion que existe entre la jurisprudencia biblica y la secular.

Nuestra vision de la servidumbre en el Jumash (Pentateuco) gira alrededor de un ladron que robo una considerable suma de dinero y, luego de ser traido ante la justicia, es incapaz de reembolsar a sus victimas. En este caso el Bet Din (la Corte) procede a venderlo por seis años, entregando el producto de esa venta a la parte afectada (aquel o aquellos a quienes se les robo).

Estudiemos la sabiduria encerrada en este procedimiento.

Uno de los mayores problemas de nuestra sociedad es el aumento y "adiestramiento" de la poblacion carcelaria. La sociedad se ve cargada con la responsabilidad de mantener y satisfacer las necesidades de sus malhechores y, tristemente, el sistema no es en absoluto efectivo... Veamos un caso hipotetico: Fulano roba una suma de dinero. Se lo encierra a este hombre en prision, donde debe vivir en compania de criminales de todas las variedades. Alli obtiene una "educacion" multifacetica: como violar una caja fuerte, como abrir con ganzua un automovil, como obtener y utilizar un arma. En resumen, se vuelve un profesional. Para nuestra desventura, cuando llega el momento de su liberacion, sale de alli completamente "torcido". "Gran" rehabilitacion ha sido su paso por la carcel! Y que le sucede a la familia de este hombre mientras el esta en prision? El sistema no los puede ayudar. Deben vivir sin la persona que los mantenia y si el esta en prision por mucho tiempo, tendran una gran cuota de sufrimiento, sin contar que quizas sus hijos por el apremio economico tambien se vean impulsados a delinquir.

Y que hay respecto a las victimas (los que habian sido robados)? En la mayoria de los casos, quedan quebrados por el deficit y la deuda a raiz del dinero que les fue quitado.

Ahora veamos el camino de la Tora para rehabilitar a delincuentes. Cuando un delincuente entra al "sistema penal" judio, es colocado en las manos del Bet Din (la Corte), la cual le encuentra una familia estable que no sea afectada por la negativa influencia de esta persona. El delincuente permanece con ellos como siervo durante seis años, aprendiendo como trabajar productivamente y absorbiendo su correcto modo de vida.
La Tora ademas ordena que se debe tambien tomar en el hogar a la esposa e hijos de este hombre, asegurando asi que no queden librados al destino y sin proteccion, perdiendose en la sociedad. El dinero obtenido por la venta a la nueva familia, como se dijo antes, va a manos de las personas que fueron afectadas por el robo, quienes resultan asi debidamente recompensadas. 
Finalmente, la belleza de este sistema es que el costo del procedimiento no recae sobre los hombros de la sociedad, que no se ve asi cargada por anios con abultados impuestos.

De esta forma, abriendo la perasha Mishpatim con un pantallazo de "Hamavdil ben Kodesh leJol" (la diferencia entre lo sagrado y lo secular), la Tora nos da el mensaje de que todas las intrincadas leyes civiles explicadas en esta misma seccion, estan igualmente repletas de una sabiduria practica y profunda.

Que tengamos el merito de absorber la multitud de lecciones "ben adam lejavero", entre el hombre y su projimo, que estan expresadas en esta perasha y que por ese merito disfrutemos de la amistad y el amor hasta la llegada del Mashiaj muy pronto en nuestros dias. 
Amen

(Fuentes: Rabbi M.M.Weiss)

Segundo comentario - El Dinero.... y Yo.

En el número pasado hemos comentado acerca del alcance que posee en la Torá la prohibición de robar. Sin duda que el tema da para mucho más. 
Esta semana, leemos en la Torá acerca de la responsabilidad que le incumbe a aquel que dañó, en resarcir a su víctima por los perjuicios ocasionados. Nuevamente, encontraremos que la Torá es sumamente estricta al exigir que el agresor indemnice totalmente aquello que ha destruido.

Encontramos en la lectura de esta semana que aquel que golpeó o que le causó una herida al otro debe pagarle por uno o varios de los siguientes conceptos: "Nezek", el daño permanente que le causó al compañero; "Shevet", el tiempo que la víctima no pudo trabajar; "Tza-ar", el dolor del golpe o la herida; "Ripui", son los gastos médicos y "Boshet", se refiere a la vergüenza que sufrió la persona al ser atacada. Todo esto que dijimos es a grandes rasgos, pues el Talmud en el tratado de Babá Kamá explica minuciosamente como se evalúa el daño ocasionado en cada caso.

