miércoles, 14 de junio de 2017

Parashá de la semana, Shelaj Lejá (Bamidbar 13:1-15:41) 37


La Parasha Semana a Semana
Parashat Shelaj Lejá - Esperanza Para el Futuro

Por Rab. Iehuda Appel

Durante los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, era sabido que dos grupos jasídicos - los jasidim de Belz y los de Munkatj - no se llevaban muy bien. En la ciudad de Munkatj vivía un jasid de Belz llamado Moshé Silber. Siendo leal a su Rebe, él frecuentemente discutía con el Rebe de Munkatj. Un día, en el medio de una de las discusiones, el Rebe de Munkatj se dirigió a Moshé Silber y le dijo: "Tú morirás con tu talit katán puesto!" (el talit katán es la vestimenta que tiene tzitzit en sus esquinas y que los hombres religiosos visten debajo de sus camisas). 

Algunos años más tarde, llegó la guerra y Moshé Silber fue deportado a Auschwitz. La amenaza de muerte era constante: él sufrió hambre, enfermedades y mucha brutalidad. Por supuesto, en Auschwitz no había manera de obtener y mucho menos de vestir un talit katán. Entonces Moshé Silver nunca dudó de que iba a sobrevivir. ¿Por qué? Porque, después de todo, el Rebe de Munkatj había dicho que él iba a morir con un talit katán puesto. Si el Rebe de Munkatj - un gran tzadik (justo) - lo había dicho, no había duda de que así sería. 
Finalmente, Moshé Silber sobrevivió a la guerra. Y por años él se sentaba vistiendo su talit katán en su casa de New Jersey, contando a los visitantes historias maravillosas sobre su viejo oponente, el Rebe de Munkatj - cuyas palabras le habían dado la fuerza y la esperanza para sobrevivir a ese infierno viviente. 
Una y otra vez, nosotros vemos cómo enfocarnos en el futuro puede hacer que las personas sobrepasen tiempos de gran crisis y tragedia. Una circunstancia así está aludida en la parashá de esta semana, Shelaj Lejá. 
Moshé, por pedido de los israelitas, envía un grupo de espías para que exploren la tierra de Israel. 10 de los 12 espías regresaron con un reporte negativo, advirtiendo a los israelitas del gran peligro al cual se enfrentarían si entraban a la tierra. Los Quenahanitas, ellos explicaron, son muy fuertes y los israelitas no serán problema para ellos. A pesar de que los dos espías restantes, Caleb e Iehoshúa, discutieron en contra de eso, el pueblo no les creyó y una ola de desesperación invadió al campamento israelí. Muchos dijeron abiertamente que no llevarían a cabo la voluntad de D'os y regresarían a Egipto. Enojado por todo esto, D'os les informa que, en verdad, ellos no entrarán a la tierra de Israel. En lugar de eso se quedarán deambulando 40 años por el desierto, y sólo sus hijos podrán heredar la tierra. 
Un interesante Midrash señala que lo ocurrido no fue todo para mal, puesto que estaba claro que los israelitas no estaban preparados para entrar a la tierra de Israel. En verdad, ellos necesitaban tiempo en el desierto para crecer espiritualmente, y obtener una mayor confianza y seguridad en D'os. 
De todas maneras, con la nueva noticia de que desaparecerían en el desierto, una desesperación aún más grande se apoderó del campamento israelita. ¿Qué garantía ellos tendrían de que algún israelita entraría alguna vez a la tierra? 
Esforzándose para calmar al pueblo y asegurándoles que todo iba a salir bien, D'os le dice a Moshé que les enseñe al pueblo la mitzvá de la "jalá" (Esta es la separación de una porción de masa, que era dada como regalo a los cohanim). La clave aquí es que "jalá" es una mitzvá que inicialmente sólo podía ser cumplida cuando el pueblo de Israel entrara a la tierra de Israel! 
Fue un gran consuelo para el pueblo aprender que D'os estaba haciendo planes para la futura entrada de la nación a la tierra. A pesar de que las circunstancias eran difíciles, ellos estaban seguros de que tenían un futuro para anhelar. Así como Moshé Silber y el talit katán…
extraido www.delacole.com