No sólo debe pagar la persona por los daños a personas, sino que la Torá lo responsabiliza, a su vez, por los daños a la propiedad del prójimo. No sólo es responsable la persona por el daño que ocasionó él mismo, sino que debe resarcir al semejante por el daño que ocasionaron sus bienes que no estuvieron debidamente cuidados y que, debido a aquella negligencia, ocasionaron el perjuicio. Si sus animales destruyeron en la manera habitual de hacerlo (por ejemplo, comieron de la cosecha del vecino), debe pagar por todo el daño. Si dejó un fuego desatendido y éste se desplazó al campo del vecino causando destrucción en su camino, pues debe pagarlo todo. Si cavó un pozo en una zona pública y causó daños, también en ese caso debe indemnizar a la víctima por sus daños. La Mishná debe agregar a todo esto, que "Adam mu-ad le-olam", es decir que la persona está permanentemente advertida y no puede defenderse con el pretexto de haber estado distraído o dormido cuando hizo el daño.

Al mismo tiempo, encontramos en el texto de la lectura semanal acerca de la responsabilidad que le incumbe a quien está encargado de cuidar un bien ajeno (lo recibió prestado o lo recibió para hacer alguna reparación), si éste se pierde o se destruye. De acuerdo al caso, si recibiera algún beneficio indirecto o un pago por estar a cargo de dicho bien, puede ser que sea responsable de resarcir, o no, si le fue robado o, en ciertas circunstancias, aun si hubiese fuerza mayor. No obstante, en todos los casos, si hubiese "P-shiá" (descuido) por parte de la persona responsable (o, mejor dicho, irresponsable), deberá hacerse cargo de pagar lo que se perdió.

En todos las situaciones que acabamos de describir, no hay diferencia entre si el daño fue ocasionado a un particular o al bien común, p.ej. el bien del estado o el de una comunidad, consorcio, escuela, etc. Curiosamente, solamente está exento aquel que dañó cosas que le pertenecen al "Kodesh" (Santuario del Templo). Es interesante notar, que en el Talmud se declara repetidamente que D"s tiene "lástima" por el dinero (=los bienes) de Israel. ¡Qué bueno sería si tuviésemos nosotros aquel mismo criterio, uno con el dinero de su compañero! Es más, a D"s no le faltan recursos para devolverle a una persona si le faltara algo, y, aun así, no quiere que suframos dolor al partir con el dinero que nos costó tanto juntar...

Esto se nota claramente, pues, si bien no hay un límite en cuánto uno debe estar dispuesto a perder para evitar de cometer una prohibición, sí existe un límite para las Mitzvot activas; es decir, que D"s no quiere que gastemos todo lo que tenemos para cumplir con una Mitzvá. (Para mayor información halájica, se debe consultar una autoridad rabínica pues aquí sólo queremos destacar el concepto en sí).

¡Cuánto que sentimos que el dinero es nuestro y cuánto nos cuesta desprendernos de él! El Talmud afirma, a su vez, que la mayoría de las personas incurren cotidianamente en prácticas que se acercan al robo. (Pues no distinguen claramente entre lo propio y lo ajeno, ni se preocupan por el daño que ocasionen a otros, cuidando las cosas como si fuese propias).

En la escuela me enseñaron que el dinero sirve como "medio de canje" para poder comprar y vender con más facilidad, y como "común denominador de todos los bienes y servicios" para expresar el costo de las cosas. Todo esto es teoría. En la práctica la gente evalúa a los demás por el dinero que poseen y los seres humanos en general buscan su seguridad en el dinero. La gente convirtió así al dinero en el eje central de su razón de ser y de su quehacer diario.

El Midrash en B-amidbar explica el porqué de las denominaciones del dinero de aquella época. "Zuz" (del verbo "mover"), pues se mueve contínuamente de mano en mano. "Mamón" (de "moné" = contar), pues la gente se la pasa contándolo. "Ma-ot" (de "Me-et le-et" = de un día al otro), pues nunca permanece demasiado tiempo en las manos del mismo dueño. ¿Quiere hacer Ud. una encuesta? Pregúntele a los encuestados que adquieren un billete de la lotería: "¿Qué haría Ud. si se ganara los $10 millones?" Se sorprenderá de las respuestas que escuchará. Comience indagándoselo Ud. mismo... En la Torá, no obstante, no valemos ni más ni menos a causa del dinero que poseamos. Yo soy yo, y la plata, es la plata...