martes, 6 de junio de 2017

Parashá de la semana, Behaalotjá (Bamidbar 8:1-12:16) 36

Consistencia y Fidelidad

“Cuando el Arca viajaba, Moshé decía, “Levántate Eterno, que se dispersen tus enemigos y huyan tus aborrecedores de delante de Ti”. Y al acampar decía, “Vuelve Eterno, a las miríadas de los millares de Israel””. (Números 10:35-36)
De acuerdo a una opinión en el Talmud (Shabat 116a), estos dos versos están separados con letras nun invertidas, para hacer una pausa entre tres episodios en los que el pueblo judío pecó.
El primero de los tres episodios (de acuerdo a Tosafot y Najmánides) fue cuando el pueblo judío se fue del Monte Sinaí “como niños que se escapan de la escuela”, es decir, aliviados de que no iban a recibir más mitzvot. Después, luego de viajar sin parar por tres días, el pueblo se quejó y se lamentó sobre el paso frenético con el que Dios los estaba llevando. El tercero de los pecados fue quejarse sobre el maná y exigir carne.
Dado que una repetición triple constituye un patrón en la ley judía, la Torá no registró estos tres eventos sucesivamente, sino que hizo una pausa entremedio. Sin embargo, aún debe explicarse, por qué la división cae entre los dos primeros episodios y no entre el segundo y el tercero.
Para responder a esta última pregunta, debemos entender la importancia de la consistencia en nuestro servicio a Dios. Cuando Yosef reveló su identidad ante sus hermanos con las palabras “Yo soy Yosef; ¿vive aún mi padre?”, los hermanos estaban tan sobrecogidos que no pudieron contestarle. El Midrash comenta, “Pobres de nosotros en el Día del Juicio y en el día de la reprimenda, porque si los hermanos no pudieron contestar el regaño de Yosef, su hermano pequeño, cuanto más nosotros vamos a estar sobrecogidos con el regaño de Dios cuando en el futuro, Él nos regañe a cada uno de nosotros por nuestros actos”.
El Beit HaLevi explica que la esencia del regaño de Yosef fue hacerlos ver la inconsistencia de sus actos. Hasta el momento en que Yosef se reveló, Yehuda estaba implorando a Yosef que considerara el sufrimiento de su anciano padre y que por ello liberara a Binyamin. A eso Yosef replicó, “Yo soy Yosef. ¿Dónde estaba la preocupación por el sufrimiento y el dolor de nuestro padre cuando me vendieron y lo convencieron de que yo estaba muerto? ¿Acaso sigue vivo después de eso? Cuando les conviene se preocupan del bienestar de su padre y cuando es bueno para ustedes, son inconscientes”.
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Experiencia de Pesca
El Midrash (Tana Debei Eliyahu) registra una instancia de regaño similar. Elijah el profeta se dio cuenta de que un aldeano ignorante que ni siquiera sabía el alef-bet se estaba burlando de él. Elijah le preguntó al hombre si no temía el día en el que la Corte Celestial le preguntará por qué no estudió Torá.
El hombre contestó que no tenía miedo porque a él no se le había dado la inteligencia para estudiar y por eso no podía culpársele por no hacerlo. Luego, Elijah le pidió que le describiera cómo ganaba dinero para vivir y el hombre comenzó una animada descripción de cómo hacia redes de pesca y las ponía de la forma más eficiente posible.
Al final de esta discusión, Elijah le dijo, “Para pescar tienes sabiduría y para la Torá que es incluso más crucial para la vida, ¿no tienes?”. Inmediatamente el hombre estalló en lágrimas al darse cuenta de que se había contradicho.
Elijah concluyó indicando cuán extendida es esa inconsistencia. Existen aquellos que van a alegar delante de la Corte Celestial que a ellos no se les dieron los medios para hacer tzedaka, caridad. Y se les mostrará cómo para sus propios placeres el dinero de alguna manera se encontraba. Otros se van a defender de su falta de estudio de Torá sobre la base de que estaban muy ocupados logrando ganarse la vida. A ellos se les mostrará el tiempo que pasaron haciendo nada o platicando trivialidades. No hay una refutación mayor a todas nuestras excusas que aquellas que nosotros mismos proveemos.
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Reglas de Escrutinio
El servicio ideal a Dios es descrito como “todos tus días” – sin interrupción, con consistencia y constancia (Ibn Ezra a Deuteronomio 19:9). El Talmud (Brajot 6a) dice que si alguien va regularmente alShul y un día está ausente, Dios pregunta sobre su ausencia y si no encuentra una excusa aceptable, él es castigado. A la persona que nunca va al Shul no se le escruta de esa manera, porque él nunca ha demostrado la capacidad de ir regularmente.
Ahora podemos entender porque la Torá separa entre la partida ansiosa del pueblo judío desde Sinaí y sus quejas sobre el paso acelerado en el que eran llevados. Cuando el pueblo judío corría para evitar la proliferación de mitzvot adicionales, Dios observó, “Mis hijos, si tienen la energía de correr desde el Monte Sinaí, entonces utilicemos esa energía y dirijámosla para correr a nuestro destino final, Israel”.
Inmediatamente el pueblo judío se quejó de que carecían de la fuerza y la energía para correr. Esa fue la auto condena máxima – inconsistencia. ¿Para correr de la Torá tienen energía, sin embargo, para correr a Israel carecen de esa misma capacidad? Para minimizar la inconsistencia involucrada, la Torá hizo una pausa entre estos dos episodios.
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La Letra “Nun”
La letra nun representa la fe y la consistencia (Talmud, Tratado de Shabat). Por lo tanto, las nuns invertidas representan la inconsistencia y la auto contradicción.
Los dos versos separados por las nuns invertidas describen el antídoto para la inconsistencia. Cuando Moshé vio que la Nube de Gloria empezaba a ascender y a partir, simbolizando el deseo de Dios de que el pueblo judío reanudara su viaje, él proclamó “Levántate Dios”. Esta proclamación era una confirmación del deseo de Dios y una expresión del deseo de Moshé de subyugar sus deseos a Dios. Igualmente, cuando el Arca descansó, Moshé proclamó nuevamente,“Retorna, Dios …”.
El rabino Samson Rafael Hirsch comenta que esta parashá marca el término de una época de la historia judía y el comienzo de otra, llevando al pecado de los espías y culminando con la destrucción del Templo y el exilio. La raíz de toda esta desgracia fue la falta de consistencia en nuestro servicio divino.

Que podamos esforzarnos por corregir esa falencia para que las nunsinvertidas puedan enderezarse, así como en la expresión máxima de devoción total. Entonces mereceremos otras dos palabras que también comienzan con “sean consolados, Mi nación,” con la redención Divina total.