Se cuenta que cuando Alejandro Magno intentó pesar un ojo humano, vio que excedía en peso a todo lo que pusiera del otro lado de la balanza. Le explicaron los Sabios, que nada alcanza a satisfacer el ojo humano."Un ojo puede ver muy lejos, mas una pequeña moneda puede cubrir toda su visión", dijo un gran Sabio judío.

Daniel Oppenheimer

Tercer comentario - De la mentira, alejate

Los prejuicios y el interes personal son los grandes enemigos de la verdad. Aquel individuo que se coloca anteojos de esa clase, le distorcionan todo el campo visual de la realidad en que se encuentra; pero ve lo que quiere ver. Lo peor de todo, es que "el no lo siente esto en absoluto". He visto personas que tratan de hacer de la mentira, verdad y todo lo que nadie puede negar que es una verdad tajante, buscan todas las maneras para negarlo.

Son una clase de gente que se creen justas, correctas y no advierten que son sus intereses personales que los impulsan para actuar de ese modo. A todo le encuentran una justificacion. Por ejemplo, el bien del pais, la familia y la justicia estan frente a sus ojos. 
La Tora en nuestra Perasha empleo las siguientes palabras: "De la mentira alejate". No nos equivoquemos en pensar que en este versiculo se nos prohibe mentir, esa mentira tan despreciable; esa orden la expresa la Tora mas adelante y en forma bien explicita: "No mienta cada hombre a su companiero". Surge entonces la siguiente pregunta: ¿que es lo que la Tora me agrega a traves de este versiculo, que no me lo dijo antes? Ciertamente del pasuk (versículo) que nos indica no mentir aprendemos la prohibicion de decir mentiras, pero ahora me esta enseñando un nuevo concepto: "debo tomar distancia de la mentira". Ocurre que podemos no estar incurriendo en la mentira propiamente dicha, pero tampoco estamos diciendo la verdad absoluta. ¿Que significa la verdad absoluta? Aquella que carece de todo enganio y de toda alteracion. Sobre las cosas a medias tintas dice la Tora: "De la mentira alejate".

Los libros de Musar (etica), nos ensenian como debe ser honesta nuestra conducta con el otro, con la sociedad, con el pais, con todos. Lamentablemente vivimos en un mundo de enganios, de falsedad; un mundo donde muchas veces el bueno parece malo, porque la escala de valores esta distorsionada. Estamos sobornados por nuestros propios intereses y no queremos ver la verdad. Solemos decir "asi estoy bien", sin tener en cuenta que no obrando bien nosotros, somos los primeros perjudicados.
En la Guemara (Shebuot 30 b) dice: ¿de donde sabemos que un juez, que sabe que esta frente a un juicio enganioso, no puede decir: "por cuanto que asi testifican los testigos, dare el veredicto segun sus palabras y el pecado correra por cuenta de ellos". El pasuk dice "de la mentira alejate". Cabe aclarar que se trata de un juez leal, que cuenta con el alegato de los testigos pero... influye el hecho que es falso. Tal vez no este capacitado para senialar que por tal motivo declaro que son testigos falsos.
Si dictamina el juicio se estaria rigiendo por lo que dice la Tora que el juez debe determinar segun lo que ven sus ojos. Sin embargo el juez -que no mintio-, tampoco esta en lo cierto. Debe declararse incompetente y poner este caso en manos de otro juez, que tal vez pueda descubrir si eran testigos falsos o no. Cuantas cosas no las tenemos en claro, aunque intuimos que estamos equivocados, no nos abstenemos de actuar como queremos, sin tener en cuenta si vamos detras de la verdad o no. Dijeron
nuestros sabios: Aquellas personas que se enganian y enganian a otros, no podran ver la luz divina en el mundo venidero. Por eso hay que hacer tanto hincapie en seguir el camino de la verdad. Pidamos con todo nuestro corazon "Purifica nuestros corazones para servirte de verdad".

Rab Moshe M Hoffer